El año electoral y los fondos UE elevan las licitaciones de obra pública un 57% en Aragón

Las administraciones, en especial la central, impulsan hasta septiembre 812 millones de euros, más que en todo 2022.

Estado de las obras del paso inferior en la entrada a Zaragoza por la A-68, en el cruce con el Cuarto Cinturón.
Estado de las obras del paso inferior en la entrada a Zaragoza por la A-68, en el cruce con el Cuarto Cinturón.
Guillermo Mestre

Como suele ocurrir, las administraciones públicas han dejado los deberes para el último momento, es decir, para el año electoral. La licitación de obra se ha disparado en este 2023, que ha contado con dos citas con las urnas, un 57% en Aragón respecto al ejercicio anterior. Ayudadas por los fondos europeos, las diferentes instituciones con responsabilidad en la Comunidad han lanzado hasta septiembre contratos por valor de 812 millones de euros, más que en todo 2022.

La tendencia ya venía siendo positiva desde el desplome que sufrió el sector en 2020 por la pandemia, pero las cifras de este año culminan la recuperación, según los datos de la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan). Si el año que se declaró la crisis sanitaria se licitaron contratos por más de 425 millones de euros, el ejercicio siguiente se alcanzaron los 630 millones, y 2022 se cerró con un salto importante hasta los 800 millones. Pero esa cuantía ya se ha superado en los primeros nueve meses de este 2023, con 812 millones.

Con esta actividad licitadora, Aragón se convierte en la cuarta comunidad que más crece del país, solo superada por Cantabria (+134%), La Rioja (+79%) y Castilla y León (+63%), y muy por encima de la media nacional, que apenas crece un 10,6% a falta de contabilizar el último trimestre.

De la inversión impulsada en Aragón, la mayor parte se ha destinado a obra civil (560 millones), y el resto a edificaciones (253 millones). Y en cuanto al autor de la licitación, es el Gobierno central, con diferencia, el que más presupuesto ha destinado en Aragón este año marcado por las elecciones autonómicas de mayo y las generales de julio. La mitad de la cuantía en fase de contratación procede de la Moncloa (algo más de 428 millones), gracias fundamentalmente a proyectos como la electrificación de la línea ferroviaria entre Zaragoza, Teruel y Sagunto.

Solo en esta obra, ADIF y el Ministerio de Transportes han impulsado este verano contratos por más de 100 millones de euros para adaptar gálibos de pasos superiores e instalar postes y catenarias. De hecho, el Gobierno central es el que más crece respecto al año pasado, con un 168,8% más de inversión hasta septiembre, mientras que la DGA y los ayuntamientos y diputaciones mantienen un gasto estable.

Se espera, no obstante, que tanto el Gobierno de Aragón como las administraciones locales eleven considerablemente su actividad licitadora en la recta final del año gracias a los fondos europeos de recuperación, cuyo grado de ejecución sigue siendo bajo por las trabas burocráticas o por los 73 días que la DGA estuvo en funciones hasta la investidura del nuevo presidente, Jorge Azcón, entre otros motivos. Hasta agosto, el Ejecutivo autonómico solo había dado salida al 28% de los 796 millones consignados a la Comunidad en diferentes áreas de inversión.

En este sentido, la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, reivindicó hace unos días desde la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) una tramitación más ágil de los fondos europeos. Además, reclamó que las grandes ciudades con capacidad de gestión, como la capital aragonesa, pudieran recibir las partidas de forma directa, sin tener que pasar por intermediarios que, advirtió, dificultan su ejecución y ponen en riesgo el cumplimiento de los plazos que marca la UE.

Las obras de la A-68

Por otro lado, el Gobierno avanza en las obras para la ejecución de un paso inferior en el acceso a Zaragoza desde la A-68, en el cruce con el Cuarto Cinturón, que tienen el objetivo de mejorar la circulación en uno de los puntos más conflictivos de la ciudad. Los trabajos, adjudicados en abril por 19,8 millones de euros, prevén la construcción de un vial soterrado de aproximadamente 535 metros de longitud bajo la glorieta, de manera que se agilice el tráfico de quienes quieren entrar al núcleo urbano sin entorpecer a los vehículos que se dirigen a la ronda de circunvalación.

En esta primera fase de los trabajos, la circulación en la zona está limitada, de tal forma que se permite la entrada y salida a la ciudad y los giros a la derecha, pero no a la izquierda ni cambiar completamente el sentido de la marcha. Para ello, los conductores cuentan con alternativas, como utilizar el Tercer Cinturón, que les obliga a dar más rodeos pero que, en términos generales, ha reducido la congestión del tráfico en la zona, ya que no se generan cuellos de botella. Las obras deberán estar concluidas, según el contrato, en septiembre de 2024.

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