inmigración
Aragón duplica las regularizaciones de migrantes en un año por la reforma legal
Los permisos por arraigo pasan de 3.014 a 6.473 tras flexibilizar los requisitos
La modificación legal que impulsó el Gobierno central hace un año para flexibilizar los requisitos exigidos a quienes quieren obtener un permiso de residencia por arraigo comienza a notarse en Aragón.
Si en 2022 se registraron 3.014 regularizaciones de migrantes sin papeles por esta vía, doce meses después la cifra alcanza los 6.473, es decir, un 114% más. Como consecuencia, el largo periplo burocrático que deben afrontar estas personas, aunque todavía costoso, se ha reducido de 3,6 años de espera a 2,9. La mayoría proceden de Nicaragua, Colombia y Marruecos, y su principal ocupación laboral son los cuidados domésticos, la agricultura, la hostelería y la construcción.
Así se desprende de los datos ofrecidos por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que reflejan una tendencia similar en el conjunto del país. En junio de este año había en el país 190.414 extranjeros con una autorización de residencia inicial gracias a la fórmula del arraigo, en alguna de sus modalidades, lo que supone un 98,5% más que doce meses antes.
En concreto, las personas que quieren regularizar su situación pueden solicitar arraigo social, el familiar, el laboral, o por formación. El ministro José Luis Escrivá suavizó los requisitos exigidos en cada uno de estos apartados, de tal forma que miles de migrantes sin papeles han podido lograr la residencia legal que a ellos les permite incorporarse de pleno derecho al mercado de trabajo, y a los empresarios contar con esta mano de obra dentro de la ley.
Para Carlos Vela, responsable territorial adjunto de Accem y miembro del equipo jurídico de esta ONG, "son datos tremendamente positivos, no solo por regularizar a las personas, sino porque el indicador de tiempo de permanencia también ha bajado, de 3,6 años de media en España a 2,8 desde la modificación legal". A su juicio, "es un descenso más que notable y permite que disminuya el tiempo de las condiciones de vulnerabilidad".
En Aragón, de las 6.473 personas regularizadas por arraigo en el último año, 5.085 residen en la provincia de Zaragoza (un 139,3% más); 1.202 en la de Huesca (+89,6%); y apenas 186 en la de Teruel (+14,1%). Además, la inmensa mayoría, 6.048, proceden de la denominada inmigración profunda, es decir, nunca habían logrado estar de forma legal en el país.
En cuanto al tipo de arraigo al que se han acogido, la principal vía es el social (3.402), que exige haber permanecido tres años de forma continuada en el país y haber disfrutado de un contrato de trabajo que antes debía ser de jornada completa durante doce meses, y que ahora se ha flexibilizado a 20 horas si tienen hijos a su cargo o 30 si permite el salario mínimo interprofesional.
Le siguen quienes han logrado el permiso por arraigo familiar (1.801), que además presenta la media de tiempo para conseguirlo más baja de todos, de 1,2 años. En este caso, se concede a quienes tienen en España algún familiar directo. Según los expertos, se espera que vaya al alza dado el creciente número de nacionalizaciones de los últimos años. Mientras, el arraigo laboral suma 773 regularizaciones en Aragón. Exige dos años de permanencia y seis meses de contrato laboral, y es una fórmula que están aprovechando quienes esperan la resolución a su solicitud de asilo. Finalmente, por formación -requiere realizar un curso reglado encaminado a obtener un empleo- han logrado papeles 497 inmigrantes.
Nicaragua y Colombia
Los registros del Ministerio de Inclusión revelan que, en Aragón, los principales beneficiados de esta flexibilización de requisitos son los inmigrantes procedentes de Nicaragua (1.402), Colombia (1.321), Marruecos (633) y Honduras (384). Hay más hombres que mujeres y la mayoría se encuentran en edad laboral, entre 25 y 44 años. Entre las ocupaciones más habituales, destaca el cuidado doméstico, la agricultura, la hostelería y la construcción.
