Descubrir el Pirineo sobre cuatro ruedas o a vista de pájaro: algunas de las actividades estrella en el Valle de Tena
Las posibilidades para la práctica de deportes y actividades de montaña son infinitas para las miles de personas que eligen la comarca aragonesa del Alto Gállego como destino vacacional y de ocio.
El Pirineo aragonés se ha convertido en los últimos años en un auténtico atractivo turístico. Sus paisajes de ensueño permiten adentrarse en un entorno natural en el que las posibilidades para la práctica de deportes y actividades de montaña son infinitas. Las rutas en 'quads' o los vuelos en parapente son algunas de las más demandadas en el Valle de Tena, uno de los más extensos, luminosos y visitados de Aragón.
“Es una experiencia inolvidable”, asegura Jaime San José, uno de los socios de Acción Pirineos, empresa multiaventura especialista en actividades al aire libre que permite conocer las maravillas pirenaicas desde una perspectiva diferente. El zaragozano, afincado en el valle, junto a Javier Mingarro, natural de Panticosa, ofrece aventuras únicas a las miles de personas que eligen la comarca aragonesa del Alto Gállego como destino vacacional y de ocio.
Una de las que más éxito ha tenido este verano han sido las excursiones guiadas en 'quads' y ‘buggies’, vehículos recreativos 4x4 que carecen de techo rígido y están diseñados para desplazarse por terrenos irregulares. “Contamos con una flota de modelos Segway y Polaris, dos de las gamas más altas, y en verano hemos tenido que sacarla entera” debido a la afluencia de personas, explica San José. Su conducción es sinónimo de diversión y, cada año, son cientos de personas las que prueban esta actividad, apta para todos los públicos. Uno de los socios afirma que “hay muchas familias que eligen esta experiencia”, que también tiene un carácter lúdico y cultural ya que los guías hacen varias paradas durante la excursión para “comentar aspectos sobre la fauna, la flora y el entorno en el que nos movemos”.
Las diferentes opciones de rutas transcurren por pistas forestales y carreteras comarcales adecuadas para el tránsito de estos vehículos y algunas de ellas permiten ascender hasta los 2.000 metros de altura. La subida hasta el Ibón de Sabocos y el Ibón de Asnos, dos lagos ubicados en las inmediaciones de la Estación de Esquí de Panticosa, son algunas de las maravillas que se pueden explorar sobre cuatro ruedas. “También visitamos un haya centenaria”, añade.
En parapente: para amantes de la adrenalina
Aunque muchas personas prefieran tener los pies en la tierra, cada vez son más los valientes que se atreven a planear los cielos pirenaicos. Los vuelos en parapente se han convertido en otra propuesta apta para los amantes de la adrenalina y de la naturaleza que quieran visitar el valle de Tena a vista de pájaro y de forma segura. “Ofrecemos vuelos biplaza normales y vuelos térmicos durante todo el año, en los que partimos de los 2.000 metros de altura y ascendemos hasta los 3.000 metros aprovechando las corrientes de viento”, señala San José.
El embalse de Búbal, sobre el que se encuentra la tirolina más veterana de Aragón, es uno de los lugares más especiales que se pueden ver desde las alturas. Los Picos de Anayet, el Balneario de Panticosa o el Bosque de Betato, que se encuentra encantado y habitado por Brujas según la tradición, también se pueden contemplar a vista de pájaro.
Javier Mingarro, socio fundador, monitor técnico y director de la escuela de parapente de Acción Pirineos cuenta con un equipo de profesionales que, además de acompañar a las personas en cada vuelo, forma a nuevos pilotos. “Ofrecemos cursos de todos los niveles que permiten aprender las nociones básicas del deporte y seguir avanzando para adquirir seguridad y perfeccionar el pilotaje”, detalla su compañero.
Algunos son intensivos y se agrupan a lo largo de una semana y otros se extienden algo más en el tiempo teniendo en cuenta en todo momento las condiciones meteorológicas, que han de ser favorables para garantizar la seguridad del vuelo. “En verano también abrimos el curso de Pilotaje activo e incidencias en parapente, más conocido como SIV”, enfocado a pilotos que tienen un bagaje mínimo de 30 horas de vuelo. Compuesto por una parte teórica y otra práctica, permite reconocer las incidencias que pueden ocurrir durante un vuelo para saber darles solución.
Los entusiastas que no se conforman con guardar los recuerdos en la memoria no tienen de qué preocuparse, pues existe la posibilidad de inmortalizar el vuelo a través de vídeos 4K en formato GoPro o de un reportaje con imágenes en 360 grados.
A pesar de estar considerado como un deporte extremo, desde Acción Pirineos sostienen que el único requisito para practicar parapente es “contar con unas condiciones físicas adecuadas”. Durante los cuatro años que llevan haciendo volar a los más intrépidos, han visto surcar el cielo aragonés a personas con discapacidad, niños pequeños “e incluso al cantante zaragozano Kase.O”, que les visitó en 2021.
Rutas en raquetas y motos de nieve
Con la llegada del invierno, la nieve tiñe de blanco las montañas y el Pirineo adquiere un atractivo mayor -si cabe- que lo convierte en un lugar idílico. Durante esta época del año las actividades se multiplican extendiéndose más allá de la práctica del esquí, el snow o el alpinismo, los deportes reyes en Aragón en los meses más fríos del año.
Los expertos indican que adquieren especial interés las excursiones con raquetas de nieve, que sustituyen temporalmente al senderismo tradicional y permiten alcanzar paisajes invernales de gran belleza, y las rutas guiadas en motos de nieve, que se realizan “manteniendo un respeto total hacia el medio natural”.
Existen diferentes itinerarios y modalidades, cuyos detalles se pueden consultar en la página web de Acción Pirineos, que permiten “ascender por pequeñas laderas” para recorrer varios valles pirenaicos y visitar las inmediaciones de ibones helados y ríos. Algunas de las opciones incluyen servicios de almuerzo, merienda y “hasta una cena en un exclusivo refugio de alta montaña”, recalcan.
