La covid-19 impactó en la salud mental, sobre todo entre los niños y los adolescentes, una de las líneas estratégicas que se ha marcado esta legislatura la Consejería de Sanidad. De hecho, entre los objetivos destaca el completar las infraestructuras de hospital de día y hospitalización de agudos, así como reforzar la dotación de personal en la atención ambulatoria. Para mejorar la atención de los pacientes menores y las condiciones de trabajo se van a integrar en los próximos meses las dos Unidades de Salud Mental Infanto-juvenil del Sector Zaragoza II en el Hospital General de la Defensa de Zaragoza, potenciando el actual convenio con esta institución y facilitando un aumento de la prestación de servicios de este dispositivo.

Así lo ha trasladado el director general de Salud Mental, Manuel Corbera, este miércoles en la Comisión de Sanidad de las Cortes de Aragón, donde ha comparecido para informar sobre las líneas de actuación para la legislatura, a petición de PSOE, CHA, Aragón-Teruel Existe y Grupo Mixto, por parte de IU, así como del consejero José Luis Bancalero, presente en la sala. En palabras de Corbera: “Pensamos que se ha producido un deterioro de la atención a la salud mental, la cual se ha convertido ya hace tiempo en una nueva pandemia”.

En este sentido, tal y como ha adelantado Corbera, se va a unificar las unidades que existen en Sagasta-Miraflores y en las consultas externas del Materno-Infantil de Zaragoza, “para que su trabajo sea más eficiente y para que tengan espacios para trabajar con pacientes”. Además, según ha detallado, en el primer centro no se han recogido bien los datos.

En los primeros cinco meses de trabajo de la recién creada Dirección General de Salud Mental han trabajado “en la recopilación de datos, en la escucha a pacientes y sus familiares, así como a los profesionales y sus representantes, mediante la cercanía y el diálogo”. En su intervención ha hecho referencia a que el actual Ejecutivo hereda “notables déficit estructurales” y ha enumerado una serie de carencias, como el número de camas de hospitalización breve de adultos, con 107 frente a las 135 a 160 que corresponderían según la Organización Mundial de la Salud, a partir de la ratio de 10-12 camas por 100.000 habitantes. “Es una cifra que no ha cambiado desde marzo de 2012”, ha señalado Corbera. Las camas del hospital de día infanto-juvenil es “escaso” para la población a la que se debe asistir, ya que “hay un único dispositivo en Parque Goya para todo Aragón”.

Sobre la mesa sigue la creación de una residencia de media estancia para menores con trastorno mental grave, un recurso del que ahora carece la Comunidad que obliga a derivar a los pacientes a otra región. En 2022 se trasladó a 16 menores hacia centros privados en Cataluña o Madrid, con un coste superior a los 900.000 euros. La Consejería continúa buscando un espacio para ubicar este dispositivo: “El edificio detrás del Hospital Provincial está en unas condiciones que no permiten un uso inmediato”.

También se quiere implementar en 2024 una agenda de citación unificada para lograr la homogeneizar el método de trabajo y así conocer el grado de presión asistencial en las diferentes unidades.

Atención a adicciones

El director general de Salud Mental del Gobierno de Aragón, Manuel Corbera, ha anunciado la implantación de una experiencia piloto en Teruel, a partir del próximo 1 de abril, que supondrá la atención integral a las personas con adicciones y que sufren también una patología psiquiátrica asociada.

Se trata de un modelo que existe en otras zonas de España, pero no en Aragón, y que consistirá en atender a estas personas mediante un abordaje dual en una unidad que tendrá su sede en el centro de salud Teruel Ensanche.

Esta medida se implantará coincidiendo con el hecho de que el concierto que posee el Gobierno de Aragón con la Unidad de Atención y Seguimiento de Adicciones (UASA) de Teruel, que gestiona Cruz Roja, finalizó el pasado 30 de septiembre, y el médico que da atención en ella se jubila este mes. El tratamiento de estas personas, alrededor de 200, se va a asumir a partir del mes de abril por parte del Servicio Aragonés de Salud.

Riesgo suicida

El director general ha abogado por potenciar el programa de detección e intervención precoz en los pacientes con riesgo suicida en el ámbito escolar. En adultos se contempla elaborar un programa de prevención del suicidio y un plan de atención a las conductas suicidas, se potenciará la formación en salud mental de colectivos profesionales implicados y relacionados con estas áreas para mejorar la detección precoz del riesgo, la prevención del suicidio y el abordaje de la conducta suicida en población vulnerable.

Respecto a la atención de las personas con trastorno mental grave, Corbera ha expuesto que es muy necesario dotar y desarrollar un programa de Primeros Episodios Psicóticos, que facilite la detección precoz y el contacto prioritario con un contexto favorecedor de una adecuada relación terapéutica, con un inicio temprano de un tratamiento multidisciplinar, optimizando el gasto y mejorando el pronóstico.

Desde la dirección general se quiere facilitar el desarrollo de un programa de intervención comunitaria para estos pacientes en situación de crisis, que permita en lo posible el análisis y la resolución de la misma en su entorno, si bien es un proyecto a largo plazo.

Otro de los grupos a los que se quiere prestar atención es a las personas mayores con patología mental, con programas específicos, al tiempo que se ha de mejorar la asistencia en problemas de salud mental a los usuarios de residencias de mayores.

El director general ha contado que, en materia de personal, se va a trabajar en medidas para cuidar la salud mental de los profesionales y en fidelizar a quienes se han formado en Aragón, dada la carencia de los mismos, como lo demuestra que si en España hay entre 4,3 y 6 psicólogos y 11 psiquiatras por cada 100.000 habitantes, según datos de 2018, y en la Unión Europea 38 y 18 profesionales de cada especialidad, en Aragón, son 3,97 psicólogos y 9,88 psiquiatras por cada 100.000 habitantes.

El problema “se va a agravar en los próximos años”, ha indicado, porque se jubilarán un buen número de esos profesionales. La situación no es mejor en el caso de la enfermería especialista en Salud Mental: en Aragón se cuenta con 5,5 enfermeras especialistas de salud mental, cuando la media europea se sitúa en 8,4 por 100.000.

"Faltan medios económicos y humanos"

Desde el PSOE, Iván Carpi, propuso un modelo escalonado de intervención que refuerce el número de psicólogos dentro de la Atención Clínica y abogó por “elaborar políticas de salud basadas en la prevención”. Para Isabel Lasobras (CHA), “hacen falta más medios económicos y humanos” para hacer frente al aumento de trastornos de salud mental y una coordinación entre las redes asistenciales.

Joaquín Moreno, de Aragón-Teruel Existe, ha preguntado al director general cuántos psicólogos clínicos tiene el Salud y a cuántas personas llega su atención. Por parte de IU, Álvaro Sanz ha trasladado en su intervención las actuaciones respecto a las “dramáticas” cifras relacionadas con la ideación suicida entre menores: “Es importante la precocidad y el abordaje integral, pero en condiciones de equidad en todo el territorio”.

Por otra parte, Santiago Morón (Vox) ha añadido que “la salud mental ha sido deficientemente abordada por sucesivos Gobiernos autonómicos durante décadas”, y los trastornos se han visto agravados por la covid. “El legado recibido, ha dicho, es muy deficiente”, respecto a medios humanos e infraestructuras. El diputado popular Jesús Fuertes, ha pedido conocer la situación de la Estrategia de Suicidio. En este sentido, el director general de Salud Mental ha trasladado que no disponen de una memoria sobre en qué punto de desarrollo está, aunque ha indicado que se van a hacer campañas respecto a este problema.