Huesca

Rescate de 9 horas en Ordesa

Uno de los agentes del Greim sufrió congelaciones.

Los rescatados en Ordesa no llevaban ropa de abrigo apropiada
G. Civil

Un pareja de 27 y 25 años tuvo que ser rescatada por la Guardia Civil de Montaña en el Parque Nacional de Ordesa al quedarse enriscada en las Clavijas de Carriata. La operación de auxilio se prolongó desde la tarde del sábado hasta la madrugada.


Pese a la alerta por mal tiempo salieron a hacer una excursión sin material de escalada y con poca ropa de abrigo. Ella tan solo se protegía con un poncho. Los dos guardias que acudieron en su auxilio pudieron llegar hasta ellos tras una infernal travesía de noche, con 30 centímetros de nieve, rachas muy fuertes de viento y temperaturas bajo cero. Tuvieron que prestarles la ropa y uno sufrió congelaciones en dos dedos.


A. I. S., de Zaragoza, y A. M., de Francia, avisaron a las 14.00 del sábado al 112 porque no se atrevían a bajar debido al temporal, pero sobre todo por la falta de material para hacer el descenso y de ropa con la que abrigarse. Habían dejado el coche en la pradera de Ordesa y se dirigían al refugio de Góriz para pasar la noche.


 

Según explicaron a los grupos de rescate, cuando salieron a las 7.00 h las condiciones meteorológicas eran buenas y el cielo estaba despejado. Sin embargo, ya se había dado aviso de un temporal y, de hecho, existía una alerta meteorológica. En la subida no encontraron nieve y pasaron las clavijas de Carriata sin dificultad, pero pasada una hora el tiempo cambió, empezó a nevar y decidieron darse la vuelta.


Los especialistas del Greim de Boltaña se pusieron en marcha activando a la unidad aérea, pero esta no pudo salir por la nula visibilidad y el fuerte viento. Por ello, debieron hacer el camino a pie. Comenzaron la ascensión a las 16.00 mientras se mantenían en comunicación con los enriscados.


La subida, según fuentes de la Guardia Civil, se hizo en condiciones meteorológicas muy adversas, con un viento muy fuerte, espesores de nieve de 30 centímetros y bajas temperaturas, con una sensación térmica “extremadamente dura”. Como no podían localizar el camino normal tuvieron que escalar con piolet y crampones.


En un primer momento, pese a estar cerca y a oír a los montañeros, no podían verlos, ya que además ya era de noche. Cuando los encontraron, tenían una leve hipotermia, los dedos de las manos entumecidos y la vestimenta humeda, por lo que los guardias les cedieron su material de abrigo y guantes. Esto ocasionó que los agentes se quedaran con poca ropa. Tiritaban y uno de ellos sufrió la congelación leve de dos dedos.


Pese a que el descenso desde las clavijas de Carriata no conlleva gran dificultad, se prolongó tres horas. El Greim los acompañó hasta su coche, a donde llegaron a la una de la madrugada.


En las clavijas de Carriata falleció un montañero vasco de 43 años el pasado mes de agosto. Al intentar evitarlas y tomar un paso alternativo, resbaló y se precipitó 50 metros.

Otro rescate en Benasque

Al rescate de Ordesa se sumó otro ayer en Benasque. El Greim de esta localidad auxilió a un cazador que se cayó en un barranco, lesionándose en un tobillo y no pudiendo continuar. El herido estaba en una zona escarpada hasta la que pudieron acceder los especialistas con el helicóptero de la Guardia Civil, donde viajaba un médico del 061, que le inmovilizó el pie. Con la grúa se le subió al aparato para trasladarlo a la clínica Santiago de Huesca. El accidentado es un vecino de Huesca de 51 años.-->