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Cada año se diagnostican alrededor de 600 nuevos casos de epilepsia en Aragón
Se estima que unos 10.000 aragoneses padecen esta patología, que es la enfermedad neurológica más frecuente en niños y la tercera en mayores de 65 años.
La epilepsia afecta en Aragón a alrededor de 10.000 personas y cada año se diagnostican unos 600 nuevos casos. Y, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), es la enfermedad neurológica más frecuente en niños y la tercera en mayores de 65 años.
El retraso en el diagnóstico de esta patología puede alcanzar los 10 años. Este lunes se celebró el Día Internacional de la Epilepsia, una cita que tiene como objetivo crear conciencia sobre esta enfermedad neurológica y tratar de reducir su estigma, ya que se estima que al menos un 25% de la población adulta que padece epilepsia sufre discriminación.
"Se trata de una enfermedad neurológica crónica caracterizada por producir, de forma recurrente, convulsiones, comportamientos y sensaciones inusuales o episodios de alteración de la conciencia", explica el doctor Juan José Poza, coordinador del grupo de estudio de Epilepsia de la Sociedad Española de Neurología: “Es la cuarta enfermedad neurológica más común y puede afectar a personas de todas las edades y géneros, lo que la convierte en un importante problema de salud mundial ya que, además, su tasa de mortalidad es 2 o 3 veces mayor que la de la población general y es, después del ictus, la segunda causa de atención neurológica más habitual en Urgencias”.
Aunque la epilepsia puede afectar a personas de todas las edades, es más común que debute en personas mayores de 65 años y en niños: alrededor de un 10% de los menores padecen epilepsia y, en adultos, la curva de la incidencia de esta enfermedad aumenta considerablemente a partir de los 60 años hasta afectar, al menos, a un 30% de los mayores de 80 años. Además, en estos dos grupos poblacionales es donde se produce un mayor infradiagnóstico haciendo que, en algunos casos, el retraso en el diagnóstico pueda alcanzar los 10 años.
En este sentido, desde la Sociedad Aragonesa de Neurología (Saran), su presidenta, la doctora Elena Muñoz Farjas, reconoce que "en casi todas las enfermedades neurológicas se retrasa el diagnóstico entre 5 y 10 años porque son poco conocidas, ya que existen muchas enfermedades raras". Es, de hecho, "una de las especialidades que atiende un mayor número de enfermedades raras". Es, resume, una enfermedad crónica: "Hay un grupo que son genéticas, en otro no se sabe la causa y en otro es secundaria a otras patologías, como ictus, la más frecuente, tumor, vasculitis...".
Con los tratamientos de los que se dispone actualmente, hasta un 70% de las personas que padecen epilepsia pueden conseguir controlar adecuadamente la enfermedad. Por lo que acceder al tratamiento correcto es fundamental para tratar de evitar no solo la discapacidad que puede provocar esta enfermedad, sino también muchas de las comorbilidades que suelen ir asociadas a la epilepsia.
En un 50% de los casos que se dan en pacientes adultos, la epilepsia va asociada a trastornos psiquiátricos, neurológicos o intelectuales: depresión (que afecta al 23% de los pacientes) o ansiedad (20%) destacan entre las afecciones psiquiátricas más frecuentes, mientras que cefaleas, problemas cardiacos, digestivos, artritis, demencia… también afectan en mayor medida a las personas adultas con epilepsia. Por otra parte, un 30% o un 40% de los niños con epilepsia ven afectada su capacidad intelectual, donde dolores de cabeza y otras afecciones físicas o del ánimo también son comunes.
"El estigma está presente en esta enfermedad"
Para Lidia Martínez, estudiante de Trabajo Social, que participa este martes junto al neurólogo Luis Javier López del Val en un acto organizado en el Centro Joaquín Roncal por la Asociación Aragonesa de Epilepsia (Asade), "en la discapacidad y en este caso la epilepsia existe mayor probabilidad de sufrir algún problema de salud mental". En este sentido, habla de los "factores psicológicos, ya que las personas tienen mayor dificultad para lograr sus objetivos, realizar sus tareas de la vida diaria o distintos conflictos". "También existe mayor dificultad a la hora de expresar sus sentimientos y pensamientos y pedir ayuda si la necesitan", señala.
Hay, también, dice, "factores sociales": "Las personas con discapacidad al tener en ocasiones mayor dificultad para realizar las tareas pueden ser rechazadas. Un ejemplo muy claro lo tenemos en el mercado de trabajo donde las personas con discapacidad tienen claras dificultades para encontrar un empleo".
"La epilepsia -destaca- es un claro ejemplo de todo esto". "El estigma está presente dentro de esta enfermedad". Se asocia a convulsiones, pero "realmente no se ve todo lo que hay detrás, los distintos tipos que existen, la lucha diaria de los epilépticos y su continuo rechazo en la sociedad y la lucha de sus familiares y círculo cercano por facilitarles y apoyarles en el día a día".
