Chueca consigue relanzar la nueva Romareda con el apoyo de Vox y la abstención del PSOE

La Comisión de Presidencia aprueba el expediente, con el único voto en contra de ZEC, y Víctor Serrano se congratula de poder "lanzar el cochete".

Julio Calvo (Vox) y Víctor Serrano (PP), antes del inicio de la comisión.
Julio Calvo (Vox) y Víctor Serrano (PP), antes del inicio de la comisión.
Oliver Duch

La nueva Romareda SL, la sociedad de propósito singular que impulsará la remodelación del estadio de fútbol, supera un trámite administrativo más. Salva la alcaldesa Natalia Chueca una "bola de partido" y empieza a encarrillar un proyecto de ciudad que se torció en septiembre, cuando el Real Zaragoza anunció que renunciaba a presentarse al concurso para ejecutar el campo. Para el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, la aprobación del expediente que da vía libre a la sociedad permitirá "lanzar un cohete" que ya se sabe dónde llegará porque el equipo de Gobierno tiene "todas las coordenadas". No podía, a pesar de ello, avanzar en solitario. El visto bueno en la Comisión de Presidencia ha salido adelante gracias al voto a favor de Vox y una abstención del PSOE, que al PP le ha sabido a poco y que ha reprochado. Desde ZEC han cuestionado el coste, la legalidad y los plazos del nuevo estadio y se mantuvieron en el ‘no’.

Serrano y Ángel Lorén, consejero de Presidencia, han destacado el "momento histórico" que vive el Ayuntamiento de capital que tras varias décadas y cinco proyectos fallidos encara la que espera que sea la apuesta definitiva para sacar adelante la nueva Romareda. Un "caso de éxito" que responde a la "necesidad imperiosa" de que Zaragoza tenga un estadio acorde a lo que merece y que permite hacer las cosas con "solvencia, rigor y certidumbre". "No ha habido ningún proyecto que haya tenido la cantidad de análisis internos y externos del que traemos aquí desde el punto de vista económico, jurídico y de solvencia», ha asegurado Serrano. Aunque quedó lejos de convencer a los concejales de la izquierda, que cuestionaron los plazos y el coste real del nuevo estadio.

Apelando al mal menor y advirtiendo al equipo de Gobierno de que el apoyo se limita a la constitución de la sociedad y que no es un "cheque en blanco", Julio Calvo, de Vox, ha confirmado su voto a favor. Responde, argumentó, a la "necesidad ineludible de solucionar un problema" pues la opción que defendían, la de un campo a coste cero para los zaragozanos, se "frustró". Calvo ha defendido que la ciudad necesita estadio nuevo, que hay que aprovechar la celebración del Mundial en 2030 y ha declarado que su partido valora positivamente que la aportación municipal se realice con la aportación del derecho de superficie del terreno. Su postura en adelante dependerá de la "rentabilidad futura". Ofrecerá un apoyo "vigilante y crítico, deseando que el proyecto sea un éxito urbanístico, económico, deportivo y cultural", ha zanjado.

El socialista Horacio Royo se ha esforzado por conservar el equilibrio mientras deambulaba por un fino alambre. Ha iniciado su intervención afeando la "lucha de egos" entre Serrano y Lorén y acusando a Calvo de haber sido "cómplice de un engaño urdido como reclamo electoral" en marzo para acabar, nueve meses después, con una sociedad público-privada como proponía su partido, según ha dicho.

El expediente para constituir la sociedad para la nueva Romareda es, para el socialista, "una chapuza", con "riesgos objetivos" y un proyecto que pasa de coste cero a "120 millones de dinero público, 40 del Ayuntamiento, 40 de la DGA y 40 en deuda". Ha cuestionado los informes que incluyen, como fuente de ingresos, la publicidad en las gradas y la organización de jornadas de lucha libre americana, e incluso el pago del canon por parte del Real Zaragoza.

A pesar de todo, y para evitar que el Ayuntamiento vaya a la Federación Española de Fútbol con el voto en contra del "principal partido de la oposición", Royo ha anunciado su abstención. También ha deseado suerte al Gobierno municipal porque hay síntomas de que "esto acabará mal", ha advertido.

Serrano se ha quedado preocupado con la postura del PSOE, a pesar de su abstención. Ha defendido que la sociedad respeta los principios de eficiencia y solvencia económica, cumple con la reserva legal del 20% del capital existente, los fondos propios prevalecerán en la sociedad y ha asegurado que no se realizarán aportaciones dinerarias más allá de la constitución de la sociedad. Ha ensalzado el concejal de Urbanismo el papel jugado por Chueca, y también por el actual presidente de Aragón, Jorge Azcón, que no ha cejado de luchar y de esquivar "los misiles" que llegaban desde el Pignatelli y de Javier Lambán.

Los mayores recelos han llegado de ZEC, que ha pasado de ver la operación como un "pelotazo" a un "desagüe de dinero público". "¿Van a ir a los tribunales con el expediente o no?", ha espetado Serrano a la edil Elena Tomás. El expediente de la sociedad La Nueva Romareda, SL buscará el lunes apoyos en el pleno municipal.

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