El 51% de las fracturas de cadera en ancianos en Aragón se operan antes de las 48 horas

Un registro nacional analiza distintas características de los pacientes y hace un seguimiento al mes del alta hospitalaria

Intervención en el Hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza
Intervención en el Hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza
H. A.

La fractura de cadera supone un problema de salud importante debido al envejecimiento de la población y a la morbimortalidad y dependencia funcional secundaria a la lesión. Y conlleva, a su vez, un impacto sanitario, social y económico en las personas mayores que padecen esta lesión. Según un informe del Ministerio de Sanidad, la incidencia supera los 100 casos por cada 100.000 habitantes, y aumenta a partir de los 75 años. En Aragón, el porcentaje de episodios con fractura de cadera en ancianos intervenidos en las primeras 48 horas ronda el 51,9%, según el Registro Nacional de Fracturas de Cadera (RNFC). La estancia media es de 7,83 días, menos que a nivel nacional (9,9).

Una base de datos a nivel general tiene como objetivo analizar el abordaje de esta patología y, como fin último, mejorar el proceso asistencial y el tiempo de intervención quirúrgica. Marta González Eizaguirre, presidenta de la Sociedad Aragonesa de Geriatría y Gerontología, explica que el RNFC incluye a todos las personas de 75 o más años ingresadas en los hospitales participantes con diagnóstico de fractura de cadera por fragilidad, previa firma del consentimiento informado. Al mes del alta se contacta con los pacientes vía telefónica o en la consulta de seguimiento. Entre las variables que se tienen en cuenta están las demográficas y epidemiológicas; la movilidad previa a la fractura, al alta y al mes; o distintas cuestiones clínicas, como la existencia de trastorno cognitivo o posibles complicaciones postquirúrgicas.

Tal y como resume González Eizaguirre, según los datos obtenidos de un estudio de la Guía de buena práctica clínica en Geriatría sobre la atención al adulto mayor con esta lesión, la mortalidad al año siguiente de una fractura de cadera varía entre el 15% y el 35% de los pacientes. Entre las consecuencias se encuentran alteraciones significativas de la autonomía para las actividades básicas de la vida diaria. También se asocia a un mayor riesgo de institucionalización. Solo el 39% de los pacientes vuelve a vivir en su domicilio. Aumenta la comorbilidad, la fragilidad y la prevalencia de deterioro cognitivo y hay mayor incidencia de trastornos psiquiátricos como la depresión.

"Las consecuencias sanitarias a largo plazo no son menospreciables", explica: tres años después de un proceso de fractura de cadera, el 45% de los pacientes ha fallecido. Y la fractura de cadera parece aumentar de forma independiente el riesgo de enfermedad cardiovascular. A estas consecuencias se suma, tal y como añade, el impacto de la discapacidad un año después de la fractura de cadera, que roza el 40%. Respecto a su impacto económico, el coste sanitario estimado de la atención aguda de fractura de cadera se sitúa en torno a los 12.000 euros por paciente.

A lo largo de cinco años, 105 hospitales de toda España han participado en el Registro Nacional de Fracturas de Cadera, reuniendo más de 50.000 casos de pacientes con este problema de salud. En Aragón, se ha incluido a 3.206 pacientes en el Registro Nacional de Fractura de Cadera. A día de hoy, de todos los hospitales aragoneses que presentan entre su cartera de servicios el tratamiento de fractura de cadera, solo seis han facilitado los datos, debido al carácter voluntario del registro. 

Por otro lado, apunta, la recogida de variables desde su creación en 2017 "también ha sido desigual en el tiempo en estos centros". Tal y como enumera, en estos años han participado en algún momento los hospitales Nuestra Señora de Gracia (Provincial), Obispo Polanco de Teruel, el Hospital Sagrado Corazón de Jesús de Huesca (antiguo Provincial), Miguel Servet, Hospital General de la Defensa y Hospital de Barbastro. De ellos, solo dos (Nuestra Señora de Gracia y Obispo Polanco) han tenido continuidad desde 2017. El resto de centros no hacen un registro de los datos, resume.

 "Esta discontinuidad hace que en realidad los datos no se puedan comparar en toda la Comunidad, además de que la información no está completa", indica González Eizaguirre. El RNFC premió hace unas semanas a la Unidad de Ortogeriatría del Obispo Polanco, en colaboración con el Hospital San José de Teruel, por su excelencia sanitaria en el tratamiento de fracturas de cadera y por ser el hospital con "mayor mejora a lo largo del último año".

"La demanda de la población cambia por el envejecimiento pero los recursos son los mismos"

El doctor Jorge Albareda, jefe de servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza, reconoce que cada vez llegan más fracturas de caderas en ancianos, una patología directamente relacionada con el envejecimiento. "La demanda de la población ha cambiado, hay más patologías degenerativas, más fracturas, pero los recursos siguen siendo los mismos. Lo que habría que hacer -pone de manifiesto-es adaptarlos a las necesidades sociales, y no se ha hecho".

Los últimos datos del Salud, correspondientes a abril, recogen que había 1.616 pacientes pendientes de someterse a una intervención de Traumatología y Cirugía Ortopédica en Aragón desde hace más de seis meses. La demora media en esta especialidad es de 165 días. Desde el Clínico demandan más quirófanos: "A pleno rendimiento tenemos 16 y necesitaríamos no menos de 30 para sacar adelante las listas de espera y las urgencias". 

Los jefes de servicio quirúrgico presentarán al nuevo Gobierno autonómico un "diagnóstico de los problemas y una propuesta de soluciones", que pasan por aumentar el número de quirófanos y actualizar la tecnología, para después abordar el personal.

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