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Una nueva avería del canfranero deja tirados a 21 pasajeros durante 3 horas en plena ola de calor

El convoy se quedó parado cerca de los Mallos de Riglos y tuvo que esperar a que otro tren lo remolcara hasta Ayerbe.

Los 21 pasajeros afectados llegaron a la estación de Ayerbe remolcados por otro tren.
Los 21 pasajeros afectados llegaron a la estación de Ayerbe remolcados por otro tren.
Rubén Darío Núñez | RAFAEL GOBANTES

"Nos hacía mucha ilusión coger el canfranero por primera vez para disfrutar de las vistas que hay por el camino y llegar a la estación internacional, porque somos muy aficionados a los trenes. Pero después de esta mala experiencia, ya veremos si repetimos". Con este ánimo bajó ayer Elisa Pérez del tren de la línea Zaragoza-Canfranc, que volvió a sufrir la enésima avería obligando a los pasajeros a estar más de tres horas parados en mitad del viaje soportando un intenso calor por el escaso aire acondicionado y sin apenas agua.

El tren partió de Zaragoza a las 15.42 y cuando llevaba poco más de dos horas de viaje, entre las estaciones de Riglos y Santa María de La Peña, justo después de pasar por los conocidos Mallos, sufrió una "avería mecánica", según explicó Renfe, que obligó a parar el convoy. Los pasajeros relataron que el maquinista y el interventor intentaron arreglar el problema, pero no pudieron reanudar viaje.

Con temperaturas rozando los 40 grados en el exterior, dentro del tren hacía "muchísimo calor", aseguraron los afectados, que se quedaron sin agua enseguida. Y es que aunque el aire acondicionado funcionaba, "casi no se notaba, porque a veces se paraba y otras veces volvía a arrancar", denunciaron. Fuentes de Renfe, sin embargo, afirmaron que la espera había transcurrido en condiciones de "confort".

Desde la compañía señalaron que la solución más rápida que encontraron para socorrer a los viajeros fue utilizar el tren que salía de Canfranc hacia Zaragoza a las 17.53 para que se acoplara al convoy averiado y lo remolcara hasta la estación de Ayerbe. Después de tres horas de espera sin salir del vagón, llegó por fin el tren, con 26 pasajeros a bordo, y realizó las maniobras para arrastrar la máquina averiada. Un trayecto de 12 kilómetros que hizo en poco más de diez minutos.

Sobre las 21.30, los pasajeros afectados pudieron apearse por fin del tren. Al llegar a la estación intentaron aprovisionarse de agua, pero el baño estaba cerrado y el bar tampoco estaba abierto. Allí les esperaban un autobús y un microbús fletados por Renfe para continuar su viaje por carretera. En el primero se montaron los pasajeros que iban en dirección a Sabiñánigo, Jaca y Canfranc, mientras que el vehículo más pequeño trasladó a otros viajeros a Anzánigo y Caldearenas. El tren que acudió en su ayuda siguió viaje a Zaragoza acumulando un retraso de hora y media también aproximadamente.

Hace poco menos de un mes hubo otro incidente similar con un canfranero que hizo el trayecto sin aire acondicionado, con cambio de tren en Sabiñánigo y con los pasajeros llegando a pie a la estación por una avería.

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