"Sufrí acoso escolar. Llegas incluso a pensar que el suicidio es la mejor opción"

Este martes, Día Mundial contra el Acoso Escolar, Asapme denuncian que 1 de cada 10 estudiantes es víctima de acoso en colegios. 

Víctor, en la avenida de la Independencia de Zaragoza.
Víctor, en la avenida de la Independencia de Zaragoza.
HA

Víctor recuerda sus 17 años como la peor etapa de su vida. "Sufrí acoso escolar. Llegas incluso a pensar que el suicidio es la mejor opción", asegura el zaragozano, que ahora tiene 37 años y cuenta cómo lo vivió "con perspectiva". La historia de Víctor no es aislada. Este martes se celebra el Día Mundial contra el Acoso Escolar y Asapme (Asociación Aragonesa Pro Salud Mental) denuncian que 1 de cada 10 estudiantes es víctima.

"Yo iba al instituto y una persona prepotente se encargaba de hacerme la vida imposible. Era un continuo: pintaban cosas en la pizarra como insulto, se metían en mis conversaciones para falsearme,... Incluso llegaron a intentar pegarme. Era una persona que se llevaba a la gente a su terreno y le seguían", asegura el zaragozano.

Lo peor llegó en el viaje de fin de curso a París. "Me obligaban a beber y muchas otras cosas....", recuerda Víctor, que ha trabajado "mucho" para superar el "trauma" con el tiempo. "La realidad es que te van aniquilando poco a poco. Te dejan destrozado", subraya.

Este tipo de episodios, comenta, "marcan" y "afectan posteriormente a las relaciones sociales". "Es importante denunciar y visibilizar que esto existía y sigue existiendo. Es verdad que antes no se actuaba apenas y en ese sentido se ha avanzado, pero hay que seguir", defiende. 

Kelly Andrade
Kelly Andrade
HA

Kelly Andrade sufrió acoso en la etapa de Primaria y Secundaria. "Al principio, me hacía bromas como 'el virus de Kelly' y me llamaban fea o gorda", recuerda la joven de 20 años. La situación empeoró durante la adolescencia. "Yo soy de origen ecuatoriano y tengo las dos nacionalidades. Recuerdo un momento en el que toda la clase me gritaba a la vez 'panchita'", lamenta. 

"Era habitual que se acercasen a mí, me mirasen y dijesen '¡mira cuanto pelo tiene en la cara!'. Un día viví un episodio bochornoso: los chicos hablaban de las chicas que les atraían y nunca me nombraban a mí. En una ocasión, un chaval me nombró y todos se volvieron contra él. Era como imposible que yo le pudiera gustar a alguien", recuerda. Además, si conseguía el apoyo de algún compañero, "pronto le empezaban también a hacer bullying". 

Los recuerdos de Kelly son "muy dolorosos". "Yo me creía las palabras que me decían. No podía contarle a nadie lo que estaba sintiendo porque me daba vergüenza. Me sentí siempre aislada", relata. 

Para evitar todo este tipo de situaciones, hace unos años nació la figura del 'alumno vigilante' y del 'mediador'. "Primero te forman y te explican cómo debes actuar. Luego haces de observador dentro del aula y tienes que estar atento por si hay algún conflicto o acoso. Finalmente se lo comunicas a una autoridad, como el profesor", especifica María Miralles, que ha tenido durante años esta función en el colegio Juan de Lanuza.

"En nuestro centro, al igual que se eligen delegados a principio de curso, también se escogen a los vigilantes. Dos los elige la clase y uno el orientador o profesor. Yo en 6º de primaria ya era 'alumna vigilante'", sostiene. Esta figura está pensada para el alumnado que está en el final de la etapa de Primaria y para los primeros cursos de Secundaria. "Cuando eres más maduro, a partir de 2º de ESO, ya puedes ser 'mediador'", argumenta. 

María Miralles.
María Miralles.
HA

Al fin y al cabo, apunta, "un alumno mayor impone, pero nunca tanto como un profesor". "Es decir, siempre nos encargábamos de vigilar a alumnos más pequeños. En el caso de toparnos con una situación en la que tenemos que mediar el proceso estaba estipulado: primero se hace una ronda individual y se pregunta a las dos partes lo que ha sucedido, el segundo paso consiste en reunir a las dos personas y el tercero en mediar y que lleguen a un acuerdo (lo tienen que decidir los implicados y el mediador no puedo proponer solución)", especifica.

El teléfono contra el acoso escolar

Asapme se encarga de gestionar el teléfono contra el acoso escolar del Gobierno de Aragón (900 100 456). Entre las psicólogas especializadas en infanto-juvenil que responde a las llamadas está Silvia Per. "Aragón es una Comunidad pionera en contar con un teléfono contra el acoso escolar -se puso en marcha en 2016-", subraya la especialista. 

También existe un protocolo de actuación desde 2018. "La prevención es muy importante y eso explica que poco a poco veamos menos casos de acoso. La evolución positiva es significativa. Sin embargo, es cierto que las redes sociales han hecho que cambie. Antes, la víctima, al salir del colegio y entrar en su casa ya estaba alejada. Ahora, se puede extender también a fuera del colegio", subraya. 

A pesar de que ha descendido en los últimos años el número de casos de acoso, "la ideación suicida está muy presente". "Las familias que nos llaman por teléfono nos dicen que sus hijos dicen frases como 'no quiero vivir' o 'no quiero volver al colegio'", argumenta. 

Teléfono y otras herramientas para prevenir el suicidio.
Teléfono y otras herramientas para prevenir el suicidio.
H. A.

El proceso que sigue Per y los otros especialistas que están detrás del teléfono cuando reciben una llamada consiste en validar las emociones y después actuar. "En ocasiones, ellos mismos se culpabilizan porque no les creen o por otras circunstancias. Después, depende de cada caso, pero habitualmente el colegio es el que se encarga de abrir el protocolo", especifica. 

Recomendaciones para acabar con el bullying

Con el objetivo de acabar con el acoso escolar, Aldeas Infantiles ha definido seis formas para lograrlo.

1. "La formación del profesorado para prevenir el acoso escolar y actuar cuando se produce debe formar parte de los planes de estudios de todas las carreras relacionadas con la docencia y ser continua mientras ejerzan su profesión", defienden.

2. "La educación en valores ha de estar incluida en los currículos oficiales de Educación Infantil, Primaria y Secundaria, para aportar a los niños, niñas y adolescentes recursos emocionales y relacionales para que descarten la violencia en sus acciones, aprendan a defenderse y a ayudar a otros", subrayan.

3. "La aplicación de los protocolos de actuación frente a presuntos casos de acoso escolar ha de estar a cargo de especialistas", señalan.

4. "El acceso de las familias a información es esencial para que aprendan a detectar los indicios de que sus hijos o hijas puedan estar sufriendo acoso: alteraciones en su estado de ánimo o comportamiento, como tristeza o irritabilidad, o en su lenguaje corporal, evitar ir al colegio e incluso salir de casa", apostillan.

5. "Las campañas de sensibilización que lleguen a toda la sociedad son imprescindibles para generar conciencia", declaran

6. "Sin estadísticas oficiales fiables que reflejen la realidad en torno al acoso escolar y permitan realizar un seguimiento, no es posible erradicarlo con garantías de éxito: número de niños, niñas y adolescentes que lo sufren, cuántos de ellos tuvieron que cambiar de colegio, cuántos sufrieron problema psicológicos o psiquiátricos, cuántos los arrastran hasta la edad adulta y cuántos cometen suicidio", expresan

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