Así será el juicio por el crimen de Manuel Giménez Abad: dos acusados y varios testigos
Veintidos años después del asesinato del que fuera presidente del PP Aragón a manos de ETA, se juzga a los etarras Mikel Carrera Sarobe, alias ‘Ata’, y Miren Itxaso Zaldua, ‘Sahatsa’.
El juicio a los etarras Mikel Carrera Sarobe, alias ‘Ata’, y Miren Itxaso Zaldua, ‘Sahatsa’, por el asesinato de Manuel Giménez Abad en Zaragoza el 6 de mayo de 2001 empieza este lunes en la Audiencia Nacional. El proceso se va a celebrar en la sede situada en la calle de Génova y el tribunal estará compuesto por los magistrados Francisco Javier Vieira (presidente), María Riera (ponente) y José Ricardo de Prada.
El juicio, que llega 22 años después del asesinato del que fuera presidente del PP-Aragón y que conmocionó a la sociedad aragonesa, comienza con la citación de los dos etarras acusados de disparar tres veces en la cabeza y por la espalda al político aragonés delante de su hijo cuando ambos se dirigían al estadio de La Romareda para ver un partido del Real Zaragoza. También está previsto que dos policías declararen este lunes.
En la segunda jornada, entre los llamados a declarar figura Borja Giménez Larraz, el hijo de la víctima que le acompañaba en el momento del asesinato y que por aquel entonces era menor de edad. Lo presenció todo y cuando en 2014 se supo que Ata podía ser el autor del atentado, le mostraron una fotografía y le reconoció como el asesino de su padre. Por este motivo este martes está previsto que declare en el juicio. Este día también están citados varios agentes de la Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local.
Cinco testigos, cuya identidad está protegida por la Administración de Justicia, acudirán el miércoles junto a otros vecinos que han sido citados por el tribunal. Y finalmente, el jueves será el turno de los responsables de la Guardia Civil, la Policía Nacional y médicos forenses para que realicen la prueba pericial sobre los hechos, y luego se realizará la prueba documental.
Los dos últimos días de juicio (el 17 y 18 de julio) se han reservado para que las partes defiendan las conclusiones y los informes finales sobre el asesinato, en función de cómo se desarrollen las sesiones previas, que podrían provocar el adelanto de las mismas.
Carrera Sarobe, entregado por Francia para el juicio
El juez Santiago Pedraz decidió procesar a Mikel Carrera Sarobe en julio de 2019 como miembro del comando Basajaun, después de recibir las declaraciones del hijo de Giménez Abad y los testigos de Zaragoza ante la Guardia Civil y la Policía Nacional.
Un año después, en julio de 2020, se produjo la detención de Itxaso Zaldua, cuyo nombre apareció en documento hallados por la Policía en la vivienda de otro etarra (Juan Fernández Iradi, ‘Susper’) al ser arrestado en Tarbes. Unas pruebas caligráficas que le hicieron posteriormente la delataron.
Con motivo del arranque del juicio, Francia ha entregado a Carrera Sarobe, que se encuentra preso en la cárcel de Lannemezan (cerca de Tarbes), pero de manera temporal para que sea juzgado. Para ello se han reservado seis días (3, 4, 5, 6, 17 y 18 de julio). El terrorista cumple cadena perpetua en el país vecino por el asesinato de los guardias civiles Raúl Centero y Fernando Trapero.
Está previsto que Ata, jefe de la cúpula militar de ETA hasta su detención en 2010 en Francia, niegue su autoría del asesinato en Zaragoza.
En su escrito de acusación, la familia de Giménez Abad, que ejerce la acusación particular, pide imponer a Carrera Sarobe y a Itxaso penas de 30 años de prisión y la prohibición de aproximación a la capital aragonesa a menos de un kilómetro durante cinco años. Además, solicitan que tengan que indemnizar conjunta y solidariamente a la viuda y a cada uno de los cuatro hijos del dirigente en la cantidad de 250.000 euros a cada uno de ellos.
Por su parte, su compañera Sahatsa será trasladada al juicio desde la cárcel de San Sebastián, a la que fue enviada desde la de Asturias en julio de 2021. Fue detenida en Hernani, en julio de 2020, tras ser identificada por un testigo y la Policía encontró nuevos indicios en la documentación de la banda entregada por Francia en 2018.
