Una sombra se cierne sobre el futuro de la distribución de alimentos a través de los fondos FEAD (Fondo de Ayuda Europea para las Personas más Desfavorecidas) en España que afecta a los bancos de alimentos. La consejera de Bienestar Social y Familia del Gobierno aragonés, Carmen Susín, ha criticado este lunes el descenso de esta ayuda, respaldada por la Unión Europa, que se ha reducido en 2023 y cuya futura distribución genera "incertidumbre", ya que se desconoce cómo va a continuar durante 2024 al estar previsto que se sustituya por tarjetas monedero.

Susín se ha referido a esta situación durante su visita a las instalaciones del Banco de Alimentos de Huesca. "El Gobierno de España no sabe lo que quiere hacer con esta ayuda de urgencia alimentaria para personas más vulnerables. Estamos en un momento crítico en el que bajan los fondos del Gobierno de España", ha asegurado. 

Por este motivo, ha subrayado, por primera vez el Ejecutivo autonómico colabora de forma estable con estas organizaciones a través de convenios y les ha concedido una subvención económica que se contempla en los presupuestos: 100.000 euros para el Banco de Alimentos de Zaragoza y 50.000 euros para los de Huesca y Teruel.

"Esta es la ayuda directa que se ha aprobado este año y cuando sepamos claramente qué es lo que va a hacer el Gobierno de España con el programa de ayuda alimentaria nos sentaremos con los bancos de alimentos y con las entidades a trabajar para ver cómo desde el Gobierno de Aragón se puede solventar la falta de ayuda que va a llegar del Gobierno de España, para garantizar la ayuda alimentaria a las personas y familias más vulnerables", ha manifestado.

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Los FEAD van a ser sustituidos por el nuevo Programa de Asistencia Material Básica, también conocido como Programa Básico de Alimentos, en el marco del Fondo Social Europeo Plus (FSE+), que está previsto que a lo largo de 2024 implante un sistema de provisión de ayuda alimentaria a través de vales o tarjetas monedero. Se plantea que en 2025 sean las comunidades autónomas las que lo gestionen.

Desde el Departamento de Bienestar Social se ha precisado que según este planteamiento estas ayudas para alimentación llegarían a 700 familias aragonesas, un número que se considera insuficiente. Las comunidades autónomas están en conversiones con el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 para conocer los detalles de su implantación.

Estos fondos han desempeñado un papel fundamental en la lucha contra la inseguridad alimentaria. Estos suministros vitales, que han pasado de repartirse cuatro veces al año a solo dos durante 2023, incluían fruta en conserva, garbanzos cocidos, alubias cocidas, conservas de atún, galletas, conservas de carne, potitos infantiles, arroz blanco, conservas, pasta y cacao, entre otros productos.

Susín ha recorrido el banco de alimentos de la capital oscense junto a la alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna, y la presidenta de la asociación, Julia Lera. Por su parte, Lera, ha agradecido las aportaciones institucionales, en un "momento difícil", ya que "el Banco tiene que afrontar diversos gastos, como es la compra de alimentos, aunque muchos son donados, así como otros gastos fijos de mantenimiento de las instalaciones". También ha reconocido la "solidaridad y generosidad" de los oscenses, ya que en la última recogida de alimentos las aportaciones disminuyeron muy poco respecto a la anterior campaña, obteniendo 85.000 kilos tanto en productos físicos como en donativos monetarios.