Aragón suma ya 655 infracciones por riesgos laborales con la cifra de muertos disparada

Las multas por incumplimientos hasta mitad de septiembre se elevaban a 4 millones de euros, más que en todo 2022. La Inspección reconoce la "alarma social" generada por las 28 víctimas contabilizadas en nueve meses.

Un trabajador perdió la vida en agosto en esta zanja de la avenida Goya de Zaragoza.
Un trabajador perdió la vida en agosto en esta zanja de la avenida Goya de Zaragoza.
Oliver Duch

"Las empresas han bajado la guardia. Ninguno de estos accidentes laborales debería haber ocurrido, pasan porque no se han puesto medidas preventivas. Necesitamos un plan de choque y conciencia social, porque son una tragedia para las familias y las empresas. No puede ser lo que está pasando". Román García Oliver, director territorial de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social en Aragón (ITSS), se pronuncia así tras conocerse los dos últimos accidentes mortales del viernes, otra jornada negra para los trabajadores que eleva a 28 las víctimas. Es una estadística "inusual", dice. Hasta el verano, los datos eran similares a otros años, pero de julio a septiembre ha habido un repunte "anormal" que ha causado "alarma social" y se debe abordar.

El aumento de accidentes mortales coincide con el de las sanciones por incumplimientos a la ley de prevención de riesgos laborales. Del 1 de enero al 18 de septiembre, la Inspección abrió 3.529 expedientes, que derivaron en 655 infracciones, con propuestas de sanción por 4.004.563 euros, cantidad que ya supera a la de todo el 2022. La construcción acumula la mayor parte de los expedientes (2.663) y el 40% de las multas.

Se han investigado un total de 334 accidentes laborales que han dado lugar a 164 infracciones y 1.118.904 euros en sanciones. "Un siniestro mortal es un fracaso de la prevención y en la mayoría encontramos responsables", afirma García Oliver. Destaca que cada año se repiten las caídas de altura en obras pequeñas y en reparación de cubiertas de naves por falta de medios de anclaje, lo que aconseja lanzar un plan de choque en 2024. También atrapamientos en mantenimiento de maquinaria y aplastamientos por caídas de objetos.

Detrás de la negra estadística hay 28 dramas humanos. La larga lista del 2023 la abrió Adrián Millán, alcañizano de 36 años, atropellado por una grúa pórtico, y la cerró hace dos días Julián Cerced, de Paniza, de 49 años, al volcar la vendimiadora que conducía. 

Según CC. OO., ha habido tres caídas de tejados, entre ellas la de un joven marroquí que se precipitó desde 9 metros en Albelda; y cinco muertos por aplastamiento de maquinaria o carga, como el trabajador de Luceni, de 50 años, sepultado por una paca de paja de 700 kilos en Ejea de los Caballeros, también el viernes. Derribos, desplomes de zanjas o vuelcos de carretillas han ocasionado otros siniestros mortales.

Accidentes no en nuevas actividades sino en tareas "tradicionales e identificadas", advierte el director de la ITSS, lo que ha llevado ya a plantear nuevas acciones para el 2024 centradas en los trabajos en altura, en excavación o de derribo, con especial incidencia en las pequeñas empresas de construcción; en reparaciones en cubiertas; o en labores de mantenimiento y caída de cargas.

Otros sucesos han servido para visibilizar la problemática de los accidentes no traumáticos (infartos) que la jurisprudencia califica como laborales, a la espera de aclarar si tienen relación directa con el trabajo (por sobreesfuerzo o estrés). Es el caso del peón de carreteras de Barbastro fallecido también esta semana.

Según García Oliver, el año 1995 marcó un punto de inflexión con la entrada en vigor de la nueva ley. Las empresas implementaron planes de prevención y bajó la siniestralidad. Pero esa curva descendente se ha desbocado este año.

La ITSS tiene en Aragón 31 plazas de inspectores de Trabajo y Seguridad Social que pueden abordar todas las materias, incluida la prevención de riesgos laborales, y 10 de subinspectores, limitadas a esto último. Para el 2024 aumentarán en cuatro. Además de investigar todos los accidentes mortales realizan programas preventivos. En 2023 ha habido campañas donde se han detectado más problemas, como en el sector de la construcción, en empresas de alta siniestralidad o visitas a polígonos industriales.

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