La antigua sede de Telefónica se pone en alquiler ante la falta de acuerdo con Primark

La propiedad oferta 3.000 metros cuadrados para locales comerciales en el edificio de Independencia y otros 2.500 destinados a oficinas.

La consultora encargada de la comercialización ha convertido parte de la fachada en un anuncio de alquiler.
La consultora encargada de la comercialización ha convertido parte de la fachada en un anuncio de alquiler.
Oliver Duch

El desembarco de la compañía irlandesa de ropa y complementos Primark en la ‘milla de oro’ comercial de Zaragoza se esfuma. Tras meses de negociaciones, la propiedad de la antigua sede de Telefónica en el paseo de la Independencia ha decidido poner en alquiler el edificio ante la falta de acuerdo y ha dejado la operación en manos de una de las principales consultoras inmobiliarias, John Lang Lasalle.

Fuentes implicadas en la operación han recordado a este diario que la apertura de la macrotienda de esta cadena de bajo precio se había previsto a lo largo de 2024 y que los contactos se torcieron a finales del año pasado. Consciente del interés de las grandes marcas por estar en la zona más deseada de la ciudad, la sociedad propietaria del inmueble, Torcalena, ha optado por comercializar íntegramente los más de 5.300 metros cuadrados del inmueble, repartidos en cuatro plantas y almacenes.

La consultora ha vinilado las cristaleras de la planta calle que ocupaba hasta hace unos meses la tienda de Movistar y parte de la fachada superior ofertando hasta 3.000 metros cuadrados de locales comerciales y otros 2.300 metros de oficinas.

Este reparto de usos concentra la zona comercial en la parte inferior del edificio –entre la planta sótano, baja y primera– y el resto se reserva para oficinas ante la escasez que hay ahora mismo en el centro. Torcalena está ahora abierta a habilitar locales, presumiblemente hasta dos dado el espacio de escaparate del que dispone en los soportales del paseo.

La propiedad, que opta por guardar silencio, dispone desde el pasado mes de septiembre de la licencia urbanística para la rehabilitación estructural de este edificio de casi un siglo y protegido por su interés arquitectónico. El objetivo es proteger su integridad estructural y estética, aunque por el momento Torcalena plantea la intervención como un paso intermedio a la rehabilitación completa del inmueble.

Las obras comenzaron a finales del año pasado con el objetivo de acometer demoliciones, limpieza y retirada de todas las infraestructuras de servicios y equipos instalados en las distintas plantas del edificio. Por su anterior uso, tiene todo tipo de instalaciones eléctricas y de telecomunicaciones que se debían retirar antes de su posterior remodelación de espacios.

La venta del inmueble a Torcalena se cerró en 2016 y la nueva propiedad tramitó una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) dos años después para cambiar los usos y salió adelante por unanimidad: de una calificación de equipamiento privado destinado al servicio público de telecomunicaciones pasó al actual, uso comercial y de oficinas (terciario).

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