educación
CGT denuncia unos servicios mínimos "abusivos" en educación para la huelga del 8-M en Zaragoza
Critican que la Administración los fije en el 25% del claustro, cuando antes de la pandemia solo se exigía un miembro del equipo directivo.
CGT, segundo sindicato en la enseñanza pública aragonesa, ha denunciado lo que consideran unos servicios mínimos "abusivos" en los centros educativos de la provincia de Zaragoza, ámbito en el que el sindicato ha convocado huelga feminista para este 8-M.
Tras reunirse con la Administración para negociar los servicios mínimos, este sindicato ha mostrado su rechazo ya que los consideran "abusivos". Desde CGT han recordado que en las huelgas previas a la pandemia fueron siempre de un único miembro del equipo directivo, y que por razones de seguridad sanitaria, en las convocatorias de huelgas durante la pandemia se impusieron servicios mínimos que aseguraran tener un docente por grupo (un 90% del claustro en infantil y primaria, y más de un 70% en los de secundaria).
Lo que es inaceptable, según el sindicato convocante, es que “tras la pandemia, y sin ya ninguna razón sanitaria que lo aconseje, se quiera vulnerar el derecho a la huelga del profesorado, con unos servicios mínimos del 25% del claustro, es decir muy superiores a los que habituales antes de la pandemia”.
Desde esta central convocan y animan al profesorado a secundar la huelga del 8 de marzo, ya que los gobiernos de Aragón y de Zaragoza están haciendo ya "acciones contrarias a la igualdad y al movimiento feminista". “No podemos permitirnos carencias en la formación del alumnado adolescente en violencia de género y educación sexual integral, obligatoria, por otra parte, según la normativa vigente. Es sabido además, que Vox es partidario del llamado pin parental, que directamente elimina cualquier atisbo de actuación sobre violencia de género o educación sexual integral", han apostillado.
Por todo ello, CGT considera "esencial" que la comunidad educativa de Zaragoza dé una respuesta de fuerza este 8-M. Asimismo han puesto el foco en la lucha contra "un sistema que no reconoce los cuidados como trabajo y que los relega al ámbito doméstico, ámbito feminizado”.
