Cuerdas locas, el proyecto de macramé gracias al que una aragonesa ha vuelto a sus raíces

Se declara una “cuerda loca” y, después de años lejos de Bailo (Jaca), ha podido volver a establecerse allí y lanzar su propio negocio.

Inés Castán es de Bailo (Jaca) y ha regresado para desarrollar su negocio de macramé, Cuerdas Locas.
Inés Castán es de Bailo (Jaca) y ha regresado para desarrollar su negocio de macramé, Cuerdas Locas.
H. A.

Inés Castán tiene 31 años y se declara una "cuerda loca". Es el juego de palabras con el que, además, da nombre a su proyecto de vida y de negocio. Cuerdas Locas es ahora su sustento económico y también lo que le ha permitido volver a sus raíces. 

Es de Bailo pero a los diez años se trasladó a Jaca con su familia y a los 19 a Zaragoza, para estudiar Trabajo Social. Durante los primeros años estuvo empleada en el sector pero Inés siempre ha estado conectada con las manualidades y otras actividades artísticas. "Soy una persona bastante creativa y me gusta escribir, bailar, patinar sobre hielo…", explica. A la lista hay que sumar su última afición que es también su trabajo, el macramé. 

Cuerdas Locas es el proyecto que Inés desarrolla desde su Bailo natal y consiste, por un lado, en la venta de piezas de macramé elaboradas a mano utilizando como principales canales internet así como mercados y ferias. Además, también alquila un arco decorado para eventos y organiza talleres con lo que pretende, dice, "tejer redes". "El objetivo principal es poder ser, estar en libertad y acompañarnos, utilizando el macramé como herramienta", explica.

"El objetivo principal es poder ser, estar en libertad y acompañarnos, utilizando el macramé como herramienta"

Para Inés, la práctica del macramé tiene numerosos beneficios. "Se potencia la creatividad y la motricidad fina, ayuda mucho a centrarse en el presente y estar aquí y ahora e impacta muy positivamente en la autoestima", señala. Al menos esos son los resultados que ella puede ver en las sesiones que ha organizado hasta el momento. "Cuando al comenzar los talleres les muestro a los participantes lo que van a crear no se lo creen y cuando se van salen con una sonrisa enorme, de modo que ver de lo que somos capaces de hacer con nuestras manos es muy beneficioso", apunta. 

Actualmente, tiene dos talleres en marcha: ‘¿Cómo nos vemos en el espejo?’, que consiste en la elaboración de un espejo en macramé mientras se reflexiona sobre cómo el amor propio se ha convertido en autoexigencia; y ‘No te comas el tarro, decóralo’, donde se decoran botes en macramé al tiempo que se comparten preocupaciones vitales. "Con los talleres busco crear espacios de acompañamiento y reflexión donde generar un impacto directo en el bienestar psicosocial de las personas que participamos", explica.

Para que su proyecto haya podido ver la luz, para Inés ha sido imprescindible el paso por el Pamur, un plan comarcal de La Jacetania para el desarrollo de la mujer rural. "Llegué a él justo en el momento indicado, hace un año, cuando tenía el proyecto bastante aterrizado y tocaba dar los pasos necesarios para formalizarlo", comenta. 

"Adentrarme en algo tan personal y arriesgado, teniendo en cuenta el mundo tan volátil en el que vivimos, me despertó una vorágine de sentimientos"

Además, Inés forma parte también de la plataforma MAR de mujeres artistas y artesanas del medio rural aragonés, junto a otras más de 300 integrantes de todo el territorio regional. Una de ellas es Erica Urdeitx, artesana de la madera y afincada en La Peña Estación. Juntas, están poniendo en marcha talleres multidisciplinares e intergeneracionales donde acercar la artesanía de una manera amena y divertida a todo el público. "Lo planteamos como una potente herramienta de autoconocimiento. Eres tú frente a la tabla en blanco para crear y plasmar lo que quieras", resume Inés. Actualmente, el objetivo en esta línea es abarcar temas concretos, "como las violencias machistas o la luenga aragonesa", para crear conocimiento y recursos compartidos, así como darle un enfoque mós sociocultural a su actividad.

Esta es la historia de Inés, una cuerda loca que, cuando comenzó a dar forma al proyecto, reconoce, se sentía "más cuerda y más loca que nunca". Y es que atrás dejaba cierta estabilidad laboral para afrontar con vértigo un gran cambio. "Adentrarme en algo tan personal y arriesgado, teniendo en cuenta el mundo tan volátil en el que vivimos, me despertó una vorágine de sentimientos", reconoce. 

Para conocerla tanto a ella como a sus creaciones en macramé y saber más sobre los talleres que organiza Cuerdas Locas tienen un perfil de Instagram (@cuerdas_locas) donde se pueden ver los productos y se anuncian las actividades.

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