Confederación Hidráfica del Ebro
Más del 50% del territorio de la cuenca del Ebro sigue en una “situación delicada” por la sequía
La Confederación Hidrográfica del Ebro comienza a trabajar en el informe que evaluará el impacto de la falta de precipitaciones durante 2023 y las medidas tomadas para hacer frente a la situación.
Las lluvias han mejorada la situación que sufría la cuenca del Ebro por la escasez de precipitaciones, pero todavía el 50% del territorio se encuentra en “una situación delicada”. Así lo ha advertido la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Ebro, María Dolores Pascual, tras la cuarta reunión de la Comisión Permanente de la Sequía que se ha celebrado este martes en la sede del organismo de cuenca en Zaragoza.
Pascual ha reconocido que en este momento aproximadamente el 11% del territorio de la cuenca está en sequía prolongada, que es una cifra que contrasta con el 85% que había en el mes de mayo. Por tanto, “ha habido una mejoría gracias fundamentalmente a las lluvias del mes de junio y un poco este mes de septiembre, que parece, ojalá, que cambie la tendencia”, ha afirmado.
Además un 40% de la cuenca está en una situación de alerta. Por tanto, “más del 50% del territorio de la cuenca sigue en una situación delicada”, ha insistido la máxima responsable del organismo de cuenca que aunque ha reconocido que podríamos estar ante un cambio de tendencia de las lluvias, ha recomendado a los usuarios “prudencia” hasta ver cómo se presentan los meses de octubre y noviembre. De hecho, ha recordado que algunos de los grandes sistemas de la cuenca del Ebro se están planteando el inicio de la campaña con restricciones a la espera de ese cambio de tendencia.
Todos estos datos así como las distinta medidas puestas en marcha para hacer frente a las dificultades que supone la sequía para los suministros y abastecimiento son los aspectos analizados hoy en la reunión de la Comisión Permanente, en la que también se ha presentado un índice del futuro contenido que tendrá el informe post-sequía. “Es un elemento que creemos que hay que trabajar muy concienzudamente. Ya se anunció en la primera convocatoria de la comisión permanente que creíamos que este debía ser uno de los objetivos fundamentales de esta comisión”, ha explicado la presidenta de la CHE.
Dicho informe tendrá por objeto caracterizar la sequía 2022-2023, identificarla y diferenciarla de otra que ha sufrido la cuenca, analizar la medidas adoptadas, si han tenido reflejo positivo y qué impactos ha provocado la falta de precipitaciones tanto desde el punto de vista económico, ambiental y social. El documento recogerá también las posibles mejoras a futuro así como la incorporación de las planificaciones. “Esta sequía se diferencia fundamentalmente en que ha sido prácticamente en toda la cuenca. Muy pocos territorios de la cuenca del Ebro han estado a salvo de esta situación de sequía, probablemente el norte de Navarra, territorios en los que normalmente suelen tener suficientes recursos, pero todos ellos, todos los demás territorios y todos a la vez han supuesto un esfuerzo muy importante de gestión para la confederación y también un esfuerzo de contención para todos los usuarios”, ha detallado.
