ARAGÓN

Pediatras y psicólogos aragoneses detectan retrasos en el lenguaje por el abuso de las pantallas

Alertan de problemas entre niños menores de 3 años con déficits en el habla.

Rincón de lectura en la sala de espera de Pediatría del centro de salud de Sagasta.
Rincón de lectura en la sala de espera de Pediatría del centro de salud de Sagasta.
Francisco Jiménez

Pediatras y psicólogos han detectado en las consultas un aumento de casos de retrasos en el lenguaje en menores de 3 años por su excesiva exposición a tabletas o móviles. Algo que ha puesto en alerta a los profesionales al observar estos déficits en el habla en edades tan tempranas, y que puede afectar directamente al desarrollo natural de su cerebro, en pleno crecimiento.

Los primeros años de vida son fundamentales en el desarrollo físico y mental de los niños. Y con un dispositivo digital el bebé no aprende a hablar, ni a comunicarse, porque no obtiene respuesta. Se dan retrasos a nivel psicomotor por la pasividad y la falta de estimulación. Además de problemas en el sueño, por la luz azul que afecta a la producción de melatonina.

Para María Pilar Mallada, pediatra en el centro de salud Rebolería y vicepresidenta de la Asociación de Pediatría de Atención Primaria de Aragón, los efectos del uso inadecuado de las pantallas se centraban siempre en niños más mayores: "Pero estamos detectando casos, en menores de 3 años, que usan estos dispositivos como entretenimiento, también durante las comidas. Hay carritos de bebés que llevan incluso un adaptador para sujetar la tableta o el móvil". "Las pantallas no son ni buenas ni malas -afirma-, la cuestión es utilizarlas el tiempo adecuado, con el contenido correcto. Las familias no perciben como algo malo dejar el móvil al niño, porque es una manera muy cómoda de entretenerlos, pero se pierde la interrelación y la comunicación". "No es lo mismo media hora que seis horas, y a veces las familias no creen que los pequeños estén tanto tiempo con una pantalla, porque se la van poniendo a en distintos momentos: en la sala de espera, mientras hacen la compra... Pero todos esos ratos suman".

El año pasado, recuerda la doctora Mallada, derivó a tres niños a Atención Temprana por un retraso en el lenguaje "claro y evidente". De ahí surgió, en colaboración con el equipo de tardes de la unidad de salud mental infanto-juvenil del centro de salud de Sagasta, una iniciativa para informar a los padres sobre los riesgos del uso inadecuado de las pantallas a lo largo de toda la etapa infantil.

La iniciativa, impulsada por el Servicio Aragonés de Salud, con el apoyo de la Asociación de Pediatría de Atención Primaria de Aragón, lleva por título ‘Háblale, mírale, cántale, juega. Estimula su cerebro. Que no te sustituya una pantalla'. La pediatra María Pilar Mallada y tres profesionales de la unidad de salud mental infanto-juvenil de tardes de Sagasta, las psicólogas clínicas Ana Cristina de Pablo y Luisa Maestro y la enfermera Cristina Paricio, han elaborado cinco folletos que se han distribuido por centros sanitarios para concienciar sobre el problema.

Alteraciones de todo tipo

En este sentido, reconoce que "es una realidad que entre los niños más pequeños se está haciendo un uso inadecuado, un abuso de los medios digitales y eso provoca alteraciones de todo tipo". Con la elaboración y los folletos, cuenta, intentan "transmitir la idea de que las pantallas no se pueden usar solo para entretener a los bebés".

"En adolescentes -apunta- se ha hecho mucho hincapié en las consecuencias y problemas del mal uso de las redes sociales, pero en los más pequeños no se había trabajado este tema, y es la edad más importante, donde la tarea preventiva tiene más sentido, sobre todo desde la vertiente de la salud. En los primeros seis años se forjan los hábitos, trabajas los apegos, los vínculos. Son años determinantes en la personalidad, en el aprendizaje, son el cimiento de lo que luego va a ser la persona".

La psicóloga clínica De Pablo explica que cuando se produce una hiperestimulación visual se limita y restringe el desarrollo de otros sentidos, y "tocar, oler, saborear... son imprescindibles para conocer el entorno": "Los padres usan las herramientas que tienen y no son conscientes de sus consecuencias. Por ello hay que concienciar a la población para cambiar esas dinámicas".

"Hay que ofrecer alternativas"

"Nos dimos cuenta de que en la sala de espera la mayoría de los niños usaban una pantalla para estar entretenido, bien tabletas o los móviles de sus padres, y algunos en edades muy tempranas", cuenta la doctora Teresa Cenarro, vicepresidenta de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria y pediatra en el centro de salud de Sagasta en Zaragoza.

Para evitar esta situación y ofrecer más opciones a los pequeños pacientes, la Fundación CAI trasladó la posibilidad de instalar una biblioteca en la sala de espera de Pediatría, con el lema ‘Leer es crecer’. "Agradezco el trabajo de las voluntarias, que se desplazan al centro, arreglan los libros estropeados por el uso o los sustituyen", indica. "Y para nuestra sorpresa, cuando salimos a llamar a los niños para la consulta no están con una pantalla en las manos, sino con un cuento". "Se trata -añade- de ofrecer alternativas a las pantallas. El centro de salud, además, es un sitio donde hay que potenciar hábitos saludables y la sala de espera de Pediatría es el lugar adecuado para fomentar este mensaje. Es una actividad muy gratificante". 

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión