Marta Fernández, de lila y con las rodillas al aire en su nombramiento como presidenta de las Cortes
La diputada de Vox ha lucido un estilismo veraniego y unos grandes pendientes que llamaban especialmente la atención.
Ella no ha querido ser presidenta, sino presidente. Y no ha vestido de morado, sino de lila. Contenida en las formas, pero marcando posiciones incluso en las formas. Así ha debutado como presidenta de las Cortes de Aragón la diputada de extrema derecha Marta Fernández.
Da igual que sea primavera u otoño, que hablemos de París o de Milán, que sea en la actualidad o hace más de cinco años; hay una constante que siempre es un acierto, los estilismos monocolor. Las expertas en esto del vestir saben que lucir un mismo tono (o gama tonal) de pies a cabeza se convierte siempre en una apuesta ganadora. Así que, cada temporada, surgen infinidad de estilismos centrados en un único tono, que puede ser desde el siempre elegante hasta otras tonalidades más vibrantes y atrevidas.
Eso ha debido de pensar Marta Fernández, la nueva presidenta de las Cortes de Aragón, que ha tomado posesión del cargo este mismo viernes por la mañana en una solemne ceremonia que ha dado pistoletazo de salida a la undécima legislatura de la Comunidad. Para ello, la diputada por Vox se ha decantado por una americana y una falda de tablas que dejaba a la vista las rodillas (quizá un largo poco apropiado para el momento que protagonizaba), ambas piezas de un suave tono lila, que no morado; y aunque todavía no han comenzado los rigores del estío zaragozano y la suave brisa aún hace soportables las temperaturas diurnas, el material del traje era el siempre fresco y versátil lino. Por dentro, Fernández llevaba una sencilla camiseta de algodón de color blanco y cuello caja sobre la que destacaba una cadenita de plata con una pequeña cruz del mismo material que lucía al cuello.
Pero lo que destacaba sobre todo en el estilismo de la segunda autoridad de Aragón eran unos grandes pendientes que le llegaban casi hasta las clavículas y que quedaban enmarcados en su larga melena morena. De un tono lila azulado más subido que el del traje, estaban conformados por tres pisos de flores de tela traslúcida, lo que aportaba sutileza al complemento, no así pesadez, habida cuenta del tamaño del mismo.
Según se ha podido ver en las fotos de los compañeros gráficos que han cubierto el acto oficial en el palacio de la Aljafería, Marta Fernández también ha llevado un bolso en la misma gama tonal pero de un azul más oscuro, de pequeño tamaño y cruzado al pecho, con una cadena de eslabones de diferentes colores, mostaza, marrón y verde oscuro, que rompían el bloque monocolor del conjunto. También llevaba zapatos de tacón alto de color nude.
