Más de 700 aragoneses buscan una salida a sus crisis familiares en el servicio de mediación de la DGA

Los expertos detectan un aumento de los casos de conflictos entre padres e hijos y de derivaciones desde Salud Mental.

Siete de cada diez familias recurren a la mediación para pactar cuestiones relativas a la ruptura de la pareja con hijos a cargo
Siete de cada diez familias recurren a la mediación para pactar cuestiones relativas a la ruptura de la pareja con hijos a cargo
K.U./Heraldo

El servicio de orientacion y mediación familiar que presta la Dirección General de Familia, Infancia y Natalidad del Gobierno aragonés, de carácter gratuito, atendió a lo largo de 2023 a 729 personas, correspondientes a 397 familias. Los usuarios acuden a él para intentar llegar a un acuerdo consensuado que ponga fin a los problemas que surgen en el seno de un hogar y evitar terminar en los tribunales. El proceso, destacan los profesionales, supone un aprendizaje para los implicados.

La mediación, a la que siete de cada diez familias recurren para pactar cuestiones relativas a la ruptura de la pareja con hijos a cargo, es la más solicitada y atendió a 562 personas (299 familias). Mientras, por el programa de orientación pasaron 167 usuarios (98 familias).

Estos números hacen referencia a los ciudadanos que son usuarios directos, pero es evidente que sus beneficios se trasladan también al entorno más cercano de los participantes, especialmente a los hijos menores y miembros más vulnerables. Así lo destaca el balance del Gobierno aragonés de este servicio, que cifra en 566 los niños y adolescentes que se han beneficiado de la participación de sus progenitores en ambos programas.

El año pasado se registró un descenso en la cifra de personas que pasaron por ambos programas: mediación bajó de 680 en 2022 a 562 (un 17,3% menos) y orientación de 255 a 167 (-34,6%). El balance del servicio explica que 2023 fue un año de «cambios operativos» y de estructuración en el sistema informático que supuso una importante dedicación de tiempo para organizar el nuevo modelo de trabajo para ofrecer una mejor prestación y mayor agilidad en el tratamiento de los datos. A esta caída también ha contribuido que las intervenciones con las familias se han alargado en el tiempo y con ello el número de sesiones.

El número récord de atendidos se alcanzó en 2018 con 1.135. En 2020 y 2021 hubo un descenso por la situación derivada de la covid-19 y las cifras todavía no se han recuperado.

El 91,5% de las parejas llegan a un acuerdo

El informe anual del servicio refleja que de las 151 familias que concluyeron el proceso de mediación, 138 lo completaron con acuerdos (el 91,4% del total) y el 8,6% restante no llegaron a entenderse. En el caso de las parejas con hijos menores a su cargo, el modelo de custodia elegido sigue siendo mayoritariamente el individual, 53,6% del total. A pesar de este dato, cada vez son más las parejas que optan por la compartida, el 39,1%, especialmente cuando la decisión de la ruptura es reciente. En estos casos casi ocho de cada diez prefieren alternar periodos semanales de convivencia con ambos progenitores.

En los últimos tiempos se ha detectado un aumento de los problemas entre padres e hijos. Aunque solo suponen un 4% de las situaciones que se tratan en el servicio de mediación, los especialistas, en el balance, ponen el acento en el incremento de solicitudes que reciben de mediar entre los progenitores y sus hijos adultos ya emancipados por controversias y conflictos no resueltos que han provocado un distanciamiento en la relación.

También apuntan que aún no es conocido para el abordaje de disputas entre adultos por asuntos como el cuidado de familiares dependientes o personas mayores o en el reparto de herencias.

En cuanto a la orientación, los profesionales llaman la atención sobre que cada vez son más las familias que vienen derivadas desde las unidades o los facultativos de Salud Mental. Representan el 18,4% del total, tanto si en estas se está interviniendo con un miembro adulto o con menores o adolescentes. La mayoría, un 41,8%, acceden porque conocen a alguien que ha pasado por él.

Sobre el perfil de las personas que recurren a la orientación familiar, los datos reflejan que son habitualmente las mujeres quienes primero contactan, mayoritariamente en su rol de pareja, esposa, madre y abuela, aunque luego también los hombres se incorporan al proceso. Así, en 2023 fueron 91 usuarias frente a 76 usuarios. Los problemas más comunes por los que acuden son dificultades en la vida en pareja por inadecuada comunicación, percepción de falta de implicación por una de las partes o discrepancias en la educación de los hijos.

Nació en 1997 como una experiencia piloto

Los orígenes del actual programa de orientación y mediación familiar de la DGA se remontan a 1997, cuando se puso en marcha una experiencia piloto de mediación en el Instituto Aragonés de la Mujer (IAM). Su consolidación llegó dos años después, cuando se integró en la red asistencial de Aragón. La creación en 2004 de la Dirección General de Familia, dependiente del hoy Departamento de Bienestar Social y Familia, supuso un salto cuantitativo y cualitativo. Fue entonces cuando se puso en funcionamiento el servicio de orientación para cubrir los conflictos en un sentido más amplio. Desde 2004 han atendido a 15.036 personas.

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