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José Luis Cadena “Sigo diciendo que nosotros no fuimos quienes depositamos el voto en blanco”

El portavoz de Cs en el Ayuntamiento de Huesca explica lo ocurrido en las horas previas al pleno de investidura y niega que entregaran la alcaldía al PSOE en contra del PP.

José Luis Cadena, con gesto serio, en un balcón del Ayuntamiento de Huesca
José Luis Cadena, con gesto serio, en un balcón del Ayuntamiento de Huesca
Rafael Gobantes

¿Qué ocurrió 15 de junio en el pleno de investidura del Ayuntamiento de Huesca y por qué?

El último acuerdo a nivel nacional era que Cs apoyaba la candidatura de Ana Alós (PP) y que Vox también la respaldaba, pero sin entrar en el gobierno. Así se nos transmitió antes del pleno y era lo que íbamos a apoyar. Yo, como portavoz, iba a ser primer teniente de alcalde. Lo que pasó es que hubo un voto en blanco y no se sustanció la decisión que se había tomado entre ambos partidos. No era lo que nosotros queríamos. Ser primer teniente de alcalde también era buena opción, un paso importante para mí porque Alós tenía que compatibilizar la alcaldía con el Senado.

¿Fue uno de los tres concejales de Cs quien depositó ese voto?

Nos quedamos asombrados y acabado el pleno nos retiramos al despacho. Le pregunté a mis dos compañeros (María Eugenia Gabás y Enrique Novella) y me aseguraron que ellos no habían sido y no tengo por qué dudar de su palabra. Sigo diciendo que nosotros no hemos sido.

Unas 20 horas antes de ese pleno, Cs difundió que usted iba a ser el alcalde. ¿Cuándo se le comunicó a usted y qué le pareció?

La primera vez que se me informó de que tenía que pedir la alcaldía por un acuerdo de partidos fue el miércoles 12 por la noche. Dije que veía complicado asumirla solo con tres concejales, no por otra cosa, porque yo me presenté para ser alcalde. El jueves tuvimos otra reunión con el PP para seguir avanzando en las negociaciones y no dijimos lo de la alcaldía. Nos ofrecían varias áreas municipales y la segunda tenencia de alcaldía. El PP siempre defendió que ellos eran los únicos legitimados para gobernar, y los demás teníamos que rebajar nuestras expectativas... En cierta forma, ya sabíamos que no se confiaba en nosotros. Por la tarde, me llamó Alós y me dijo que había un pacto nacional y que si quería la alcaldía, se la pidiera públicamente y me la daría, pero que yo tenía que negociar con Vox.

Sí que se puso complicado...

En su momento, Alós me trasladó que ellos no iban a cumplir ese pacto, que algunos concejales de su grupo no me iban a votar. Lo comuniqué a mi partido porque ir a una investidura en la que no íbamos a tener el apoyo de todos los ediles del PP nos dejaba en una situación bastante difícil. Pero el acuerdo previo al pleno de investidura nos pareció bien, por esa primera tenencia de alcaldía. No salió adelante y nosotros somos los más perjudicados.

¿Cree que la imagen de Cs ha quedado dañada?

Es lo que el PP lleva intentando desde ese sábado por la tarde. Hemos sido discretos, no hemos querido entrar a responder muchas afirmaciones falsas e incluso valoramos que pudieran tener algún tratamiento judicial. Creemos que en algún momento se ha faltado a la verdad, han mentido y hecho afirmaciones que atacan a nuestra palabra. Se ha llegado a hablar de maletines, de urbanismo... Lo lógico hubiera sido que Alós pidiese disculpas, pero siguió alimentado las dudas.

Si Alós se hubiese disculpado, ¿Cs hubiera apoyado la propuesta de moción de censura?

Dijimos que había que pedir disculpas públicas y, a raíz de ello, podíamos estudiar más cosas. La moción de censura se tiene que utilizar ante la gestión de un gobierno y un alcalde que, en este caso, no habían hecho nada. El PP la utilizaba como una táctica para sus fines, y no estábamos de acuerdo. Si la hubiéramos aceptado sin más era un cheque en blanco para Alós, con un grupo liderado por ella en el que nos dejaba sin margen de maniobra los próximos cuatros años. Una moción de censura se basa en la confianza entre los proponentes y, ahora mismo, está rota.

¿Por qué no quiso Cs sentarse a hablar con Vox?

El acuerdo nacional que salió de la Ejecutiva era que Cs no quería que Vox entrara a formar parte de los ayuntamiento donde pudiéramos necesitar sus votos. Entendíamos que nuestro acuerdo tenía que ser con el PP y que Vox podía apoyar, como en Andalucía. No veíamos la foto con Vox porque nuestro acuerdo era siempre con el PP, que fue lo que trabajamos en Huesca. Teníamos muchos puntos en común y era nuestra primera opción. Pero este escenario ha cambiado mucho.

¿A raíz de lo ocurrido en el pleno de investidura?

Y de lo ocurrido después. Si tras el pleno había alguna posibilidad de acuerdo, los días que hemos vivido, con las afirmaciones, las mentiras vertidas por parte del PP, lo hicieron bastante difícil.

Cs está ahora está en la oposición pero ¿sería posible una futura colaboración con el PSOE?

Vamos a seguir trabajando en la oposición. El interés que buscamos es el de los oscenses. Apoyaremos las propuestas que vengan, de donde vengan, si son buenos para Huesca.

Personalmente, ¿cómo está? Se le nota abatido.

Quienes me conocen saben que siempre voy con la sonrisa en la cara, pero estos días no, porque son difíciles, también para mi familia. Y para el grupo municipal porque se pone en entredicho el nombre de un partido, después de lo que estamos trabajando. No vemos lógicos esos ataques personales. Espero que todo vuelva a su cauce. Al final, se verá que las decisiones que adoptemos serán por el interés general.

¿Ha tenido tentaciones de renunciar al acta de concejal?

Trabajar por la ciudad es importante, pero te planteas si merece la pena seguir. Después, lo piensas y si puedes ayudar a solucionar un problema, muchas veces de forma anónima..., ves que sí, que Huesca lo merece.

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