La campaña de riego arranca con embalses a rebosar y una gran reserva de nieve tras dos años de sequía

El volumen de agua supera el 90% en Mediano, El Grado y Yesa, donde incluso se han producido desembalses. La excepción es el Noguera-Ribagorzana, con la mayor presa del Pirineo al 23%.

El embalse de Mediano este domingo. La torre de la iglesia apenas emerge sobre la lámina de agua.
El embalse de Mediano este domingo. La torre de la iglesia apenas emerge sobre la lámina de agua.
Javier Navarro

El agua empieza a correr estos días por las 500.000 hectáreas aragonesas de regadío de la cuenca del Ebro. Tras dos años de severas restricciones por la sequía, miles de agricultores iniciarán la campaña de 2024 con pedidos libres gracias a que los grandes embalses del Pirineo, fuente de suministro de los mayores sistemas de riego, están a rebosar. Las presas de los ríos Gállego, Cinca y Aragón se encuentran a más del 90% de su capacidad. La excepción son las del Noguera-Ribagorzana, que siguen sin remontar porque las abundantes lluvias del otoño y el invierno pasaron de largo por la zona más oriental.

Riegos del Alto Aragón, el sistema más importante de la cuenca del Ebro, de España y de la Unión Europea (130.000 hectáreas), afronta la campaña con Mediano al 93%, El Grado al 96% y La Sotonera al 95%, 270 hectómetros cúbicos más que hace un año. Y el embalse ‘en diferido’ que representa la nieve, escaso hasta finales de febrero, se sitúa ahora por encima de la media gracias a la sucesión de borrascas. En una semana, la reserva nival en el Gállego y el Cinca ha aumentado en 120 hectómetros cúbicos equivalentes de agua. En previsión del último temporal, Mediano incluso ha desembalsado.

Los agricultores de Monegros y otras comarcas del sur de Huesca y de Zaragoza iniciarán el riego hoy, 11 de marzo, esta vez sin restricciones. El fin de semana ya empezó a correr el agua por el Canal de Monegros, hasta ese momento en tareas de reparación. "Este año no deberíamos tener problemas", afirma el presidente de Riegos del Alto Aragón, José Antonio Pradas, salvo que la nieve se funda anticipadamente por el calor, matiza, y no llegue a mayo o junio, meses de mayor demanda de agua, cuando más interesa que entre a los embalses.

"Han sido dos años duros"

La previsión también es optimista en el Canal de Bardenas (90.000 hectáreas, el 80% en Aragón y el resto en Navarra). Si estos días las lluvias son abundantes retrasarán el inicio de la campaña. Si no, el agua llegará a las acequias a mediados de esta semana. Su único pantano, Yesa, se encuentra al 90% y también estaba desembalsando, por el canal y por el río, para dejar un resguardo ante el nuevo temporal. 

"El problema es que no tenemos dónde almacenar tanta agua ahora que abunda", se lamenta José María Vinué, presidente de Bardenas. Él asegura que se habría podido llenar el Yesa recrecido (1.079 hectómetros cúbicos), "frente a las tesis de los negacionistas", en alusión a los opositores a la obra de ampliación, que defienden que nunca se alcanzaría ese volumen. "Entonces sí que tendríamos garantizada la campaña", sostiene Vinué, defendiendo además el papel de este embalse para contener las avenidas y frenar inundaciones en Zaragoza.

Se felicita de que la campaña de este año empiece sin apuros, "después de dos años muy duros" (la cuenca del Aragón estuvo en emergencia varios meses). La nieve es abundante pero tardía, aclara. "La buena es la de diciembre, se hiela y aguanta más hasta la primavera. Ahora los días son más largos, la temperatura más alta y no resiste tanto en la montaña". En todo caso hay garantías de riego en marzo y abril, frente a los cupos establecidos en 2023 desde el primer riego del cereal.

La cara y la cruz

En el Canal de Aragón y Cataluña (105.000 hectáreas entre las dos comunidades autónomas) la perspectiva es optimista en el Ésera y muy incierta en la otra zona regable, la del Noguera-Ribagorzana. La campaña empezó el 4 de marzo, con pedido libre, "aunque esto resulta engañoso", admite su presidente, José Luis Pérez. Todo el sistema se abastece ahora mismo con las aguas del primer río, para aprovechar que entra caudal en abundancia en los embalses de Barasona (al 98%) y San Salvador (al 98%) y no desaprovechar ni una gota.

Pero las grandes piezas de regulación están en el Noguera-Ribagorzana, donde la situación es totalmente distinta, con un volumen en su conjunto de solo el 37%. Canelles, el mayor embalse del Pirineo (679 hectómetros cúbicos) está al 23%, apenas tiene 4 hm3 más que hace un año. "Si no cambia el panorama", advierte José Luis Pérez, los regantes del Aragón y Cataluña volverán a los prorrateos.

La margen derecha, en emergencia y alerta

Mientras la margen izquierda de la cuenca, salvo la parte más oriental, está en buena situación en cuanto a reservas, no ocurre lo mismo en la cabecera y el eje del Ebro, ni en el Huerva y el Guadalope, en la margen derecha. Este último tiene sus embalses al 35%; el Jalón, al 53%; y en el Eje del Ebro, los canales Imperial de Lodosa y de Tauste, al 35%. La CHE admite que a punto de arrancar la campaña, salvo que las condiciones mejoren, son previsibles afecciones en la zona sur y oriental.

El río Huerva está en emergencia por cuarto mes. Sus 1.600 hectáreas regables se surten del embalse de Las Torcas, que depende de la CHE, y de otro propio (Mezalocha). El primero está al 16% (1 hectómetro cúbicos sobre 6), lo que solo garantiza, a día de hoy, los abastecimientos y el caudal ecológico

La campaña de 2023 ya se vio afectada por la grave sequía y en este 2024 "de momento su situación es complicada, y si la meteorología no lo arregla no podrán desarrollar la campaña de riegos convenientemente", dice el organismo de cuenca, aunque el embalse puede llegar a llenarse en breve tiempo, como ocurrió en abril de 2018, cuando se pasó del 20% al 80% en solo tres días.

En las otras unidades territoriales de la margen derecha del Ebro correspondientes a Aragón, se encuentra en alerta el Guadalope, con los embalses de Santolea, Calanda y Caspe por debajo de los valores normales, aunque se pueden complementar con otras fuentes de suministro, lo que haría peligrar en menor medida la campaña de riego del 2024. En las cuencas de los ríos Aguas Vivas y Martín, pese a la sequía meteorológica, sus puntos de abastecimiento garantizan en principio la próxima campaña. Y la del Matarraña está en prealerta, cerca de la normalidad.

El 90% del agua del Ebro se destina a regar

Más del 90% del agua consumida en el Ebro va a regar tierras que permiten la producción de alimentos. En los últimos años se ha experimentado un proceso continuado de modernización del riego con técnicas más eficientes, gracias a inversiones millonarias, tanto públicas como de los usuarios. Con 571 millones de euros, Huesca es la provincia española que más dinero ha recibido del Ministerio de Agricultura en las dos últimas décadas.

El riego tradicional por gravedad pasó de representar el 64,6% del total en 2004 en la cuenca al 43,5% en 2019. Pero como advierte la CHE en el Plan Hidrológico, no siempre significa ahorro de agua, pues muchas veces sirve para la intensificación de cultivos y obtener así mayor productividad por metro cúbico. Eso sí, disminuyen los retornos de riego y con ello la carga de contaminantes que llega a las masas de agua. 

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