Aumenta el número de niños de 2 años que todavía no hablan: estas son las causas según los pediatras

Han detectado un incremento importante de casos de niños pequeños con retrasos en el lenguaje por las nuevas tecnologías: "la Atención Temprana está desbordada".

Los pediatras aragoneses alertan del retraso en el habla de los niños de dos años a causa del uso de las pantallas y los móviles.
Los pediatras aragoneses alertan del retraso en el habla de los niños de dos años a causa del uso de las pantallas y los móviles.
Inteligencia Artificial

Los pediatras aragoneses han dado la voz de alarma. Desde hace un par de años han detectado un aumento importante de los niños de 2 años que todavía no han desarrollado el lenguaje o llevan un retraso en su desarrollo. 

El uso de la tablet, el ordenador, el teléfono móvil y todo tipo de pantallas estaría detrás esta situación. Las nuevas tecnologías están ampliamente extendidas entre toda la población y también entre la infancia. Los niños emplean gran parte de su tiempo de ocio jugando a videojuegos o viendo dibujos y vídeos en dispositivos tecnológicos y los pediatras, psicólogos y psicopedagogos llevan largo tiempo alertando sobre los peligros de este abuso de las pantallas.

Sin embargo, ahora se está viendo los efectos que tienen en los niños más pequeños. Los bebés de 0 a 3 años. “Las alarmas saltaron hace un par de años, después de la pandemia”, dice María Pilar Mallada, pediatra del Centro de Salud Rebolería y vicepresidenta de la Asociación de Pediatría de Atención Primaria (Arapap).“Durante el confinamiento hubo una utilización mayor de las pantallas por parte de estos menores y nos dimos cuenta de que un alto porcentaje todavía no habían desarrollado el lenguaje”, recuerda Mallada. 

Sin embargo, esto no fue algo pasajero y no terminó tras la pandemia. “El año pasado, en las revisiones que hicimos de los niños de esa edad, volvimos a ver que muchos de ellos no hablaban y que el desarrollo del lenguaje estaba cayendo en picado”, confirma la pediatra. 

Tiempo recomendado de uso de pantallas según la edad y consecuencias de la sobreexposición

“Ya no vale la excusa de la pandemia. El porcentaje de niños con problemas de lenguaje ha aumentado de manera importante. Solo hay que ver los servicios de Atención Temprana, que están desbordados por las solicitudes que hay en este sentido y todo es por el problema de las pantallas”, afirma la vicepresidenta de Arapap. “Si hasta hay ya soportes para móviles y tablets que puede acoplar a la sillita y el carrito del bebé”, lamenta. Por eso, los pediatras aragoneses piden que hasta los 3 años los niños eviten cualquier tipo de pantallas.

Cerebros en desarrollo 

Pero, ¿por qué las pantallas retrasan el lenguaje de los pequeños? ¿Qué pasa en su cabeza para que eso ocurra? “Los cerebros de los niños están sin madurar, no se han conectado todas sus partes y está en desarrollo, por lo que los estímulos que reciben desde las pantallas no los pueden procesar como deberían ni gestionarlos adecuadamente”, explica Mallada. “Las zonas del cerebro que controlan los impulsos no se empiezan a desarrollar hasta los 6 años, por lo que los niños menores de esa edad no pueden gestionar tantos estímulos”, señala.

"Las zonas del cerebro que controlan los impulsos no se empiezan a desarrollar hasta los 6 años".

Ante esta situación, los pediatras aragoneses han lanzado una campaña junto con la unidad de Salud Mental infanto juvenil del Centro de Salud  Sagasta para impartir charlas informativas y distribuir  folletos con el objetivo de alertar de los peligros de las pantallas en los bebés en los que se explica, por ejemplo, que “con un dispositivo digital el bebé no aprende a hablar ni a comunicarse porque no obtiene respuesta”.

Pero ese es solo uno de los peligros de exponer a los menores de 3 años a las pantallas. “Allí todo va muy deprisa: la luz, el sonido, las imágenes. Los niños se acostumbran a ese ritmo y esperan que todo en sus vida vaya igual de rápido y si no lo consiguen, se frustran y tienen más rabietas”, continua la pediatra.

Más rabietas y poca tolerancia a la frustración

Algo parecido han notado los psicólogos infantiles en sus consultas. “Estoy viendo niños con muy poca tolerancia a la frustración porque nunca han tenido la ocasión de aburrirse. Siempre se les ha proporcionado una pantalla para tenerlos ocupados, lo que limita mucho el uso de la imaginación y genera un aumento de las rabietas”, confirma Ana Notivoli, psicóloga en el centro materno infantil Rosales.

¿Cómo desenganchar a los niños y adolescentes de las pantallas?

Con las pantallas se dan, igualmente, condicionamientos negativos, por ejemplo: no comer si no les dejas el móvil. “Hay niños acostumbrados a comer con una pantalla y que montan una rabieta si se la quitas. Estos niños no han aprendido a a gestionar sus emociones desde bebés y saben que si hacen rabietas, conseguirán su objetivo”, insiste Notivoli. De esta manera, “estamos formando niños que no saben comportarse fuera de casa, que no quieren leer, con una tolerancia baja a la frustración y que no potencian su creatividad”, lamenta la psicóloga.

"Estamos formando niños que no saben comportarse fuera de casa, que no quieren leer y que no potencian su creatividad"

No solo eso, “el apego con sus padres también se hace de manera diferente. Un abuso de las pantallas en casa por parte de los padres y no solo de los niños repercute en la interacción entre ambos”, explica Mallada. “Si los padres no juegan con sus hijos, la interacción que debería de implicar el juego y la respuesta de los niños hacia él, no se produce. Además, la estimulación del cerebro es diferente cuando un niño está con una pantalla que si juega con un muñeco”, añade.

El abuso de las pantallas antes de los 3 años tienen consecuencias también a otros niveles. “Conlleva problemas de psicomotricidad porque pasan mucho tiempo sentados, tampoco desarrollan la psicomotricidad fina que se adquiere al manipular elementos porque solo mueven un dedo para mover la pantalla, ni estimulan el resto de sentidos. La vista también se resiente y hay problemas de aprendizaje”, enumera la vicepresidenta de Arapap.

"No desarrollan la psicomotricidad fina, la vista se resiente y tienen problemas de aprendizaje"

Para Notívoli, “el dejarles pantallas a los niños se hace por una cuestión de comodidad de los padres, pero también por presión social, para que los niños se porten bien en un momento determinado, para que no monten una rabieta y para que no me juzgue la gente porque el niño está llorando o portándose mal”, enumera.

“Hemos llegado a un punto en el que queremos que los niños pequeños se comporten como adultos y para conseguirlo los padres claudican y les dan una pantalla”, apunta. Pero “tenemos que asumir que los niños dan mal, molestan y tienen rabietas. Es algo normal y necesario para su crecimiento, para que aprendan las normas de la sociedad y para que sepan gestionar sus emociones”, concluye la psicóloga.

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