"Hemos pedido en la reunión una educación personalizada, con ordenadores y papel"

Dos estudiantes de bachillerato del instituto Lucas Mallada de Huesca defendieron ante los ministros la necesidad de inculcar valores europeos en las escuelas. 

Las estudiantes Ana Bernués y Nouria Tabari, con la ministra Pilar Alegría, antes de su intervención ante los mandatarios europeos.
Las estudiantes Ana Bernués y Nouria Tibari, con la ministra Pilar Alegría, antes de su intervención ante los mandatarios europeos.
Oliver Duch

Su participación ante los ministros europeos de Educación estaba tasada en la cumbre organizada en el Palacio de Congresos de Zaragoza, pero será imborrable en el recuerdo de la estudiantes oscenses de bachillerato Ana Bernués y Nouria Tibari. A todos ellos les trasladaron ayer la necesidad de implantar una "educación personalizada y más práctica que teórica" y advirtieron de los "beneficios y riesgos" de la enseñanza digital para que sean tenidos en cuenta en la apuesta por el uso de las tecnologías en la escuela. "Lo ideal es un modelo de enseñanza híbrido, con ordenadores y soporte en papel", añadieron.

Ambas fueron las elegidas entre los veinte alumnos de cinco centros aragoneses para exponer ante las autoridades las conclusiones de la jornada previa ‘Unión Europea en el aula’, coordinada por el Ministerio de Educación en la Aljafería. En la sede de las Cortes de Aragón recrearon el Consejo Europeo que acogió la capital para hablar de educación y juventud. En su caso, debatieron sobre la digitalización en las aulas, la escuela del futuro, los valores europeos y la ciudadanía democrática, además de la brecha de género en los estudios STEM –el acrónimo en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas-.

Ana Bernués afrontó la cita ministerial con nervios pero con "ganas e ilusión". "Supone una oportunidad para aprender de la Unión Europea, de debatir, soltarte y buscar información", confesó tras la cumbre.

Su compañera Nouria Tibari compartía las mismas sensaciones, muy consciente por el origen marroquí de su familia de la necesidad de promover en las aulas los valores democráticos de la UE. "Ha sido toda una experiencia y creemos que deberían ampliarse este tipo de iniciativas para que los que deciden conozcan de primera mano lo que pensamos los    ciudadanos", dijo.

Las dos estudiantes cursan 1º de bachillerato en el instituto Lucas Mallada de Huesca y asumieron el reto de resumir varias horas de debate con compañeros de los institutos zaragozanos Pablo Gargallo, Miguel Servet, Pablo Serrano, además del colegio San Vicente de Paúl de la capital.

Una de las principales conclusiones expuestas fue la apuesta por una educación personalizada, en la que el temario se ajuste "a las distintas capacidades para que cada alumno pueda dar lo máximo". Este asunto salió precisamente a relucir como una de las cuestiones clave a juicio de los ministros para encarar el futuro.

En la lista de conclusiones de los alumnos también estaba la necesidad de hacer compatible la docencia con libros y medios electrónicos y la apuesta por la implantación de la realidad aumentada. "Casi todas las parejas de alumnos expusieron que hay ventajas e inconvenientes en la digitalización, ya que no todas las casas tienen los recursos necesarios, pero hay que adaptarse a lo que viene", añadieron, de nuevo coindiciendo con el criterio de los responsables de la materia.

Los estudiantes, de bachillerato y secundaria, también trasladaron la importancia de tener una asignatura que les sirva "para encarar la vida". Y en su hipotético temario incluyeron cómo preparar un currículum, hacer la declaración de la renta o “relacionarse con los bancos”, de modo que se aprenda a abrir una cuenta o solicitar una hipoteca. "El objetivo es aprender para estar mejor preparados para el futuro", apostilló Bernués.

Del mismo modo, expusieron la importancia de dar "más protagonismo" a la Unión Europea y sus instituciones en los currículos educativos, la necesidad de promover la vida democrática desde las escuelas y fomentar "más si cabe" los intercambios y programas como Eramus. "Hemos propuesto la organización de una semana de desafíos de empatía en los institutos para apreciar la diversidad y promover la dignidad humana, unos de los valores que impulsa la UE, y también un congreso de innovación para mujeres, que se celebre cada año en un país miembro distinto", apuntaron.

Las dos estudiantes tuvieron también la oportunidad de hablar con el vicepresidente de la Comisión, Margaritis Schinas, la ministra de Educación, Pilar Alegría, y otros de sus homólogos europeos y se llevaron una grata sorpresa. "Eran personas cercanas y con ganas de escuchar y saber lo que opinamos los estudiantes", concluyó Bernués.

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