El 'Lourdes español' en una cueva de Teruel cumple 65 años

En junio de 1958 un grupo de niños aseguró que veía a la Virgen en una gruta de Jorcas. La aparición mariana causó revuelo mediático pero con el tiempo ha caído en el olvido.

La noticia de HERALDO y una fotografía de la época del diario 'Lucha', actual 'Diario de Teruel'.
La noticia de HERALDO y una fotografía de la época del diario 'Lucha', actual 'Diario de Teruel'.
Heraldo/Diario de Teruel

El ‘ABC’ no dudó en enviar a su mejor periodista Luis de Castresana (premio Nacional de Literatura y finalista del Planeta) a "dar cuenta del milagro". La revista ‘Blanco y negro’ dedicó un reportaje de seis páginas al acontecimiento. Corría el año 1958 y un grupo de niños y niñas turolenses que iban a tomar la Primera Comunión aseguraron ser testigos de la aparición de la Virgen María en la cueva de San José de la localidad de Jorcas. El revuelo fue tremendo, pero 65 años después el suceso ha caído en el olvido.

En su momento se llegó a hablar de "un Lourdes español" y periodistas de Valencia, Madrid y Zaragoza acudieron a la pequeña localidad, de unos 320 habitantes, para comprobar si aquel episodio era comparable, por ejemplo, con las apariciones marianas de Fátima. Los niños fueron relatando qué habían visto -unos dijeron que era como un relámpago, otros que un destello blanco-, aunque también las voces más escépticas no tardaron en asegurar que se trataba de una ilusión óptica y que los chavales habían confundido la silueta de la Virgen con un mero saliente de piedra. El interés por el caso se diluyó tan rápido como había surgido, pues la Iglesia fue presta en desacreditar el testimonio de los niños alegando que sus visiones no tenían base científica ni religiosa.

Seguimiento de HERALDO a lo acontecido en Jorcas en 1958.
Seguimiento de HERALDO a lo acontecido en Jorcas en 1958.
Heraldo

"Ocho niños de Jorcas dicen que se les ha aparecido la Virgen en una cueva", tituló HERALDO la primera de sus informaciones publicadas al respecto el 21 de junio de 1958. "La autoridad eclesiástica no ha dictaminado sobre el caso", se dice también en primer nivel de lectura, antes de informar de que se trataba de ocho niños de la sierra del Pobo, con edades comprendidas entre los 7 y los 16 años. "Las apariciones comenzaron al día siguiente del Corpus, pero de ellas no se ha tenido conocimiento hasta ahora por el aislamiento en que se halla dicho pueblo". La noticia fue una primicia del joven periodista del diario ‘Lucha’ Manuel Guerricabeytia, cuyas crónicas están disponibles de forma gratuita en la hemeroteca digital del ‘Diario de Teruel’.

Las informaciones publicadas en su día en 'Blanco y Negro'.
Las informaciones publicadas en su día en 'Blanco y Negro'.
ABC

A continuación se pasa a relatar cómo uno de los pequeños, Miguel Izquierdo, iba a una fuente a llenar un botijo de agua y "ante la necesidad tuvo que apartarse del camino llegando hasta la cueva". Allí dijo que vio a un Niño Jesús con una pelota en la mano, pero cuando contó lo sucedido en casa su madre le reprendió. Después decidió ir con sus amigos y en sucesivos días todos coincidieron en decir que vieron a la Virgen con un manto blanco y azul, de rodillas y con las manos juntas. Del corazón le salía una luz que impedía que se le viera nítidamente la cara. La noticia se extendió como la pólvora y muchos adultos acudieron también a la cueva, que no vieron nada pero sí percibieron "en los niños signos muy extraños".

La fuente de Gamellón, que está junto a la ermita de Jorcas.
La fuente de Gamellón, que está junto a la ermita de San José, en Jorcas.
Laura Uranga
"No cree el maestro que haya fingimiento ni sugestión, pues los niños no han salido nunca del pueblo"

Los chavales fueron objeto de interrogatorios por separado y contaron con el apoyo del maestro, José Ortega Martín, quien alababa al buen comportamiento de los menores y decía que "no saben mentir". "No cree el maestro que haya fingimiento ni sugestión, pues los niños no han salido nunca del pueblo ni han visto películas referentes a Fátima y Lourdes", dice la crónica de HERALDO. El secretario del Ayuntamiento, José Español Marzo, también apoyó a los niños, si bien este diario se apresuró en añadir que con sus declaraciones y con estas informaciones "no se prejuzga la existencia de un hecho sobrenatural".

Las crónicas de 'Lucha', disponibles en el archivo del 'Diario de Teruel'.
Las crónicas de 'Lucha', disponibles en el archivo del 'Diario de Teruel'.
Diario de Teruel

En los sucesivos días las crónicas periodísticas parece que van tomando distancia con el suceso y se dice que puede tratarse de espejismos pues "en época de deshielo en la gruta mana agua". También se cuenta que uno de los niños ha expresado su voluntad de ser sacerdote y se narran también ‘experimentos’ en las rocas de la cueva (las blancas se embadurnaron con barro) para descartar que se tratara de ilusiones ópticas. Incluso se barajó la teoría de que algunos cuadros de la ermita se escondieran durante la guerra en la cueva y que los niños estuvieran viendo el reflejo de los mismos en algunos charcos. Sea como fuere, las supuestas apariciones que habían comenzado el 6 de junio cesaron a partir del día 12, aunque el 20 hubo chavales que volvieron a decir que veían un figura y “ocho estrellas que relucían mucho”.

Es curioso comprobar que 65 años después de los sucesos apenas hay bibliografía del caso, de no ser por noticias de la época, por artículos como el del investigador F. J. Sáez Guallar, en el número 13 de la revista ‘Turolenses’ o por reportajes como los de la periodista Cruz Aguilar en el ‘Diario de Teruel’. Seis de aquellos ocho niños que dijeron ver a la Virgen aún viven, pero nunca han querido volver a hablar del tema. En las pocas excepciones -en 2013, con la periodista de HERALDO María Ángeles Moreno-, una de las niñas, Rufina Aragón, repitió que de pequeña había visto unos "resplandores", aunque dejó la puerta abierta a que pudieran haber sido fruto de la imaginación infantil, acaso, por quedar deslumbrados por el contraste entre la oscuridad de la cueva y el sol del exterior. 

La cueva, precisamente, está hoy en día impracticable, pues años de tormentas llenaron el barranco de barro y maleza y su entrada quedó prácticamente anegada. De otras apariciones marianas de la época -La Codosera, en Badajoz, o  La Puebla del Río, en Sevilla- aún quedan placas, libros o, incluso, santuarios en las grutas que se produjeron, pero para saber qué sucedió en Jorcas es preciso recurrir a las hemerotecas y la memoria colectiva. 

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión