Será provisional y no multará a los vehículos, por el momento. Se trata del cinemómetro recientemente instalado en la calle de San Juan Bosco de Monzón. El aparato servirá para medir la velocidad a la que pasan los vehículos así como para contabilizar cuántos circulan por esta transitada vía.

Tal y como lo denominan desde el Ayuntamiento de Monzón, este “radar pedagógico” se ha instalado con el objetivo de que el conductor sea informado de la velocidad a la que circula y concienciarse de la importancia de respetar los límites marcados. El aparato se sitúa en la antigua travesía de la carretera nacional N-240 en dirección Huesca, un tramo por el que se debe circular a un máximo de 50 kilómetros por hora.

Conforme los coches vayan pasando, el cinemómetro marcará la velocidad a la que circula y el letrero luminoso cambiará de color, del verde al rojo, para hacer ver que se está superando el límite de velocidad marcado.

El aparato estará en funcionamiento durante una semana, como parte de una campaña de seguridad vial promovida por el Ayuntamiento. Además, al cuantificar el número de vehículos que pasen por ahí se podrá cifrar el volumen de tráfico que soporta esta vía, una de las más transitadas de Monzón.

Al mismo tiempo, la calle cuenta con muchos pasos de cebra y son numerosos los peatones que cruzan por ella. De ahí la necesidad de concienciar a los conductores para que respeten los límites de velocidad. Aunque, por el momento, superarlos no supondrá una multa económica.

Tráfico fija la ubicación exacta del radar que vigilará el peligroso cruce de Aurín