aragón es extraordinario

Ambel hace un hueco en su carné de baile

La localidad del Campo de Borja está centrando sus esfuerzos en hacer acopio de argumentos turísticos gracias a su rico entorno y variado patrimonio

Paula Trívez es la alcaldesa de Ambel desde hace tres años, antigua concejal de cultura que cogió los trastos en la alcaldía cuando su antecesor dimitió y ganó luego las elecciones hace año y medio. Los pasos en su gestión se encaminan hacia nuevos retos para el pueblo, con el turismo como apuesta clave. “Estamos rehabilitando la antigua casa del médico para convertirla en una vivienda de turismo rural. También se han restaurado desperfectos en nuestra iglesia parroquial, y en varios peirones y pilares; las marchas senderistas han servido para destacar nuestro paisaje. Son iniciativas que forman parte de una ilusión conjunta: dar a conocer todo lo bueno que tiene nuestro pueblo”.

La ruta de la Garnacha de la Comarca del Campo de Borja, a la que se suman además Vera de Moncayo y El Buste, puso en marcha una iniciativa en 2019 llamada Bandera Verde. “Cada municipio –explica Paula– debía cumplir una serie de méritos en forma de actividades y actuaciones, y registrarlas por medio de fotografías que sirvieran como testimonio de cumplimiento. Se trataba de actividades culturales, divulgación del respeto medioambiental en centros educativos, recuperación de patrimonio… cada una iba puntuando, y en este primer año fue Ambel el único municipio que logró los puntos necesarios para esa Bandera Verde. El 28 de junio pasado se nos entregó esa distinción, con la presencia de autoridades locales y autonómicas; este triunfo nos supuso el diseño y confección de 5.000 folletos turísticos del municipio”.

A la hora de valorar el entorno, la alcaldesa no escatima piropos para diversos elementos, desde los más sencillos a los historiados. “Están las encinas gemelas, más que centenarias, subiendo por la pista hacia Alcalá de Moncayo; también se puede admirar el Caiderón, un salto de agua que se crea por la acequia que llega de Añón y Alcalá, y el antiguo Molino con su propia cascada: la Asociación Cultural de Amigos de la Villa de Ambel, que ha trabajado mucho por la recuperación de todo tipo de patrimonio, limpió y adecentó la zona para su visita”.

Ruta patrimonial

Otra ilusión del municipio es establecer una ruta que comprenda una visita a la iglesia de San Miguel, al palacio sanjuanista contiguo y a la ermita barroca de la Virgen del Rosario, de considerables dimensiones y dotada de una colección de retablos góticos. Hay que recordar que Ambel fue villa templaria, y después sanjuanista y hospitalaria; La iglesia parroquial de San Miguel tiene origen medieval y fue destruida en el siglo XIV durante la guerra de los Pedros, pero las sucesivas restauraciones han hecho que sea actualmente una visita con garantía de calidad tanto para expertos como para profanos en la materia patrimonial. Han aparecido diversas pinturas murales de trazo geométrico, y no se puede olvidar la capilla funeraria que mandó edificar don Pedro de Monserrat, por una razón muy especial: en un ventanuco cerrado con llave se guarda, momificada, la cabeza del comendador don Melchor de Monserrat. Además, se conserva una colección de reliquias que, de hecho, son las patronas oficiales de Ambel; proceden de Tierra Santa.

Vídeo de Ambel en Aragón es extraordinario

Buen vino, aceite y miel, Ambel: un lema así no tiene fallo posible

En el Campo de Borja, la comida y la bebida son religión. Sí, como en todas partes, pero aquí la liturgia es detallista y destaca por su querencia absoluta hacia el producto de la zona. En Ambel, a tres kilómetros de Bulbuente y la carretera, se surte de argumentos a ese credo y se hace a la máxima expresión. “Queríamos dar valor a todo el potencial de nuestro pueblo –explica Paula Trívez– con tres pivotes como el paisaje, el patrimonio histórico y religioso y la gastronomía. En este último terreno nos manejamos por un lema que dice ‘Buen vino, aceite y miel: Ambel’. Digamos que tenemos las herramientas, y ahora queremos utilizarlas todo lo posible en la explotación turística del municipio”.

Tras ganar la Bandera Verde comarcal se incluirán en los folletos del premio tres rutas senderistas de distintas dificultades, actualmente en proceso de señalización, pero la gastronomía no le irá a la zaga al tema pedestre. “Tenemos un recurso de lujo como Oliambel, que figura dentro de la D.O. de aceites Sierra del Moncayo, y que entrará en el programa de oleoturismo de esta organización. Además, una de las rutas circulares que hemos preparado pasará por los campos de olivos; se harán degustaciones de producto y catas de aceites”.

A la rica miel

En cuanto a la miel, hay varios apicultores en el pueblo con un producto excelente, como Apiambel, Mayestra y Mieles del Cierzo. “Hemos tenido la suerte de que haya existido un trasvase de conocimiento de un productor mayor que ha enseñado a la gente más joven, con lo que el futuro de la miel en Ambel es sólido. También se planea una ruta de apiturismo con visita a colmenas y al obrador con muestras de todo el proceso”.

Además de las mieles más comunes, también se hace mielato en el encinar local y en puntos elevados del Moncayo o los montes de Soria. “Esta miel –explica Paula, que conoce bien el sector– la hacen las abejas a partir de la resina dulce que sueltan las bellotas cuando reciben picotazos de diversos insectos. Las abejas acuden al reclamo del dulzor, recogen esa resina y la transforman. Es diferente: comparada las mieles de flores, no es tan dulce, pero sí muy sabrosa”.

Paula también quiere recordar las excelencias de la panadería y repostería local, Panambel. “Trabajan muy bien, hacen excelentes panes con masa madre y todo lo que producen es una maravilla”. En cuanto al vino, es parte de esta tierra y también hay viña en el término que surte a productores de la zona, con la garnacha como variedad estelar.

En cuanto a la hostelería, el pueblo cuenta con dos bares, La Placica y La Sociedad, donde los parroquianos resuelven el mundo cada día, aunque ahora la actividad se vea mediatizada por las restricciones derivadas de la pandemia. Hay una casa rural, Villa de Ambel, con excelentes valoraciones. Llegar a Ambel supone una visita sencilla y rápida desde Zaragoza, Tudela, Soria o Tarazona, por ejemplo, pero también se quiere potenciar la oferta de hospedaje. Todo a su tiempo.

Las bodegas en cerro o de la Cuesta, un activo en vía de recuperación

Uno de los paseos más curiosos que pueden darse en Ambel recorre el cerro contiguo a las últimas casas del pueblo y centra su atractivo en las bodegas que mantienen allí los ambeleros más afortunados y perseverantes. Se trata de un recurso presente en muchos puntos de Aragón, pero aquí los propietarios parecen haber llegado a un consenso para acometer mejoras y dar uniformidad al paraje. “Tenemos pendiente –explica la alcaldesa– recuperar todas las bodegas en cerro; hay unas cuantas, bastantes de ellas ya han dado pasos al respecto y la idea es recuperarlas para que se puedan admirar”. Un dato curioso: en Todos los Santos hay una procesión desde la ermita al cementerio, y los niños vacían calabazas para hacer los típicos agujeros de ojos y boca. Se colocan con ellas en zona de las bodegas al paso de la procesión y meten un poco de 'miedo' a la comitiva.

AMBEL

Comarca. Campo de Borja.

Cómo llegar. Desde Zaragoza, su capital de provincia, hay 73 kilómetros por la A-68, la N-122 y la Z-370.

Dónde comer y dormir. La Casa rural Villa de Ambel, el bar la Placica y el bar La Sociedad constituyen la oferta hostelera actual en el pueblo.

Las Piedras del Dragón. A dos kilómetros de la villa hay una zona de rocas llamada Las Piedras del Dragón; tiene su propia leyenda, protagonizada por San Sebastián, uno de los santos más venerados de Aragón.

Santas Reliquias y dance. El 29 de agosto se celebra la Fiesta en Honor de las Santas Reliquias con uno de los dances mas antiguos de Aragón: tiene al mayoral, el rabadán, a San Miguel y al Demonio. Hay documentos escritos que lo datan en el siglo XV.

San Miguel. El edificio de la iglesia es una construcción mudéjar de nave única, dividida en cuatro tramos, separados por arcos ojivales, cabecera poligonal de cinco lados, y capillas entre contrafuertes. El exterior de la iglesia presenta un carácter palacial-civil.

Artículo incluido en la serie 'Aragón es extraordinario'.

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