temporada de esquí
La apertura de las estaciones de esquí para el puente sigue en el aire a la espera de nevadas
Las pistas aragonesas confían en que el frente que cruza el Pirineo permita estrenar la temporada
A menos de una semana para el puente de la Constitución, las estaciones de esquí aragonesas siguen a la espera de una nevada que les permita estrenar, aunque sea parcialmente, la temporada de este año. El manto blanco acumulado hace unos días prácticamente ha desaparecido por las altas temperaturas, lo que hace inviable la apertura, prevista en principio para estas fechas. Los responsables de los centros invernales confían en que el frente que barre estos días el Pirineo, de momento con lluvias, deje unos espesores suficientes conforme llegue el frío para recibir a los primeros esquiadores. La decisión, previsiblemente, se tomará el lunes.
"Tenemos que esperar, esperamos poder abrir durante el puente", señaló este jueves el presidente de Aramón, Antonio Gericó, en el acto de presentación de la nueva temporada celebrado en Madrid. El responsable del ‘holding’ aragonés reconocía que, de momento, el frente que cruza ya los Pirineos está dejando más lluvia que nieve, pero confiaba en que la caída de las temperaturas prevista para el fin de semana permita abrir, aunque sea a medio gas. "No sé con qué superficie, pero desde luego haremos lo que haga falta para poder arrancar ya", apuntó
Una análisis similar hacen en el valle del Aragón, donde las dos estaciones de esquí se han dado de plazo hasta el lunes para decidir si estrenan la temporada para el puente de la Constitución. "Actualmente trabajamos al máximo para abrir lo antes posible y esperamos la llegada de nuevas nevadas para anunciar la fecha de apertura rápidamente y con las condiciones que todos deseamos", explicaron este jueves en un comunicado el dominio conjunto Astún-Candanchú 100K.
En el caso de Candanchú, aseguraron que tienen unos 15 cm de nieve a partir de la cota 2000 y esperan que se confirme el descenso térmico anunciado para el fin de semana para poder activar los cañones. "Confiamos en el trabajo que se pueda realizar e intentaremos abrir el puente ya que es una fecha muy importante", indicó Lucas Sáez, responsable de Comunicación y Marketing.
Mientras, en Astún las perspectivas son idénticas. De momento no tienen nieve suficiente para fijar una fecha de apertura, pero confían en que se confirmen los pronósticos de nevadas para hoy y mañana y de frío durante todo el fin de semana. "El lunes veremos qué ha dejado de nieve, cuánta hemos podido hacer y qué previsión meteorológica hay para esa semana y entonces veremos si es suficiente para abrir o no en el puente", indicó Andrés Pita, subdirector de la estación.
Llanos retrasa su estreno
Las copiosas lluvias registradas ayer en todo el Pirineo tampoco ayudaron a las estaciones ya que deshicieron las escasas reservas que todavía quedaban en pistas y la que habían podido fabricar con los cañones. De hecho, el primer centro invernal aragonés que había anunciado su apertura para este fin de semana, el de esquí nórdico de Llanos del Hospital, ha tenido que retrasar finalmente el estreno de la temporada por este motivo.
Según los datos recogidos por los pluviómetros de las estaciones meteorológicas, cayeron más de 135 litros por metros cuadrado en zonas de Sobrarbe como Espierba (Bielsa). En Astún se acumularon 90, en Formigal otros 75 y en Cerler superaron los 30. En este sentido, la CHE ha advertido que, debido a estas lluvias, se esperan crecidas en los tramos bajos de los ríos procedentes de los Pirineos como el Aragón, Gállego y Cinca.
No obstante, la Aemet ha activado un aviso por nevadas en el Pirineo al que se agarran los amantes del esquí. Se ha fijado a partir de las 12.00 de hoy y hasta las 18.00 del sábado, y podría dejar acumulaciones de 5 cm por encima de los 1.400 metros, principalmente en la Jacetania. Las temperaturas también bajarán de forma acusada durante todo el fin de semana.
No solo los aficionados al esquí están pendientes del cielo para estrenar la temporada. Como reconoció ayer el presidente de Aramón, el grupo tiene una plantilla de hasta 1.300 trabajadores directos, a los que hay que sumar los 13.000 puestos indirectos en hoteles y restaurantes de los valles. "Están poniendo velas y rezando para empezar ya", bromeó.
