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Los técnicos aragoneses también brillan en Cannes
‘Creatura’, de Elena Martín Gimeno, ganadora del premio a la Mejor Película Europea de la Quincena de Cineastas de Cannes, contó a con varios técnicos aragoneses entre sus filas.
Tal vez no sean nombres conocidos por la gran mayoría, algo que suele pasar con los perfiles más técnicos dentro del mundo audiovisual. Sin embargo, este jueves 'Creatura’, de Elena Martín Gimeno, se alzaba con el premio a la Mejor Película Europea de la Quincena de Cineastas de Cannes, convirtiéndose en la primera producción española en lograr este galardón.
Lo que muchos no saben es que el segundo largometraje de la actriz, guionista y directora ,el cual se rodó entre los meses de agosto y septiembre de 2022 en Barcelona y alrededores; contó con varios técnicos aragoneses entre sus filas. Se trata de Eduardo Huete (segundo ayudante de dirección), Ainara García (auxiliar de producción) y Leo Dolgan (jefe de sonido) y Eloy Rodríguez (ayudante de sonido). Todos ellos ‘made in’ Aragón.
En el caso de Huete, estuvo tres meses, entre la fase de preproducción y rodaje. “Nuestro trabajo consiste en estar en contacto con los distintos departamentos -maquillaje, peluquería, vestuario, producción, sonido, cámara…- para coordinar la información y los procesos que se suceden antes y durante el rodaje”, especifica el zaragozano. Pero sin duda, si hay algo por lo que se caracteriza el equipo de dirección es por la gestión del tiempo: “El fin último es que la película salga delante de la mejor manera posible”.
Su trabajo se inició durante la fase de ensayos y se prolongó hasta el final del rodaje, incluyendo la supervisión de pruebas de actores, coordinación de calendarios y fechas o la realización de órdenes de rodaje que marcan lo que va a ocurrir en cada jornada. “Sin duda, de la película me quedo con un equipo maravilloso de gente cercana, con muy buen rollo y, sobre todo, con muchas ganas de sacar el proyecto adelante; así como con la inteligencia emocional de Elena, y con un elenco espectacular”, reconoce.
En el departamento de producción se encontraba Ainara Rodríguez que, emocionada, explica que ha sido su primera película. “Acabé la carrera el junio en Barcelona, y en la escuela nos enviaron un anuncio en el que decían que se buscaban meritorios para este rodaje. Yo me apunté de cabeza”, rememora. Hoy, inmersa en nuevos proyectos, asegura que ha encontrado el lugar en el que quería estar: “Los rodajes son tan intensos…”.
En cuanto a sus funciones en set, consistía en brindar apoyo y solventar aquellas necesidades del rodaje que pudieran ir surgiendo desde un punto más técnico. “Somos hormiguitas que hacen el trabajo de más abajo, pero totalmente necesario porque es el que hace que todo el mundo pueda hacer cómodamente lo que tiene que hacer”, reivindica. Y sabe bien de lo que habla. No en vano, el de producción es uno de los trabajos más invisibles.
“En el set somos los encargados de brindar un espacio de trabajo seguro, adecuado y confortable para el resto del equipo, y nuestras funciones van desde montar carpas para proteger el material técnico, cortar calles o iluminar las zonas fuera de set en rodajes nocturnos hasta llevar a cabo los traslados de equipo o comprar y abastecer todos aquellos fungibles que utiliza y necesita un equipo tan grande”, afirma.
A cargo del sonido estuvo otro zaragozano; Leo Dolgan, jefe de sonido que aterrizó en el proyecto a inicios del año 2022 y que venía de rodar ‘Teresa’, con Paula Ortiz. “Me dedico a escuchar, pero hay más cosas. Analizamos el guion para entender la propuesta de la película y proponemos soluciones técnicas y creativas para resolver la grabación con éxito”, especifica. Es decir, con su trabajo se obtiene el material sonoro necesario para el montaje de la película, tanto por su contenido como por su calidad técnica y estética.
Un trabajo muy técnico, en el que se maneja gran cantidad de material de alta tecnología, “un material que es muy caro y delicado, algo que supone una presión añadida”, reconoce. “No se admite el fallo, se duerme poco y se trabaja mucho. Además, las condiciones son cambiantes por lo que tienes que estar preparado para hacer frente a cualquier evento inesperado”, admite. Y es que una tormenta, un cambio de guión o cualquier problema logístico están a la orden del día.
La diáspora del cine aragonés
“Aunque el 80% del trabajo es previo, ya en rodaje el trabajo más delicado es con los actores. Nos encargamos del registro de sus voces, de sus respiraciones, de sus gestos. Es a través de su actuación como nos transmiten sensaciones únicas y por eso tienes que asegurar una grabación que les permita sentirse cómodos y libres. Hay momentos que solo suceden una vez en la vida”, afirma.
Entre los miles de recuerdos gratos que revive el zaragozano, como no, se encuentra la piña que hicieron los aragoneses. “Como siempre ocurre con la diáspora de aragoneses. Es increíble la fuga de talento que tenemos en Aragón, ojalá algún día nos pongamos las pilas y logremos crear una base de industria audiovisual aragonesa que nos permita volver”, reivindica.
Aunque tan solo durante unas jornadas al arranque del rodaje, Dolgan contó con el soporte de un microfonista zaragozano durante los primeros días de filmación: Eloy Rodríguez. “No estuve mucho, pero el buen rollo entre la gente y las ganas de trabajar eran evidentes”, asegura. En sus palaras, formar parte del equipo tras ser conocedor del ansiado premio supone un acicate: “Trabajar con gente que está a este nivel es algo que sirve para valorarte todavía más y para mantener las ganas de seguir en esto”, concluye.
