Sergio Galán abre la puerta grande del Coso de Calatayud en los festejos de San Roque

Las peñas y las charangas animan las calles en una jornada con elevadas temperaturas, colorido y mucha música.

El rejoneador Sergio Galán, ayer en Calatayud
El rejoneador Sergio Galán, ayer en Calatayud
JMACIPE

Ni los más de 35 grados de este 14 de agosto pudieron con el impetuoso arranque del rejoneador Sergio Galán en la faena que abría por la tarde los festejos taurinos de las fiestas de San Roque de Calatayud. El madrileño se enfrentó a Jaleo, un astado que no le perdió la cara y al que a base de quiebros y tientos remató a la primera carga. Selló sus dos primeras y únicas orejas de la tarde, con ningún trofeo en la segunda vuelta, que le sirvieron para abrir la puerta grande del Coso de Margarita, con más de tres cuartos de entrada, la gran mayoría de los más de 5.600 peñistas.

En la misma tarde, el Fandi, en su primer asalto se saldó solo con una oreja, a pesar de buscar a Fantasía de rodillas en las rayas de picadores. En su segundo de la tarde, Crápula, a pesar de un trabajo laborioso, la instancia y el esfuerzo quedaron sin recompensa. Por su parte, Manuel Escribano, que firmó la puerta grande con dos orejas y rabo en la feria bilbilitana de septiembre, se salió con una oreja en cada uno de sus toros, aunque desarrolló un trabajo pausado en su primer envite y lo dio todo con Tucán, en el segundo.

En el Coso de Margarita, el ambiente festivo se antepuso a las altas temperaturas y el caer de un sol sin misericordia con los tendidos de sol. Allí los cánticos acompañados de las charangas, en los que no puede faltar el ‘Volveremos a San Roque’ o los archiconocidos acordes de la ranchera ‘El Rey’.

El colorido propio de las fiestas de San Roque de Calatayud, encarnado por los tonos rojos, azules, naranjas, amarillos, verdes, morados y rosas de los uniformes diez peñas sanroqueras bilbilitanas, se repartió ayer por todas las calles de la ciudad. Principalmente a través de los recorridos más madrugadores de las charangas, cada una con un recorrido diferente que les lleva a pasar por los establecimientos colaboradores para reponer líquidos y tomar algún tentempié. En esas salidas, lo habitual es encontrarse con el ingenio de los peñistas para disfrazarse de los personajes más variopintos, tanto de los más clásicos como algunos más modernos. Son protagonistas de series o de películas, pero también deportistas, objetos o animales. Vestimentas que, en el mejor de los casos, llegan hasta los festejos taurinos.

Entre los actos que ya están asentados en la programación de las fiestas, el tradicional encuentro matutino entre las peñas Euqor y Rouna. Esta cita, que se da aprovechando la sombra de la calle Luis Guedea, sirvió para que se dispute la ‘Carrera de Pingüinos’, una competición entre miembros de ambas peñas por ver quién da la vuelta antes a un improvisado circuito con los pantalones por los tobillos.

Por la noche, el turno fue para las actuaciones de Seven en Rouna, el tributo a Estopa Destrangis en La Unión , las intervenciones de varios DJ y de grupos diversos que animaron la fiesta hasta la madrugada.

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