Elecciones autonómicas

Los partidos aragoneses se lanzan a por los indecisos y confían en reflotar la participación del día 28

Las encuestas auguran en Aragón una mayor movilización, en especial en Teruel, después de dos comicios a la baja. El plazo para pedir el voto por correo expira hoy y se prevé determinante.

Las urnas ya aguardan en la CHE, uno de los colegios electorales más grandes de Zaragoza.
Las urnas ya aguardan en la CHE, uno de los colegios electorales más grandes de Zaragoza.
Oliver Duch

Cerca del ecuador de la campaña electoral, los partidos exprimen sus agendas en busca de hasta el último voto que puedan arañar de cara al día 28. Con los indecisos y los abstencionistas en el punto de mira, los candidatos tratan de elevar la participación, que en las citas con las urnas más recientes ha ido a la baja hasta el 66,1% registrado en mayo de 2019. Según los sondeos, y a la espera de lo que dicte la meteorología, la movilización será similar o algo superior en las provincias de Zaragoza y de Huesca, mientras que se elevaría notablemente en la de Teruel.

Dicho esto, la pregunta clave es, ¿a quién beneficia una mayor o menor participación? Tradicionalmente, una alta movilización se ha traducido en buenos resultados para la izquierda, pero tras el fin del bipartidismo ese mantra parece desvanecerse. "Es un mito. Lo que más llama al voto es la voluntad de cambio, y en estas elecciones lo estamos viendo en la calle", apuntan desde el PP, que confían en que el electorado de centro-derecha acuda a los colegios electorales para evitar que Javier Lambán revalide la presidencia de Aragón.

Más allá de que se cumplan las expectativas del ‘ticket’ electoral que forman Jorge Azcón y Natalia Chueca, es un hecho que el ansia de cambio moviliza, al menos si se atiende a lo ocurrido en elecciones del pasado, como las generales de 2015, donde la irrupción de Podemos elevó la participación al 69,67%; o las de abril de 2019, que tras el fin de la etapa de Mariano Rajoy llevó a las urnas al 71,7% de los electores.

En todo caso, la actual fragmentación política genera un escenario de incertidumbre, pero desde las filas socialistas siguen confiando en una alta participación. "Cuando la izquierda se moviliza, nos va bien", apuntan desde el PSOE Aragón. "Hace uno o dos meses no estaba tan claro, pero ahora estamos convencidos de que la gente irá a votar", añaden.

"Percibimos en la calle mucha desafección y al mismo tiempo ganas de exigir soluciones para las familias y trabajadores que, pese a tener un empleo, les cuesta más afrontar el día a día", analizan desde IU. En la formación que lidera Álvaro Sanz se muestran "convencidos" de que la gente acudirá a los colegios electorales.

También en Podemos, donde perciben que "la ciudadanía empuja en las calles" de la Comunidad en esta campaña. Es el sentir generalizado de todos los candidatos, que ven más opciones que nunca para los votantes, pero también más incertidumbre. El destino del voto que huye de las crisis del PAR y de Cs no está claro. Podría ir a uno u otro partido, pero también quedarse en casa, en especial en Zaragoza y Huesca. En cambio, la movilización de la provincia de Teruel se podría disparar hasta cinco puntos respecto a pasadas elecciones, según recientes sondeos. En este escenario, el actor protagonista sería Teruel Existe.

El voto exterior y el joven, claves

Si se trata de reducir la abstención, hay un colectivo clave sobre el que centrar las promesas electorales. Los jóvenes son los que menos acuden a votar. En torno al 43% de los menores de 24 años declina participar en los comicios en la Comunidad, donde más de 45.000 aragoneses podrán ejercer su derecho al voto por primera vez desde las autonómicas de 2019 al haber cumplido la mayoría de edad.

Los partidos lo saben y si algo ha marcado estas semanas de campaña ha sido el difícil acceso a la vivienda de las familias más vulnerables y de los jóvenes. El contador de pisos de alquiler asequible prometidos ha dado ya varias vueltas, e incluso el Gobierno central ha dado luz verde -ayer, en el Senado- a la Ley de Vivienda que blinda las subidas de precios a los inquilinos.

Se da la circunstancia de que parte de ese voto joven reside en el extranjero, y su movilización también es incierta, aunque todo apunta a que irá al alza. Entre otros motivos, porque la principal novedad respecto a los pasados comicios es que desaparece el voto rogado, lo que facilita en gran medida la participación. De hecho, este sistema se introdujo en 2011 -por motivos de seguridad- y la participación de los expatriados en las elecciones pasó, a nivel nacional, del 30% al 5%.

En la actualidad hay 39.408 aragoneses con derecho a voto censados en un país extranjero. Es un 53% más que los registrados en los comicios de 2011, por lo que su participación puede ser decisiva. "Tradicionalmente, el voto exterior es nuestro, porque suele ser gente joven y de perfil progresista", analizan desde el PSOE, donde tienen "buenas expectativas" con este colectivo.

También podría ser decisivo el voto por correo de aquellos aragoneses que residen en otras provincias del país, o que el día de las elecciones no pueden acudir al colegio electoral. El plazo para solicitar la papeleta expira hoy, y se podrá enviar hasta el próximo miércoles 24.

Comienza el reparto de urnas por los colegios electorales

A falta de diez días para la celebración de las elecciones, el dispositivo previsto por el Gobierno de Aragón (para las autonómicas) y por el Ministerio del Interior (para las locales) sigue quemando etapas. Ayer, la empresa distribuidora comenzó a descargar las primeras 21 urnas y 7 cabinas en la sede de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), uno de los colegios electorales más grandes de la capital aragonesa.

A falta de conocer los últimos detalles, la Delegación del Gobierno espera poner en servicio más de 2.000 mesas electorales con un presupuesto, eso sí, inferior a los 2,7 millones de euros que se gastaron en los comicios de 2019, puesto que en aquella ocasión también se votaba a los representantes de la UE.

Mientras, continúa el proceso de comunicar a los miembros de las mesas que han sido elegidos y, en consecuencia, la presentación de excusas y alegaciones para evitarlo. Una vez cerrado el listado, los designados para este cometido el día 28 -que cobrarán 70 euros por la jornada-, recibirán el martes un formación en la sala Multiusos del Auditorio de Zaragoza.

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