El Gobierno de Aragón analiza siete operaciones de suelo en Zaragoza para fichar grandes empresas

Los suelos llegan a sumar casi 1.300 hectáreas, pero se quiere seleccionar varios que garanticen 600 en 30 meses.

Plataforma Logística de Zaragoza con el Centro de primera milla de Amazon al fondo
Plataforma Logística de Zaragoza con el Centro de primera milla de Amazon al fondo
Francisco Jiménez

El Gobierno de Aragón estudia hasta siete operaciones de suelo en Zaragoza y su entorno metropolitano para disponer de 600 hectáreas adicionales con las que poder atender la demanda por parte de grandes empresas. El objetivo es que los terrenos, de titularidad pública y privada, estén disponibles en un plazo de tres años.

La oferta de macroparcelas para responder a los requisitos de las compañías logísticas y tecnológicas empieza agotarse, por lo que el Ejecutivo de Jorge Azcón ya trabaja en la ampliación de la cartera industrial en los grandes corredores de comunicación de la capital. Todos los emplazamientos en análisis suman casi 13 millones de metros cuadrados, pero la coalición PP-Vox pretende seleccionar entre dos y tres para contar con los citados 6 millones de metros.

La decisión dependerá en gran medida de la disponibilidad, aunque en todo caso se tramitará por la vía de urgencia con las correspondientes declaraciones de interés y la aprobación de planes de interés general de Aragón (PIGA). Este procedimiento, que solo puede ejercer el Gobierno de Aragón, reduce los trámites a la mitad.

El Ejecutivo cuenta en la actualidad de una superficie neta de 175 hectáreas, pero diseminadas en nueve ubicaciones repartidas por las tres provincias.

El principal recurso hasta ahora disponible era la Plataforma Logística de Zaragoza (Plaza), pero se han vendido las parcelas de grandes dimensiones de titularidad pública y las 15,5 hectáreas restantes a la venta están desperdigadas, por lo que no se pueden siquiera agrupar para generar una que atienda las necesidades de los grandes operadores.

Sin grandes parcelas en Plaza

Esta posibilidad ya se agotó hace unos meses para poder venderle 26 hectáreas al grupo francés APRC para un desarrollo logístico, que conllevó unificar hasta cuatro parcelas, una de ellas privada, suprimir un vial y modificar el uso del fallido aparcamiento de camiones. Ahora, la de mayor superficie en manos de Plataforma Logística (APL) ronda los 80.000 metros.

El resto de suelo autonómico se reparte entre las plataformas de Huesca (280.610 m2) y Teruel (571.266 m2), el polígono El Sabinar (285.400 m2) y el agroalimentario frente al complejo de Bon Área (165.800 m2), ambos en Épila. Igualmente dispone de parcelas en Fraga (80.000 m2) y en los polígonos El Espartal II de El Burgo de Ebro (87.166 m2) y El Portal de Caspe (105.538 m2).

El problema es que las grandes empresas, ya sean logísticas o tecnológicas, quieren implantarse en Zaragoza o, como mucho, en su entorno metropolitano, por lo que esta dotación no sirve para responder a la demanda.

Para solventarlo, el Gobierno de Javier Lambán decidió firmar un convenio con la promotora inmobiliaria Wilcox para desarrollar una gran pastilla de suelo de 242 hectáreas frente a Plaza. Las parcelas para su venta alcanzan las 160 hectáreas netas, que se sacarán al mercado por fases conforme se acometa la urbanización de la denominada Plaza 4.0.

Las obras comenzarán en torno a la primavera de 2024 y se alargarán 30 meses para acondicionar las primeras 106 hectáreas brutas si no hay más retrasos. En este primer sector se han incluido las dos parcelas que le corresponden al Ejecutivo autonómico, que tendrá así 32 hectáreas.

Solución estratégica

Del mismo modo, dio un paso trascendental a principios de año para incrementar de inmediato la oferta de suelo industrial y logístico en Zaragoza. Y lo hizo, como se comprometió a finales de 2021, con la ampliación de usos para las 250 hectáreas que siguen vacías en el Polígono Tecnológico de Reciclado (PTR), junto a la carretera de Castellón. La modificación del proyecto supramunicipal abría la posibilidad pactada con la Sareb a cualquier propietario, pero condicionada a la atracción de proyectos estratégicos que, por su impacto en la economía y el empleo, el Gobierno de Aragón decida declarar de interés autonómico.

Con esta decisión estratégica se ha podido alcanzar el acuerdo para implantar el centro de datos de Microsoft, que se va a quedar 63,7 hectáreas públicas y privadas, y se prevé cerrar también con Amazon Web Services (AWS). En su caso, se plantea adquirir otras 51 hectáreas para construir su cuarto centro de datos.

Ambas operaciones dejarían al Ejecutivo autonómico sin suelo en el PTR, pero la Sareb cuenta aún con una bolsa de 100 hectáreas, ya descontadas las 25,6 que forman parte del acuerdo en ciernes con AWS.

La otra operación en desarrollo, pensada inicialmente para dar cabida a la fallida gigafactoría de baterías de Volkswagen, es la de plataforma logístico-industrial de Zuera. La inversión de la DGA rondará los 28 millones para urbanizar 150 hectáreas, cuya tramitación en marcha y las posteriores obras se pretenden ejecutar en un plazo de tres años. El anterior Gobierno acordó con el grupo Jorge una reserva sobre un tercio de la superficie.

El paquete de suelos industriales en curso se completa con el polígono tecnológico de Villanueva de Gállego. La licitación de las obras saldrá adelante este mismo mes y la urbanización estará acabada en el verano de 2025 si se cumplen los plazos previstos por Suelo y Vivienda de Aragón. De este modo, el Ejecutivo autonómico y el Ayuntamiento tendrán a su disposición algo más de 27 hectáreas.

El aluvión de empresas interesadas en instalarse en Zaragoza no tendría respuesta con la oferta disponible, por lo que una de las prioridades de la Consejería de Fomento es facilitar al menos dos de las siete operaciones que se están analizando en su entorno.

La ampliación natural de Plaza

Dos de ellas ya han estado en la cabeza de los gestores públicos por constituir una posible ampliación de Plaza. Supondría darle continuidad al otro lado del club de La Peñaza, en una larga banda debajo del complejo ferroviario que se extendería hasta la autovía. Una de las propiedades está compartida por Samca y Coecisa, de la familia Luengo, con 200 hectáreas y se podría ampliar a las 270 colindantes que tiene disponibles el grupo inversor aragonés Bancalé. Eso sí, tendrían que recalificarse.

En línea recta por la A-2 se completarían las expectativas con la quinta fase de Centrovía, en La Muela, con 86,6 hectáreas aún por desarrollar justo detrás de las naves ya construidas. En el mismo caso está el polígono planificado en La Puebla de Alfindén, al otro lado de la carretera de Barcelona, con otras 58 hectáreas. Ambos emplazamientos son los elegidos inicialmente por Microsoft para sus otros dos centros de datos.

Yaún cabría hacer tres operaciones. La que tiene mayores visos de salir adelante es la de Villamayor, con 110 hectáreas recogidas en su Plan General como suelo urbanizable de uso productivo. El 75% de la propiedad es pública y el resto, repartida entre 33 propietarios.

Otra pasa por sacar partido a las 180 hectáreas comprendidas entre el PTR y Empresarium, en manos de la Sareb, que potenciaría el eje de la carretera de Castellón.

La última se enmarca entre San Gregorio y la Ciudad del Transporte, el denominado sector 68/83 del Plan General de Ordenación Urbana, de 380 hectáreas calificadas como urbanizables de uso productivo. La mayoría de la propiedad, unas 200 hectáreas, pertenece a conocidos promotores e inversores de Zaragoza y el resto, a pequeños propietarios.

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