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Javier García Campayo: "Los humanos nos autoengañamos mucho"
Este catedrático de Psiquiatría en la Universidad de Zaragoza ha publicado ‘Parar para vivir mejor. Guía definitiva para liberarte de la ansiedad y del ruido mental’, en la editorial HarperCollins.
‘Parar para vivir mejor’. El título de su libro suena bien, pero en la práctica parece algo complicado.
Para mucha gente, puede resultar complicado pero al final es una necesidad. Siempre digo que si no paramos nosotros nos va a parar la vida. Somos la sociedad con más estrés a lo largo de la historia de la humanidad. Ese estrés a nivel psicológico suele producir ansiedad y depresión.
¿Qué es lo que más ve en la consulta como médico psiquiatra en el Hospital Miguel Servet?
Que la gente no puede dejar de hablar consigo misma. Por eso el ‘mindfulness’ es tan útil.
¿Cuándo debe uno acudir al psicólogo o al psiquiatra?
En cuanto note que son muchos días y semanas las que está irritable, cansado, con sensación de que no llega, con preocupaciones continuas, con dificultades para dormir… Muchas veces son varios síntomas pequeños, pero que se mantienen en el tiempo y con una sensación de que no se van a resolver nunca.
¿Aún hay recelo de ponerse en manos de estos especialistas?
Está mucho más normalizado que hace 20 años. Las universidades están preocupadas de la mala salud mental de los estudiantes.
¿Hay suficientes psicólogos y psiquiatras en la sanidad pública aragonesa?
No. Estamos por debajo de las ratios recomendadas. Eso es igual en toda España y, en general, en casi todos los países. El coste es elevado y es difícil que los sistemas públicos puedan.
¿Qué consejos nos daría para liberarnos de la ansiedad?
Uno de los más importantes –junto al ‘mindfulness’– es la autocompasión, el cuidado hacia uno mismo. Somos nuestros peores enemigos.
¿Usted se quiere?
Sí, es lo más sano. Bastantes disgustos da la vida para darte tú otro. Eso también te hace ser mucho más comprensivo y cariñoso con los demás.
¿Y ha encontrado la paz interior?
Sí. La práctica de la meditación la hago desde los 16 años. En general, he encontrado un equilibrio. Todos tenemos nuestros días, pero es que la vida es fascinante.
En su libro habla mucho del sentido de la vida.
La mayor parte de la gente no se lo ha planteado, vamos tan deprisa... Pararse un poco te permite tener perspectiva; decir, de todo lo que hago qué es lo que al final de mi vida valdrá la pena. Si no tienes un claro sentido de la vida cualquier desastre que te ocurra pasa a ser el sentido de tu vida.
Para usted, hay tres aspectos clave en su vida: su familia, su profesión y su práctica meditativa.
Son muy importantes. El trabajo y la meditación van muy juntos.
¿Ha llegado a entender a la gente?
En general sí. Nunca se entiende del todo a alguien, ni siquiera uno mismo se entiende. Siempre hay como alguna motivación oculta porque los humanos nos autoengañamos mucho. Lo que he llegado es a admirar a la gente, a entender que los seres humanos hacemos todos lo que podemos. Somos unos héroes porque la vida es compleja.
![Brain, terapia basada en IA..BEAT CONTENT/..08/11/2023[[[EP]]]](https://imagenes.heraldo.es/files/image_320_180/uploads/imagenes/2023/11/08/brain-terapia-basada-en-ia-beat-content-08-11-2023-ep.jpeg)
¿Nos falta empatía con el otro?
Sí y a los médicos, también. Nos falta comprender el sufrimiento y la grandeza de la gente. Cuanto más conozco a gente más me enamoro del tipo de trabajo, de la vida… Somos extraordinariamente afortunados en este rincón del mundo.
¿Qué tiene que tener un buen psiquiatra?
Un gran amor hacia los demás; pero eso cualquier médico. Esa es la clave: la empatía. Es un tema que se está perdiendo.
¿Cuál es su mayor gratificación como profesor en la Universidad de Zaragoza? ¿Cómo le gustaría ser recordado entre el alumnado?
Que me recordasen como uno de los docentes que les inculcó la empatía y la humanidad como profesional. Y, sobre todo, que les hice entender el sufrimiento del ser humano. La importancia de estar ahí apoyando a las personas que sufren.
