Santoral de San Martín: qué día es y dónde se celebra en Aragón
Menos conocido que el de San Miguel, el veranillo de San Martín tiene lugar alrededor del 11 de noviembre, día en el que se celebra este Santo en muchos pueblos de Zaragoza, Huesca y Teruel.
San Martín de Tours es una fiesta muy importante en Aragón. Este santo francés fue el decimotercero apóstol, o el de las Galias, y vivió en el siglo IV de nuestra era. En la cultura popular, es célebre por dos cosas: el veranillo que suele acompañar esta fecha, similar al de San Miguel mes y medio antes, y la matanza del cerdo, origen de la expresión ‘a todo cerdo le llega su San Martín’, que suele aplicarse más bien a la justicia divina que castiga a quienes se han comportado mal. Muchos pueblos de Huesca, Zaragoza y Teruel celebran el 11 de noviembre, que este año cae en sábado, por ser el día en el que se celebró el funeral de San Martín de Tours.
En Francia, hay más de medio millar de pueblos que se llaman San Martín, y el santo es titular de más de 4.000 parroquias en el país vecino. Mientras que en Aragón tiene multitud de devotos y da nombre a las iglesias de Morata de Jiloca, Belchite Viejo, Uncastillo, Torrellas, Nueno o Hecho, entre muchas otras. Estos son los pueblos de las tres provincias que celebran
Dónde se celebra San Martín de Tours en Zaragoza
- Grisén
- Nuez de Ebro
- Osera de Ebro
Dónde se celebra San Martín de Tours en Huesca
- Albalate de Cinca
- Gabasa
- Villadoz
- Biscarrués
- Yequeda
- Nueno
- Belsué
- San Martín del Río
- Valle de Hecho (Hecho)
Dónde se celebra San Martín de Tours en Teruel
- Crivillén
- Mirambel
- San Martín del Río
Qué es el veranillo de San Martín
A mediados de noviembre se produce el conocido veranillo de San Martín, un breve período de apenas días con temperaturas algo más elevadas a las habituales del otoño, coincidiendo con la festividad de San Martín. Es un episodio atmosférico que da pequeño respiro antes del frío invernal que, en teoría, sólo se registra en el Hemisferio norte.
Su nombre viene de la leyenda que dice que San Martín partió su capa en dos para abrigar a un mendigo desnudo y muerto de frío, por lo que Dios recompensó al Santo con unos días de temperaturas agradables para frenar el frío invierno.
