Cataluña plantea ahora un ministrasvase hasta el Priorato para regar 5.000 hectáreas
La Generalitat propone a la CHE una cesión de 5 hm3 con el objetivo de "salvaguardar" viñedos y olivos.
El Gobierno catalán vuelve a la carga con el minitrasvase del Ebro. Después de descartarlo hace un mes para solventar la sequía de Barcelona tras la polémica interna generada, ahora plantea desviar 5 hectómetros cúbicos de agua hasta los embalses del Priorato para garantizar el riego de 5.000 hectáreas de viñedos y olivos. La inversión asciende a 60 millones de euros y la financiaría la Generalitat en un plazo de tres años, aunque está condicionada a la preceptiva autorización de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) para disponer del agua.
La propuesta la ha expuesto este domingo el consejero de Acción Climática, David Mascort, en una reunión en la localidad tarraconense de Falset, enclavada en la comarca del Priorato, con alcaldes y regantes, cuyos embalses están vacíos por una pertinaz sequía que amenaza la "supervivencia" de su forma de vida.
David Mascort ha detallado que se trata de acometer dos proyectos, que ya cuentan con sendos estudios de viabilidad, para dar una "solución estructural y definitiva" al déficit hídrico de la comarca al garantizar un riego de apoyo a sus cultivos. El primero supondría desviar agua del Ebro desde el municipio de García, en la vecina comarca de Ribera de Ebro, hasta el embalse de Siurana, situado a 31,6 kilómetros de distancia. La segunda actuación pasa por conectar el pantano de Margalef con la red de regadío del canal Garrigues-Sur.
El consejero catalán ha reconocido que la primera infraestructura para derivar agua de la cuenca del Ebro a embalses que no pertenecen a la demarcación es "un poco más costosa y complicada" y depende de que entre en la "próxima planificación" de la CHE. A este respecto, Mascort aseguró que ya ha trasladado la actuación al organismo de cuenca. "Y parece que la ve con buenos ojos", ha añadido.
El titular de Acción Climática, Alimentación y Acción Rural ha subrayado hasta en dos ocasiones que la Confederación Hidrográfica se encarga de "administrar" el agua y que la Generalitat es la responsable de dar apoyos a los regantes construyendo las redes que garantizan que llegue el agua a sus fincas.
Mascort ha valorado que todas las partes están "bastante de acuerdo" en que la situación es complicada y se requiere buscar soluciones estructurales, "y no parches" como hasta ahora, "de forma conjunta con la CHE".
Con las dos soluciones planteadas, entre 2026 y 2027 se pretende aportar aproximadamente 1.000 metros cúbicos por hectárea regable a un ámbito de actuación que engloba unas 5.000 hectáreas. Es decir, se requiere desviar del Ebro un total de cinco hectómetros cúbicos, un volumen de agua equivalente a los derechos de riego cedidos por el municipio de Épila a la Corporación Alimentaria Guissona para garantizar el consumo del macrocomplejo industrial y logístico de Bon Àrea.
En un comunicado, la Generalitat ha especificado que el proyecto para llevar agua del río Ebro hasta el embalse de Siurana permitiría aportar riego de apoyo al área del Priorato que queda fuera del alcance de los embalses que hasta ahora suministran a la comarca, los de Guiamets, Margalef y Siurana, cuyas reservas están al mínimo.
La propuesta se basa en un estudio de finales del año pasado que considera "viable" consolidar la red de regadío de la cuenca del río Siurana desde la citada captación del río Ebro a la altura de García. La propuesta conlleva conducir primero el agua hasta el embalse de Guiamets (10,1 kilómetros) y de ahí bombearla al de Siurana (21,5 kilómetros), con una dotación anual de 1.229 metros cúbicos por hectárea.
Derivación previa del Ebro
A su vez, el segundo proyecto para conectar el embalse de Margalef con el canal de Garrigues-Sud garantizaría el suministro desde el embalse de Palma de Ebro y podría estar en servicio en 2026. En esta línea, la Generalitat recuerda que los agricultores ya no pudieron regar las fincas en su totalidad el año pasado y ya se pidió a la CHE una derivación temporal de agua desde el Garrigues-Sur hacia la Comunidad de Regantes del Montsant. En esta línea, indicó que se trató de una solución temporal que sirvió en parte para reducir "un poco" el impacto negativo de la extrema sequía.
