Lambán ve peligrar la Constitución por los pactos del PSOE con los separatistas y llama a "militar" en su defensa por el bien de Aragón
En un artículo publicado en HERALDO con motivo del 45 aniversario de la Constitución, el expresidente del Gobierno aragonés expresa su "honda preocupación" por la repercusión de los acuerdos alcanzados con los separatistas por el líder de su partido y presidente de España Pedro Sánchez.
El expresidente del Gobierno de Aragón y senador socialista Javier Lambán considera que las amenazas que se ciernen sobre los principios en los que se basa la Carta Magna y su repercusión especialmente en comunidades como Aragón hacen necesario "militar en la defensa de la Constitución". Así lo manifiesta en un artículo publicado en HERALDO este 6 de diciembre, con motivo del 45 aniversario de la Constitución Española.
En el artículo, recuerda que esta celebración tiene lugar en un momento en que la Carta Magna está "en el ojo del huracán" por diversas razones, entre ellas la tramitación de la Ley de Amnistía contemplada en los acuerdos de su partido con los independentistas catalanes "agrava la polarización que ya existía en España".
Considera que la "tormenta jurídica era previsible", debido a que mientras el Ejecutivo mantiene que se atiene a la Constitución, "la mayoría de los expertos jurídicos piensan que no, pues consideran que vulnera preceptos como el de la exclusividad de jueces y magistrados para juzgar y hacer ejecutar lo juzgado o como el de la igualdad de todos los españoles ante la ley". Recuerda que, en opinión de estos expertos, " una amnistía solo es admisible como un borrado de los crímenes con intencionalidad política cometidos en el contexto de regímenes dictatoriales", como fue la razón de ser de la Ley de Amnistía de 1977, aprobada por el 85 % de los miembros del Congreso, "es decir, que fue consecuencia de un gran acuerdo nacional".
Lambán defiende que la tormenta política "tampoco era imprevisible", dado que se trata de un paso que "el propio Pedro Sánchez se había negado siempre a dar". Así, el expresidente aragonés considera que la Ley de Amnistía responde a "una exigencia de Puigdemont y Junqueras para votar la investidura, lo cual ha aumentado el malestar político y social".
Lambán recuerda que siempre ha mostrado su oposición a la amnistía porque "socaba la autoridad moral y política del Estado", "da alas a ERC y JxCat", que seguirán persiguiendo la independencia, y, por tanto, "no resuelve, por tanto, el problema de Cataluña y, sin embargo, agrava la polarización que ya existía en España".
Asegura también sentir "honda preocupación" por el hecho de que un socio del Gobierno de la nación se niegue a reconocer al Rey como "símbolo de la unidad y de la permanencia del Estado". Asimismo, se muestra preocupado "por el creciente deterioro de las instituciones del Estado, y, en especial, la idea ampliamente extendida de que se ha quebrado la separación de poderes, esencia misma de la democracia liberal". Y expresa su preocupación por el "frentismo político de triste recuerdo histórico que parece ir trasladándose poco a poco a la sociedad". Asegura que hay "cada vez más actores políticos interesados en cavar trincheras infranqueables entre la izquierda y la derecha y en dinamitar cualquier espacio de centralidad".
En su opinión, "unos y otros radicalismos contribuyen a que los partidos moderados hayan roto todos los puentes de entendimiento, de manera que el consenso básico sobre el que se sustentan la Constitución y la convivencia se revela a día de hoy imposible".
Afirma que la Carta Magna "nos ha procurado una etapa de prosperidad y reconocimiento internacional como nunca habíamos tenido", y ahora se ve amenazada por varios frentes. "Si la Constitución no puede ser militante en su propia defensa, es el momento de militar en la defensa de la Constitución", señala.
Alega que Aragón tiene motivos añadidos para esa militancia, dado que es "cuña territorial" entre el País Vasco y Cataluña y ha sido víctima ya de los efectos desestabilizadores del nacionalismo insolidario. Por todo ello concluye que "defender la Constitución es defender a Aragón y nadie mejor que los aragoneses podemos ser sus paladines en el conjunto del país".
