El pueblo de Aragón donde los niños aúllan a los muertos

Además los niños de esta localidad aragonesa suelen vaciar calabazas y tallarlas en forma de calavera, para ponerles una vela encendida dentro.

Vista de Ambel
Vista de Ambel
Laura Uranga

Todo el mundo en Aragón sabe que el entorno del Moncayo es especial. Allá se ‘fabrica’ el cierzo, en el monasterio de Veruela se inspiró Bécquer y por allá está el pueblo de Trasmoz con sus brujas orgullosas, entre otras muchas cosas. En su zona de influencia, todo ese sentimiento se nota, casi parece salir del suelo y teñir a los pueblos que lo contemplan. El día de Todos los Santos está muy cercano, con la noche de Halloween que lo precede; está asumido que esa celebración estadounidense de origen celta se ha convertido completamente en una nueva tradición mundial, pero precisamente en los pueblos las costumbres centran esos días dedicados a los difuntos en los que siempre han sido, el 1 y 2 de noviembre.

El Campo de Borja está muy cercano a la comarca y tampoco se libra de su influencia, ni quiere hacerlo. Ambel es uno de sus pueblos; allí están las raíces de Marisol Aznar, la ‘oregonesa’, y allí se celebra cada 1 de noviembre un rito muy curioso. A las 18.00 se hace un rosario, que va desde la parroquia de San Miguel hasta el cementerio, y no es precisamente un rosario normal. Los más pequeños, sumados a los jóvenes del pueblo, suelen vaciar calabazas y tallarlas en forma de calavera, para ponerles una vela encendida dentro.

Así se celebra el día de Todos los Santos en Ambel

El efecto es impresionante, aunque todavía haya luz diurna al inicio de este rosario. Las calabazas-calaveras se alinean al lado de las bodegas cercanas al cementerio, que están apiñadas en un monte cercano: los habitantes de Ambel las conservan para sus reuniones sociales, e incluso los hijos del pueblo que residen fuera se encargan de pasarles revista para tenerlas en el mejor estado posible.

Cuando pasa la procesión, los chavales aúllan: con ese gesto simulan que son las almas en pena buscando su camino hacia el camposanto. Luego bajan con sus calabazas hasta la puerta de la iglesia, vuelven a encender las velas y un jurado puntúa su trabajo del uno al cinco. Hay tres calabazas ganadoras que reciben un premio.

La cabeza momificada del comendador don Melchor de Monserrat

La propia iglesia de San Miguel tiene su guiño terrorífico, aunque esté muy bien conservado y tratado. La capilla funeraria que mandó edificar don Pedro de Monserrat tiene un ventanuco cerrado con llave, en el que se conserva momificada la cabeza del comendador don Melchor de Monserrat. También están ahí las Santas Reliquias de Tierra Santa, patronas del pueblo, que más allá de estas tradiciones emplea un lema muy atractivo y literal para invitar a la visita: ‘Buen vino, aceite y miel: Ambel’.

La cabeza momificada del comendador don Melchor de Monserrat en Ambel
La cabeza momificada del comendador don Melchor de Monserrat en Ambel
Laura Uranga

Santas Reliquias y dance. El 29 de agosto se celebra la Fiesta en Honor de las Santas Reliquias con uno de los dances más antiguos de Aragón: tiene al mayoral, el rabadán, a San Miguel y al Demonio. Hay documentos escritos que lo datan en el siglo XV. 

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