ETA

La Audiencia Nacional deja en libertad a Itxaso Zaldua, juzgada por el asesinato de Giménez Abad, a la espera de la sentencia

La Audiencia Nacional toma la medida tras iniciar la deliberación y sopesar las pruebas contra ella. Mikel Carrera, identificado por cuatro testigos, seguirá preso como principal sospechoso.

TERRORISMO ETA.- La Audiencia Nacional juzga este lunes al exjefe de ETA Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, Ata, y a Miren Itxaso Zaldúa por su presunta responsabilidad en el asesinato del presidente del PP de Aragón Manuel Giménez Abad en mayo del 2001, cuando iba con su hijo a ver un partido al estadio de La Romareda, en Zaragoza. EFE/ Fernando Villar pool
El exjefe de ETA Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, Ata, y Miren Itxaso Zaldúa, durante el juicio en la Audiencia Nacional por el asesinato de Manuel Giménz Abad
FERNANDO VILLAR

El tribunal de la Audiencia Nacional que juzga el asesinato Manuel Giménez Abad ha dejado en libertad a la espera del veredicto a uno de los acusados, la etarra Miren Itxaso Zaldua, alias Sahatsa, que se encontraba en prisión provisional por este caso desde 2020. Los magistrados toman esta decisión apenas un día después de que el juicio quedara visto para sentencia y tras haber iniciado la deliberación y sopesado las pruebas presentadas contra ella. Por contra, Mikel Carrera Sarobe ‘Ata’, identificado por cuatro testigos como el autor de los tres disparos que acabaron con la vida del entonces presidente del PP-Aragón, se mantiene en prisión.

Tanto la fiscal como la acusación particular y la popular solicitaron para ambos 30 años de cárcel y el pago de 1,5 millones de euros de indemnización a la familia por un delito de asesinato terrorista. En su alegato final, la representante del Ministerio Público, Ángela Gómez, defendió que «el reconocimiento de los testigos y los informes periciales acreditan sin dudas que los acusados son los autores del atentado».

En concreto, la investigación apunta a que Mikel Carrera e Itxaso Zaldua eran los responsables del comando Basajaun, al que se atribuye el atentado. La reconstrucción de los hechos le sitúa a él como autor de los disparos contra Giménez Abad en la calle Cortes de Aragón de Zaragoza, mientras que ella le habría ayudado en el diseño del ataque y dado soporte logístico aquel fatídico 6 de mayo de 2001.

Tras cumplir 12 años de cárcel en Francia por dirigir la estructura logística del aparato militar de ETA, Itxaso Zaldua quedó en libertad y sin más causas pendientes hasta que en 2020 fue detenida como sospechosa de participar en el asesinato de Giménez Abad. Desde entonces ha permanecido en prisión provisional, y aunque queda a la espera de conocer la sentencia, su liberación apunta a una posible absolución por falta de pruebas. Los magistrados no han fijado ninguna medida de control, como la entrega del pasaporte o la firma periódica en dependencias judiciales.

La acusada defendió durante el juicio celebrado este mes en la Audiencia Nacional que el día del atentado se encontraba con sus amigas en un cine de Guipúzcoa. Negó haber formado parte del comando Basajaun –a diferencia del otro acusado–, y limitó su participación en ETA a labores logísticas.

Un reconocimiento

Además de la documentación incautada a la banda terrorista que ubica a Sahatsa en el comando Basajaun primero, y en la estructura orgánica de ETA tras su huida a Francia después, la principal prueba contra la acusada es el testimonio de un testigo de lo ocurrido hace ahora 22 años.

«Iba en un coche con unos amigos y oímos unos ruidos escandalosos», comentó en la segunda sesión del juicio. «Vimos a un señor que se acercó a una señorita, le dio algo y se fue corriendo por la calle Princesa hacia arriba. En ese intervalo de tiempo, crucé mirada con la chica. Yo creo que llegó a pensar que iba a ir por ella, pero me puse a correr detrás del primer señor y ella se alejó por otro lado», relató.

Al igual que muchos otros, este testigo no logró identificar a Itxaso Zaldua entre las fotografías que le enseñó la Policía en un primer momento, puesto que no estaba fichada, pero sí en 2019. Ante las dudas sembradas por los abogados de la defensa, el juez intervino para preguntar directamente al testigo si tenía la «seguridad» de que era ella. «Perfectamente, hay situaciones en la vida que son imborrables, lamentablemente esta es una de ellas», remarcó.

En cambio, la defensa volvió a cuestionar su validez en el alegato final. El letrado advirtió que, inicialmente, el testigo dijo no haber visto nada concluyente y que luego cambio su declaración, a su juicio, «inducido por la Policía».

Mientras, Carrera Sarobe, que cumple dos cadenas perpetuas en Francia por asesinar a dos guardia civiles en Capbreton y a un policía galo, permanecerá en prisión a la espera de veredicto. En su caso, el exjefe de ETA, también negó su participación en la muerte de Giménez Abad, aunque reconoció ser miembro del comando Basajaun. Hasta cuatro testigos le identificaron «sin dudas» como el autor de los disparos.

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