El pueblo de Aragón que lleva casi dos siglos suplicando las vaquillas al alcalde

Los vecinos de esta localidad aragonesa tienen de todo para celebrar estos días de fiestas: romería, música, alegría, buen vino y ¿vaquillas?.

La tradición de pedir las vaquillas al alcalde.
La tradición de pedir las vaquillas al alcalde.
J. Macipe

San Roque representa la gran cita anual de Calatayud con la fiesta pura. Aunque las novedades se vayan incorporando año tras año en la localidad de Aragón, en esta celebración no falta ningún elemento tradicional: romería, música, alegría, buen vino y vaquillas. La particularidad es que las vaquillas llegan por una petición popular expresa a la máxima autoridad de la localidad bilbilitana, su alcalde.

Solo se piden las vaquillas del día 16 (este año cae en miércoles), cuando se sube en romería hasta la ermita del Santo caminando por uno de los cerros que rodean la ciudad. Hay que madrugar para asistir al ritual completo. Sobre las 5.00 se reúnen las peñas en la Plaza del Mercado, y empieza la subida encabezada por el Santo, la Cofradía, la Corporación Municipal y las Peñas, con parada para dar una vuelta de honor por el interior de la colegiata de Santa María.

A las 6.00 se celebra misa y se cantan los gozos. Se baja hasta la era de la cofradía, donde sobre las 7.00 se reparte chocolate con bizcochos. A las 8.00 se llega de nuevo a la plaza del Mercado, donde se hace la petición al alcalde para que haya vaquillas. Ahí se colocan además muñecos de capea hechos con papel y cartón.

La tradición de las fiestas de Calatayud a día de hoy

En la actualidad, el alcalde hace subir al presidente de la Federación de Interpeñas, que es la que organiza las Fiestas de San Roque, y al peñista del año, el que lanza el chupinazo. La gente grita “vaquillas, vaquillas” y el alcalde simula no escuchar bien la demanda, pidiendo que suban el volumen. Cuando la gente le complace, las concede, sin más discursos.

La romería
La romería
J. Macipe

La tradición es añeja. Hay documentación de que ya se hacía en 1847. Como recuerda la Asociación Torre Albarrana, la petición corresponde a las vaquillas “que se celebrarán esa tarde del 16 en el coso de Margarita, tal y como se venía haciendo antaño en eras y prados. La denominación de ‘tradicionales vaquillas’ no es baladí, ya que data de hace casi 200 años, cuando ya se acudía a la plaza de España para pedir a la autoridad permiso para correr las vaquillas y utilizar el cuévano”, que es el cesto de mimbre tradicionalmente usado para la recogida de uva.

El ruego exacto que se canta al alcalde, antes de que el mandatario se haga de rogar y finalmente saque su pañuelo para conceder las vaquillas, es el siguiente: “¡Vaquillas señor alcalde/le venimos a pedir/que en las fiestas de san Roque/nos queremos divertir!/¡Vaquillas! ¡Vaquillas!”. Actualmente, el ruego se limita al “vaquillas, vaquillas” final.

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