Bibiana salva algo más que el único bar de La Puebla de Albortón
El pueblo celebra la reapertura del local regentado por esta colombiana, en el que el Ayuntamiento ha invertido 140.000 € y que es el "centro de vida" de sus 60 vecinos.
En el único bar de La Puebla de Albortón caben los 60 vecinos que viven en invierno y mantienen abiertas las últimas 18 casas. Es el centro de vida para el municipio, como ocurre en todos los que sufren los estragos de la despoblación. Y todos los residentes deben a Bibiana Grisales y a su familia, colombianos de origen, que lo reabriera el pasado abril al asumir la concesión tras dos meses sin servicio.
"Bibiana, al salvar el bar, ha logrado que este pueblo esté vivo y ahora hemos hecho una reforma integral. Permite verte con tus vecinos, que cualquier visitante pueda quedarse a comer y sirve como punto de recogida para los paquetes ahora que está tan de moda las compras por internet", apunta el alcalde, Jesús Val (Aragoneses).
La jornada de este sábado ha sido de fiesta mayor. Nadie se quiso perder la inauguración de la reforma a la que se ha sometido durante los últimos tres meses el establecimiento municipal, en el que se han invertido más de 140.000 euros para dotarlo de una nueva cocina y barra y acometer un total reacondicionamiento. El servicio no se interrumpió porque se trasladó provisionalmente al pabellón.
Bibiana Grisales ha asumido el negocio con el apoyo de su marido, Alberto, albañil de profesión, y de sus dos hijos, Juan Manuel y Miguel Ángel, que echan una mano los fines de semana porque estudian FP en Zaragoza. La nueva concesionaria se impuso en el proceso de selección, a la que se presentaron otros dos aspirantes, y está "muy feliz" con su nueva vida, con la que dejó atrás una etapa de cinco años en la capital aragonesa. "Se presentó la oportunidad para trabajar en equipo, en familia, y estamos encantados. Aquí se respira tranquilidad y todo es muy familiar", señala.
El respaldo municipal facilitó su llegada, ya que disponen gratuitamente de una de las dos viviendas de 90 metros de la Casa Consistorial y solo deben pagar como canon del bar el 40% de la factura eléctrica. En el establecimiento ofrece un menú tradicional, adaptado a los gustos locales, aunque ofrece especialidades colombianas bajo pedido.
Lo que no sabía cuando llegó es la importante colonia colombiana de este municipio enclavado en la comarca de Campo de Belchite, que representa un tercio de los residentes lo que ha aportado y que ha aportado un halo de juventud: seis niños vuelven a jugar en sus calles. Aunque podrían haber reabierto la escuela, los padres optaron por mandarlos a estudiar a Belchite, a 16 kilómetros, para lo que disponen de una furgoneta que les lleva a diario en 20 minutos. "La mayoría son hermanos y si están todo el día juntos no se relacionan con otros críos de su edad, por lo que prefirieron llevarlos a Belchite", apunta Val.
Las denominadas antiguas escuelas se han convertido en el verdadero núcleo de vida de La Puebla de Albortón, ya que concentran el bar, la tienda multiservicio, el centro social y la piscina. "Y el bar es fundamental, el principal servicio del pueblo", concluye el alcalde.
