“Muy a mi pesar, las zonas de bajas emisiones no se están implantando”. El ministro de Transportes, Óscar Puente, ha lamentado este lunes el escaso número de ciudades de más de 50.000 ciudades que, como obliga la ley, han puesto en marcha restricciones al tráfico privado en sus núcleos urbanos. El dirigente socialista ha acusado al PP de plegarse a las exigencias de Vox para evitar su implantación y ha amenazado con ofrecer menos fondos públicos a estos ayuntamientos. También a los que como Alicante, el modelo que quiere Vox para Zaragoza, han aprobado esta medida pero sin régimen sancionador.

La Ley de Cambio Climático y Transición Energética aprobada en 2021 establecía que “antes de 2023” todas las ciudades de más de 50.000 habitantes, un total de 149 en todo el país, debían poner en marcha una zona de bajas emisiones, es decir, la restricción de paso a los vehículos más contaminantes con el objetivo de reducir las emisiones. El retraso del Gobierno central en desarrollar la normativa así como la reticencia de la mayoría de los municipios a poner trabas a la movilidad privada en un contexto electoral dilató el proceso, y en la actualidad apenas una docena de localidades tienen estar herramienta operativa.

En el caso de Zaragoza, aprovechó un resquicio legal en el Real Decreto que aprobó el Ministerio que establecía que aquellas que estuvieran en funcionamiento antes del 1 de enero de 2023 dispondrían de un plazo de 18 meses para adecuarla a la nueva normativa. Así, el Ayuntamiento aprobó el día antes de expirar la fecha límite un área de restricción sin cámaras de control ni multas para disfrutar de esa moratoria.

El tiempo ha pasado y el Ayuntamiento aún no ha presentado el anteproyecto con el que regular la futura zona de bajas emisiones, que debería estar activa y ya 100% adaptada a la legislación estatal este verano. Vox, sin embargo, ha marcado como línea roja para prestar su apoyo que no se apliquen sanciones, tal y como han pactado ambas formaciones en Alicante.

Para el ministro Puente, esta vía altera el espíritu de la norma, que busca reducir la contaminación de las ciudades, donde se producen el 80% de las emisiones. “Desde el Ministerio de Transportes no podemos obligar a la implantación de las zonas de bajas emisiones, pero sí vamos a utilizar la técnica del palo y la zanahoria”, ha advertido en una desayuno informativo de Europa Press celebrado en Madrid.

“Aquellos ayuntamientos que se comprometan con la descarbonización tendrán más apoyo del Ministerio con fondos, por ejemplo, para renovar sus flotas. Con el resto, no”, ha apuntado Puente. El ministro se ha dirigido a los alcaldes y alcaldesas del PP que “tienen más dificultades para impulsar estas medidas por estar en coalición con Vox”, y les ha pedido “responsabilidad con la salud y con el planeta”.

“Ordenar el tráfico en las ciudades es bueno, va a beneficiar a los ciudadanos, tanto en su salud como en la movilidad. Apostar por el peatón, la bici y el transporte público lleva a tener ciudades mejor comunicadas y más eficientes”, ha reivindicado.