Las enfermeras de Aragón se manifestarán el 8-M "hartas de la discriminación" y para exigir "respeto profesional"
El sindicato SATSE convoca una concentración a las puertas del Hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza.
Las enfermeras aragonesas saldrán a la calle el próximo 8 de marzo, con motivo del Día Internacional de la Mujer, en Zaragoza, para manifestar su hartazgo por la situación "de discriminación que sufren pese a ser la gran fuerza laboral y profesional del sistema sanitario". Así reza la convocatoria llevada a cabo por el sindicato de enfermería Satse Aragón para que las profesionales se concentren el próximo viernes a las puertas del Hospital Clínico Lozano Blesa de la capital aragonesa a las 11.00.
En este nueva movilización, el colectivo exigirá "respeto profesional" y denunciará "el claro desinterés de las administraciones por acabar con una falta de reconocimiento motivada por la infravaloración histórica hacia la mujer y los cuidados", explica la organización en un comunicado.
Esta profesión, según el sindicato, ha estado desde sus inicios muy marcada "por las consideraciones de género, lo que ha condicionado su desarrollo y crecimiento profesional". En la actualidad, denuncia, "aunque se deberían haber superado los roles sexistas, se sigue marginando a las enfermeras".
Entre otras demandas, reclamarán una nueva clasificación profesional acorde con la ordenación actual de los títulos universitarios, el desarrollo competencial experimentado por la profesión en los últimos años y la evolución social.
Además, demandarán un "trato equitativo" con otras profesiones de igual nivel que les permita oportunidades de crecimiento laboral, el "reconocimiento de sus competencias, conocimientos y capacidad de liderazgo" y una retribución salarial justa.
Mayor número de agresiones físicas y verbales
En la jornada del 8-M se pondrá también el foco en las "discriminaciones" a las que se enfrentan en Aragón, como, especifican desde Satse, la falta de reconocimiento a la dureza de sus condiciones y riesgos laborales, lo que les impide poder acceder a la jubilación anticipada voluntaria; un mayor número de agresiones físicas y verbales, y dificultades de conciliación.
Satse critica que las administraciones públicas no han tenido interés en resolver la situación del colectivo. Se debe, explica, a que la influencia de género en esta profesión ha provocado su falta de reconocimiento social, al "estar asimilados de forma simbólica los cuidados enfermeros a cualidades intrínsicamente femeninas".
