El chupinazo desborda la fiesta de San Roque y la alegría por las calles de Calatayud
Parte de los 5.691 peñistas han participado en el multitudinario y colorido chupinazo que da paso a las celebraciones hasta el 16 de agosto.
Cada 13 de agosto, Calatayud cambia radicalmente de cara, especialmente desde las siete y media de la tarde en la plaza de España. Y este domingo no ha sido una excepción. El estallido del chupinazo, encendido en esta ocasión por el peñista del año 2023, Paco Herrero, que simboliza el inicio oficial de las Fiestas de San Roque, ha hecho que los sentimientos y la celebración se desparramen por toda la localidad hasta el próximo miércoles. El sonido de las charangas y el ruido de los bombos, unidos a la algarabía de gritos, cánticos, abrazos y lágrimas de emoción de los más de 5.691 peñistas inscritos hasta esta tarde cambia el clima de la ciudad localidad de Aragón, cerca de los 5.701 de 2022.
"Disfrutad de cuatro días de diversión y color. Sed respetuosos con todo el mundo", pedía Herrero desde el balcón al público segundos antes de que el estallido del cohete enfervorizase todavía más a la parroquia agolpada a los pies de la antigua casa consistorial y extendida por cada centímetro del corazón del municipio. Antes de asomarse a la balaustrada, Herrero tenía un recuerdo que destacaba por encima de todo, para un amigo que falleció el año pasado: "Esto va por Alberto. Empecé con él en la peña El Cachirulo a los 14 años y hemos compartido 45 de vida, en la peña y pinchando en la discoteca. Era un sanroquero y seguro que estaría orgulloso viéndolo desde la barra del bar de su familia".
También se acordaba Herrero de los que le rodean en este último año, donde ha tenido que enfrentarse a problemas de salud de los que ya se ha recuperado. "Han estado a mi lado ayudándome y eso me hace sentirme afortunado y feliz", remarcaba. En el balcón, Herrero, acostumbrado a estar presente durante tres décadas en funciones como concejal, integrante del consejo sectorial de festejos, presidente de Interpeñas y de la junta de El Cachirulo, reconocía que esta vez era especial: "Tengo unas cosquillas en el estómago… No es la primera vez pero lo voy a disfrutar al 200%".
Superados por segundo año consecutivo los 5.600 inscritos entre las diez peñas sanroqueras -Euqor, Rouna, La Unión, La Bota, Los que Faltaban, Nogara, El Cachirulo, Garnacha, Solera y El Desbarajuste, el presidente de la Federación que las agrupa, Gerardo Bernal, remarcaba que su objetivo es "seguir haciendo una fiesta mejor y más grande, porque son las mejores del mundo". Entre sus propósitos, Bernal insistía en que "las Fiestas de San Roque tienen que ser declaradas de interés turístico nacional" y que para ello pondrán "esfuerzo y trabajo para conseguirlo". De esta forma, incidía en que se seguirán potenciando los actos emblemáticos y especiales, como el chupinazo, la romería y los muñecos de capea.
Desde el Gobierno de Aragón, el consejero de Turismo, Manuel Blasco, secundaba la propuesta. "Lo estudiaremos y lo valoraremos", apuntaba. En el mismo sentido, se expresaba, el alcalde bilbilitano, José Manuel Aranda, que consideraba que "Interpeñas lo está haciendo muy bien, cultivando la tradición y apostando por la innovación". Junto a ellos estaba el regidor de Tarazona, Tono Jaray, que recordaba los lazos de unión entre ambas ciudades.
En la plaza, Eva Sabio, Leticia Pérez, Ana Tena y Manuel Casteleiro, de las peñas El Ajo y Los Marinos, de Teruel ambas, se anotaban una visita más al día del Chupinazo. "Llevamos viniendo muchos años, algunos más de 30, y nos gusta todo. Especialmente la hermandad que hay entre las dos ciudades", decía Eva.
Para Fausto Martín y Julia Pardos , era un año especial. "El pasado no nos apuntamos porque falleció un familiar y este teníamos ganas por la hermandad que hay".
Tras la explosión del cohete, las peñas y sus charangas han realizado la tradicional 'bajada' de la Rúa.
Este lunes será la primera corrida de toros, la mixta, de los festejos de San Roque, con Sergio Galán, El Fandi y, en sustitución de El Cordobés, Manuel Escribano. Este año, la ampliación para sentarse en sombra en el Coso de Margarita ha recaído, por sorteo, en la peña Solera.
