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¿Dónde están los oseznos de Sorita?

Francia investiga su paradero ya que las largas distancias recorridas por su madre, incompatibles con la presencia de crías nacidas hace un mes, hacen temer lo peor. Una de las hipótesis es un ataque de un macho.

Primeras imágenes de la osa Sorita en plena naturaleza en el Bearn
Primeras imágenes de la osa Sorita en plena naturaleza en el Bearn

¿Han sobrevivido los dos oseznos nacidos este invierno en el Pirineo? ¿Cuál es la causa de su posible muerte: un despeñamiento accidental o un ataque infanticida de un macho? Expertos y responsables de las administraciones implicadas en el plan de recuperación de la especie se preguntan estos días qué ha podido pasar con las dos crías, las primeras nacidas desde hace 15 años en esta zona del macizo.

La Oficina Nacional de Caza y Fauna Salvaje está investigando los hechos y por ahora no hay confirmación oficial de la muerte. Los dos ositos simbolizaban la recuperación de la subpoblación en esa parte de la cordillera, formada por solo cuatro ejemplares.

Apenas ha pasado un mes desde el feliz anuncio de la camada por parte de la Prefectura de los Pirineos Atlánticos. El 29 de abril informó de que los agentes de la Oncfs habían avistado a Sorita, una de las dos osas eslovenas reintroducidas por Francia en octubre, junto a dos cachorros. Mientras, la otra hembra, Claverina, se convertía en protagonista negativa por sus repetidos ataques a rebaños en Navarra.

Pero desde hace unas semanas los movimientos de la madre son preocupantes: está recorriendo grandes distancias, lo que parece indicar que no va con crías. Según Gérard Caussimont, del Fondo de Intervención Ecopastoral-Grupo Osos Pirineos de Francia, "no se sabe si han sobrevivido, ya que anda rondando un macho alrededor y la osa ha recorrido grandes distancia desde entonces poco compatibles con la presencia de crías tan diminutas".

Normalmente con cachorros, en esta época del año, las osas se mueven por un territorio de unos 15 o 20 kilómetros. "La Oficina Nacional de Caza y Fauna Salvaje, administración encargada del seguimiento, está tratando de averiguar qué ha pasado", precisó Caussimont. De momento, las autoridades se limitan a decir que trabajan en el asunto, según reseña la prensa francesa, que se ha hecho eco de las dudas sobre el paradero de los oseznos y de la sorprendente ubicación de Sorita, localizada el 14 de mayo en la comunidad de Laruns, cerca de donde fue liberada en octubre.

Y todo esto en medio de un clima de protestas de los ganaderos franceses, que recientemente se manifestaron en Pau. El FIEP ha solicitado a la Oficina Nacional que no comunique la ubicación de los animales. La información está disponible a través de una web de la Dirección Regional de Medio Ambiente, Desarrollo y Vivienda de Occitania, creada para facilitar a los diferentes actores implicados explicaciones sobre la actividad de los osos.

"Muy improbable que la sigan"

Otro experto, Guillermo Palomero, responsable de la Fundación Oso Pardo española, insiste en que es "muy improbable" que la sigan dos cachorros. Nacieron en la osera en enero y son muy pequeños para recorrer largas distancias. "Aunque falten evidencias, todo apunta a que la osa está sola. Hay que decirlo con prudencia, pero hay que decirlo. Lo más probable es que los haya perdido aunque debemos esperar a la confirmación oficial", explica.

Una de las hipótesis sobre la causa de la muerte es "un ataque infanticida", que ya se ha documentado, incluso con imágenes, en la cordillera cantábrica. Cerca de Sorita se han movido dos machos, Neré y Rodri. Según Palomero, si un macho no reconoce a una hembra es posible que intente matar a sus crías para que entre en celo (es la época, entre abril y mayo, cuando salen de la hibernación) y copule. A su juicio, esta es "una suposición razonable", porque"«a esta osa no la conocían Neré ni Rodri". También cabe la posibilidad de un despeñamiento. "No podemos afirmar nada hasta que no esté comprobado, si es que se puede", señala este especialista.

Sería un paso atrás en el programa de reintroducción. En todo caso, a juicio de los expertos, "son fenómenos naturales" que pueden ralentizar un proyecto, pero no impiden que siga adelante. "Se volverá a quedar preñada y ahora los osos ya la reconocerán", dice esperanzado Palomero.

Problemas en Navarra con Claverina

A este tropiezo por la posible pérdida de la camada se unen los problemas generados en Navarra por la otra hembra liberada en Francia en octubre, Claverina. El Gobierno navarro ha anunciado que va a intensificar las medidas disuasorias para alejarla de las zonas de pasto del Valle de Roncal, tras haberse confirmado dos nuevos ataques el pasado fin de semana en el término de Uztárroz. Y con estas ya son nueve las ovejas muertas.

Las medidas están contempladas en el ‘Protocolo de intervención con oso en el Pirineo’, aprobado por la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad, para alejar a animales problemáticos de la zona de pastoreo y cambiar sus hábitos de alimentación. El año pasado fue capturado Goiat para colocarle un collar transmisor ante su comportamiento agresivo e inusual, que le lleva incluso a atacar a ganado mayor, como yeguas.

En Navarra también se están adoptando medidas preventivas, como geolocalizadores en los rebaños para detectar movimientos extraños que indiquen que algo los ha alterado. Ya se han puesto una veintena y está previsto llegar a los 34. También se han contratado dos nuevos guardas para reforzar al equipo de medio ambiente y en junio se incorporará el primer pastor que dará apoyo a ganaderos.

Palomero es partidario de combinar las medidas disuasorias con las preventivas. “Si un oso sale rana, se le retira”, propone, una posibilidad avalada por los conservacionistas y que está contemplada en el citado protocolo. “Retirar osos no tiene que dar miedo. Se ha hecho en el Trentino, en norte de Italia, con seis o siete ejemplares y hay unos cuarenta, el mismo número que en el Pirineo”, añade.

Hace solo unos días, se celebró en el Ministerio para la Transición Ecológica un encuentro, de carácter técnico, con representantes de los gobiernos español, francés, navarro, catalán y aragonés. Entre otras medidas, se acordó “intensificar la colaboración” para garantizar la reintroducción del oso pardo en los Pirineos y su convivencia con la actividad ganadera”. Y se avanzó en la redacción de una declaración conjunta para mejorar el intercambio de información sobre el seguimiento de los ejemplares que transitan por las vertientes española y francesa del Pirineo, especialmente en la parte occidental, donde la población –reducida a dos ejemplares macho–, se ha reforzado con la introducción de estas dos hembras.

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