El 'boom' de las sesiones de fotos de Navidad: “Llené toda la agenda en tan solo dos días”

Aumenta la demanda de las familias por hacerse fotografías de Navidad de estudio para felicitar las fiestas y ya son pocos los que conservan la tradición de mandar postales manuscritas.

Una pareja de niños hacen un pastel en una sesión de fotos de Navidad.
Una pareja de niños cocinando en una sesión de fotos de Navidad.
Raquel Labodía

Las instantáneas navideñas llenan estos días las redes sociales, los Whatsapp y las agendas de los móviles de todos los aragoneses. Todo el mundo quiere tener una foto con la que felicitar las fiestas a sus amistades y seres queridos, y cada vez más personas recurren para ello a fotógrafos profesionales y fotos de estudio para tener el recuerdo perfecto que sus móviles son incapaces de conseguir.

La demanda de estas sesiones de Navidad es tal que las reservas comienzan a hacerse después del verano, y las fotos cuando todavía podemos ir de manga corta por la calle. “Hay mucha demanda. Este año empezaron a llamarme para preguntar antes que en otras ocasiones”, confirma la fotógrafa Beatriz Pitarch. “En septiembre ya tenía peticiones y ni siquiera había montado aún el escenario de Navidad para hacer las sesiones fotográficas”, confiesa. 

“Lo habitual, en los últimos años, es abrir la temporada después del Pilar y así lo hacen la mayoría de mis colegas, aunque yo suelo comenzar más tarde”, explica Pitarch. “Hasta noviembre no abrí la agenda y sin apenas darle publicidad -puso solo una foto en Instagram- se llenó todo en dos tardes”, asegura la fotógrafa. “A pesar de tener todo completo me han seguido llamando y he podido meter alguna sesión extra con calzador”, indica. 

Sesión de fotos de Navidad.
Sesión de fotos de Navidad.
Beatriz Pitarch

Sobre los clientes que demandan este tipo de servicios, Pitarch señala que “es un público fiel que suele repetir. A muchos de ellos les he hecho las fotos de la boda, las sesiones del nacimiento de los niños y siguen conmigo para hacer las sesiones de Navidad”, enumera. “Te convierte en su fotógrafo de confianza”, asevera la fotógrafa.

"A muchos de mis clientes les he hecho las fotos de la boda y las del nacimiento de los niños. Te conviertes en su fotógrafo de confianza".

Más fotos de Navidad, menos de comunión

Al adelanto de fechas contribuye no solo la alta demanda, también el interés de los profesionales del sector que desean aprovechar al máximo el potencial de negocio en esta época del año, ante el descenso de trabajo de otras celebraciones. 

“Se ha adelantado mucho la fecha a la que algunos fotógrafos anuncian sus sesiones navideñas y es porque cada vez se hacen menos sesiones de comunión”, asevera la fotógrafa Arancha Benedí, por lo que “muchos de mis colegas anuncian las campañas de Navidad en junio”, indica. “Yo empecé a coger reservas en septiembre y las comencé a tomar las fotos después del Pilar", apunta Benedí. 

"Comencé a coger reservas en septiembre y a hacer las fotos después de las Fiestas del Pilar".

Para estas fechas, esta fotógrafa ya había acabado la campaña y había desmontado el escenario, pero "siempre hay alguien que llama a última hora y he tenido que volver a montarlo para hacer nuevas sesiones entre esta semana y la que viene”, afirma Benedí.

Y es que “la de Navidad es la campaña más grande del año”, dice, por su parte, Raquel Labodía, fotógrafa infantil. “Suelo hacer unos 90 sesiones en estas fechas. Duran en torno a una hora y hago entre 4 a 7 cada día”, señala. “Todos los años se llena rápido la agenda. En esta ocasión, en tres días tenía todos los fines de semana ocupados”, continua. Las citas para un día entre semana tardan más pero “en algo más de dos semanas cerré toda la agenda y en noviembre ya no me quedaban huecos”, asegura Labodía.

"En dos semanas cerré toda la agenda y en noviembre ya no me quedaban huecos"

“Suelo empezar con las fotos la última semana de octubre, por lo que es acabar las sesiones del Pilar y montar el decorado para las de Navidad”, añade la fotógrafa que acaba de terminar la campaña. “Ahora estoy editando las fotos para entregarlas esta semana porque todo del mundo las quiere tener antes de Nochebuena”, indica.

Los abuelos, cada vez más protagonistas

Sobre los motivos de este creciente interés, Labodía tiene su propia teoría por lo que escucha a las familias en su estudio. “He notado que, desde que acabó la pandemia, hay más gente interesada en este tipo de fotografías”, informa. “Parece que todavía se acuerdan de las Navidades que tuvimos que pasar separados y del tiempo que estuvimos sin poder vernos, por lo que ahora cobra más sentido tener esa foto de todos juntos”, explica la fotógrafa.

Los abuelos siempre están presentes. La frase: 'esta foto, para los abuelos' es una de las más escuchadas

Y el perfil del cliente también ha variado. “Antes venían sobre todo padres con sus hijos pequeños y, ahora, cada vez más, acuden a estas sesiones personas más mayores, abuelos que quieren hacerse las fotos rodeados de sus nietos. Son sesiones cada vez más frecuentes”, desvela. Y aunque a la sesión no acudan, siempre están presentes. La frase, ‘esta foto, para los abuelos’ es una de las más escuchadas por Labodía estos días.

Postales de Navidad que resisten

Muchas de estas fotografías se utilizan como felicitación navideña que se envía por Whatsapp, mail o de manera física a familiares y amigos y, cada vez menos personas recurren a la tradicional postal de Navidad manuscrita “de toda la vida”.

Carolina Martínez es una de ellas. Esta zaragozana de 43 años lleva mandando, vía correo postal, sus christmas navideños desde que era una adolescente. “Es una costumbre que he querido mantener. Me gusta la sensación de escribir mis deseos, mis pensamientos y mis emociones de puño y letra, en una carta bonita y que la persona que la recibe se lleve una alegría al abrir el buzón de su casa”, explica. 

“En lugar de tantas facturas, recibir una carta personalizada es una satisfacción”, añade. “Suelo mandar cada año unas 10 postales a mis amigos más cercanos y a mi familia. La mayoría de ellos me llama para decirme que la han recibido, que les ha hecho mucha ilusión y que les llama la atención que siga con esta costumbre”, comenta Martínez. 

“Otros me dicen que, tras la Navidad, las guardan en la caja de la decoración navideña y que, cada año, las colocan en un lugar bonito de su casa como parte de la decoración de estas fechas”, recuerda. “Para mÍ es algo muy bonito. Las de este año ya las tengo escritas y las he echado al buzón esta misma semana, así llegarán a tiempo para felicitar la Navidad”, concluye.

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