El punto exacto donde se colocará el radar fijo que permitirá mejorar la seguridad y reducir la siniestralidad en la N-330, a la altura del cruce de Aurín, ya está establecido. La jefa provincial de Tráfico, Margarita Padial, el director del Centro de Gestión de Tráfico de Zaragoza, Adolfo Mozota, el teniente alcalde del Ayuntamiento de Sabiñánigo Rubén Villacampa, y tres ingenieros, han visitado este lunes este tramo de carretera para determinar esta instalación.

La medida responde a una reivindicación y preocupación de los vecinos de Aurín y Sabiñánigo, "porque este tramo lleva un índice de siniestralidad importante", como ha admitido la jefa provincial de Tráfico. Y es que se trata de una recta bastante prolongada donde son habituales los excesos de velocidad. No obstante, será provisional, hasta que se construya la rotonda incluida en el proyecto de la futura variante de Sabiñánigo (A-23).

En la visita se analizaron dos posibles ubicaciones, una más cercana al cruce y otra más alejada. Y se pondrá finalmente en esta última, en sentido Jaca, unos metros antes del cruce de Aurín. Así, "el conductor observará la señalización de radar y tendrá posibilidad de reducir la velocidad al llegar al cruce", ha explicado Padial.

No obstante, de momento no hay plazos para su instalación. El Ayuntamiento de Sabiñánigo ejecutará la obra civil, de la que se encargará la brigada municipal. Estos trabajos consistirán en realizar una canalización para el cableado hasta el punto determinado "y luego será llegar y colocar la cabina". Pero antes de poder iniciar estos trabajos, el consistorio debe recibir autorización de Fomento y Tráfico. "Una vez que den el visto bueno, comenzaremos cuanto antes", ha subrayado Rubén Villacampa.

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