La mortalidad cae en Aragón más de un 10% y se sitúa ya en cifras de prepandemia
Los expertos señalan que se trata de un fenómeno "compensatorio" tras el aumento registrado en los años previos.
Los indicadores de mortalidad regresan, tras tres años disparados, a las cifras habituales en la comunidad aragonesa. Se trata, según los expertos, de un fenómeno "compensatorio", producto del efecto de la covid. Según los datos provisionales publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), durante 2023 murieron en Aragón 13.736 personas, un 10,19% menos que en 2022, cuando se alcanzaron los 15.294 decesos. No obstante, fue en 2020, momento en el que empezó la pandemia y se dispararon los contagios, aún sin vacuna, cuando más se desbocó, llegando a las 16.592.
"Es lo que se conoce en epidemiología como efecto cosecha", detalla Nacho de Blas, epidemiólogo de la Universidad de Zaragoza, quien recuerda que, a consecuencia de la covid, fallecieron muchas personas con multimorbilidades que, de otro modo, podrían haber vivido durante algún tiempo más. "De este modo, ahora se ha vuelto a niveles previos a la pandemia", puntualiza.
También lo ve así Federico Arribas, secretario de la Sociedad Española de Epidemiología: "Era una enfermedad infecciosa frente a la que la población no había estado expuesta, lo que provocó un exceso de mortalidad principalmente entre la población con salud más débil, que podría haber fallecido en los años posteriores". Ahora, detalla, aunque el virus continúa, y de hecho se transmite "con más facilidad", su letalidad ha descendido, tanto por la propia adaptación al humano como por la exposición –por infección o vacuna– de la población.
Este efecto se ha percibido en las tres provincias, aunque con matices. En Zaragoza es donde menos se reducen los fallecimientos, situándose todavía por encima de la media previa a la pandemia; mientras que en Huesca se registraron en 2023 mínimos de, al menos, la última década. "En los próximos años viviremos un periodo de transición, hasta normalizar la situación", apunta de Blas.
Evolución de los fallecimientos en Aragón
En este sentido, Arribas recuerda que durante la primera semana de este año, según los datos recogidos en el Boletín Epidemiológico de Aragón, se está viendo un incremento de la mortalidad, especialmente en Zaragoza y entre mayores de 65 años, producto de la situación epidemiológica actual. "En estos momentos, la covid tiene poca presencia y lo que se produce es un brote de gripe A, similar al de años previos a la pandemia, en el que hay cierta sobrecarga asistencial y un incremento de la mortalidad", puntualiza.
Los datos del INE reflejan una tendencia similar en todas las autonomías, aunque Aragón es de las que registra mayores descensos y cifras más cercanas a 2019. Otras como Canarias, Comunidad Valenciana o Andalucía todavía tienen cifras un 6% superiores a las de antes de la pandemia.
Los nacimientos, en descenso
Y mientras que los fallecimientos regresan a sus registros habituales, los nacimientos continúan a la baja. Hasta noviembre de 2023, se habían producido 7.897 alumbramientos en Aragón, un 4,61% menos que en el mismo periodo del año anterior. Se mantiene así la tendencia descendente iniciada hace años y que, recientemente, solo se ha revertido en 2021. Por provincias, Zaragoza es la que menos bajada acumula en 2023, apenas un 0,87%, rozando los 6.000 hasta noviembre. En Teruel, la caída es del 12,45%, con solo 766 nuevos bebés; mientras que en Huesca alcanza el 15,78%, con 1.177 alumbramientos.
En el conjunto del país la reducción acumulada es del 2,16%, siendo La Rioja donde más baja (un 10,66%). Por su parte, en Madrid y Extremadura se alcanzan incluso cifras positivas.
