Los nacimientos caen en 2023 en Aragón hasta alcanzar un nuevo mínimo histórico, 8.585
Los recién nacidos durante el año pasado, una cifra aún provisional, suponen una bajada del 26,38% en la última década.
Cada vez nacen menos bebés en Aragón, una tendencia que se aprecia ya desde hace años aunque se produzcan repuntes puntuales en la tasa de nacimientos. A lo largo de 2023 se registraron 8.585 alumbramientos, un 4,5% menos que el año anterior, cuando fueron 8.985, y que suponen una bajada del 26,38% en la última década (en 2013 se registraron 11.662).
Así lo reflejan los datos publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE), aún provisionales, pero que, en caso de confirmarse, supondrían el número más bajo de partos al menos desde 1975, cuando comienza la serie histórica por autonomías del INE.
Este descenso sigue la tónica general, puesto que en España el año pasado se cerró con 322.075 recién nacidos, que representan una bajada de un 24% en diez años y un 2% en comparación con 2022. La comunidad aragonesa, que duplica la media nacional de caída, es la quinta con mayor retroceso de alumbramientos durante 2023, solo superada por Castilla-La Mancha (-10,5%), La Rioja (-9,4%), Castilla y León (-5,1%) y Navarra (-5%), además de las ciudades autónomas de Melilla y Ceuta que arrojan las tasas más bajas, -19,4% y -11,8% respectivamente. Solo dos regiones pueden sacar pecho de un aumento de la natalidad: Madrid, con un 2,7% más de partos, y Extremadura, con un 0,6%.
Evolución de la natalidad en la última década
En esta nueva oleada de datos demográficos la Comunidad no presenta ningún pequeño brote verde. Por provincias la senda descendente se repite. La de Huesca se lleva la peor parte, con un 14,67% menos de nacimientos, que pasan de 1.509 en 2022 a 1288 el año pasado. En Teruel la caída se cifra en un 12,97%, con solo 832 (124 menos).
La provincia zaragozana arroja el descenso menos pronunciado, un 0,84%, que deja 6.465 partos a lo largo de 2023. Son 55 menos que el año anterior. Por meses, los tres con mayor número de bebés fueron octubre (803), julio (748) y noviembre (745), mientras en el que hubo menos fue febrero (652).
En la última década, solo en 2021 se produjo un pequeño alivio con 9.463 bebés que llegaron al mundo, 368 más que en 2020, pero desde entonces el retroceso en la natalidad se mantiene. Si se echa la vista mucho más atrás, los datos del Instituto Nacional de Estadística muestran cómo en 1975, hace casi medio siglo, se alcanzaron 17.770 alumbramientos. El desplome de la natalidad se prolonga desde entonces hasta llegar en 1998 a 9.149 nacimientos, para, a partir de ahí, comenzar a remontar hasta registrarse en 2009 los 13.675, momento que marcó otro pico desde el que continuó la caída libre.
El crecimiento vegetativo (nacimientos frente a defunciones) vuelve a ser negativo en 5.165 personas, la diferencia entre los 13.750 decesos que se produjeron y los ya comentados 8.585 nacimientos. Esta fotografía se repite en todas las comunidades excepto en Madrid (4.770), Región de Murcia (729) y las Islas Baleares (67), y en las ciudades autónomas de Melilla (250) y Ceuta (94) que presentan saldos positivos.
En cuanto al número de muertos, Aragón es la segunda región que más ha bajado en comparación con 2022, un 10,6%. Este crecimiento vegetativo negativo se viene compensando en los últimos años con la llegada de inmigrantes.
La maternidad a los 40, una tendencia al alza
Una de cada diez mujeres que dieron a luz el año pasado lo hicieron con 40 o más años. Es, además, un porcentaje superior al de hace una década, cuando apenas suponían el 6,76%. No obstante, es necesario destacar que esta tendencia al alza, que es constante, se ha visto ralentizada en los dos últimos años. En 2021, cuando se produjo un ligero repunte de nacimientos, también hubo una mayor presencia de madres mayores de 40. Fueron 1.041, es decir, el 11% del total.
Esta tendencia a retrasar la maternidad, según apuntan desde hace años los expertos, viene motivada por una mayor apuesta de las mujeres por el mundo laboral, tanto por su cada vez más presencia como por el objetivo de alcanzar la mayor proyección posible. También afectan las dificultades por encontrar un empleo, que posteriormente derivan en una tardía emancipación juvenil. Según los últimos datos del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud, publicados el mes pasado y correspondientes al primer semestre de 2023, solo el 16,2% de los aragoneses de entre 18 y 29 años se ha ido de casa de sus padres.
Las medidas de conciliación también suponen en muchos casos un handicap para las parejas, que ven como con un empleo cada uno la necesidad de contar con una escuela infantil se convierte casi en obligación. Y su gasto -dada la escasa disponibilidad de plazas públicas hasta que cumplen tres años- se convierte en todo un desembolso, aunque en los últimos años ayuntamientos como el de Zaragoza están intentando compensar una pequeña parte.
Estas estimaciones, que se llevan a cabo a partir de las inscripciones registradas en los Registros Civiles informatizados, ofrecen un avance del número de nacimientos, defunciones y del crecimiento vegetativo de 2023, pero tienen un carácter marcadamente provisional y pueden sufrir variaciones durante los próximos meses.
