Asaja cifra en 1.500 millones de euros los daños provocados por la sequía en Aragón
La organización agraria advierte que "lo que está en juego es el importante complejo agroalimentario de la Comunidad"
Las organizaciones agrarias comienzan a hacer cuenta del impacto económico que la extrema sequía va a provocar en el campo aragonés. La primera en poner en cifras a las consecuencias de la falta de lluvias en los cultivos ha sido Asaja, cuyos responsables recuerdan que "todas las actividades productivas del sector primario aragonés se encuentran gravemente afectadas, en algunos casos de forma irreversible". Porque a las escasas precipitaciones del invierno y de la primavera se han sumado ahora unos "excesivos calores", que agravan la complicada situación en la que se encuentran las producciones aragonesas, que, señala Asaja, durante la pasada campaña ya se vieron afectadas seriamente por las adversidades climáticas, "que hicieron de hecho, que fuera la campaña en la que el sistema de Agroseguro debió asumir mayor número de indemnizaciones en toda la historia del sistema".
El cereal de invierno es el cultivo más perjudicado por la ausencia casi total de precipitaciones en los últimos meses. Y dada la importante presencia de estas producciones en la Comunidad -se extienden por más de 700.000 hectáreas-, las pérdidas estimadas por Asaja se elevan a 490 millones de euros, "motivadas por un descenso en los rendimientos de los cultivos de un 50% respecto a la campaña anterior en la provincia de Huesca, donde se espera una cosecha de 530.000 toneladas". En el conjunto de la Comunidad y dada la reducción estimada, las previsiones de esta organización agraria apuntan a una cosecha total de 1.360.000 toneladas.
Entre los maiceros la reducción del movimiento económico del sector, como así lo definen desde esta organización, se sitúa en los 500 millones de euros. Un descenso que está motivado por la falta de siembras ante el riesgo que supone no disponer de agua para riego dada la escasa disponibilidad de recursos embalsados.
En los cultivos de alfalfa, Asaja Aragón calcula que dejará de generarse un movimiento económico de 120 millones de euros, "dado que si no hay agua para destinarla al riego del cultivo no se obtendrán los cortes de alfalfa de un año normal". De hecho las peores previsiones apuntan a que apenas podrán realizarse un par de cortes cuando lo habitual es alcanzar los seis.
Se prevé una destacada reducción de la siembra de cereal por la escasa disponibilidad de agua para riego por lo que se estima que dejarán de ingresarse 20 millones de euros.
El impacto económico también será evidente en los cultivos permanentes (frutales, olivos, frutos secos) que dejarán de aportar, según las estimaciones de Asaja, 350 millones de movimiento económico. Existe además el riesgo de muerte de los árboles, por lo que, como advierte la organización agraria, no solo se condicionará el rendimiento de esta campaña sino que obligará a fuertes inversiones de replantación o cambios en la orientación productiva de las explotaciones de los próximos años.
Asaja alerta de la "grave incertidumbre" que vive la ganadería, fundamentalmente la extensiva, cuyos productores tendrán que hacer un importante desembolso para alimentar a sus animales en pesebre debido a la ausencia de alimentos en pastos.
"La gravedad de la situación es tal, que no solamente va a afectar al rendimiento económico de las explotaciones en esta campaña, si no que va a condicionar las siembras de la siguiente campaña o la reposición de animales en las explotaciones ganaderas", insiste Asaja Aragón, que recuerda que "lo que está en juego es el complejo agroalimentario aragonés".
Por su parte, el portavoz de Agricultura del PP en las Cortes de Aragón, Ramón Celma, exigió ayer al presidente del Gobierno autonómico, Javier Lambán, que "tome medidas urgentes" para paliar los efectos de la "grave" sequía en el sector agropecuario. Y le recomendó que si no se ve capaz, que pida ayuda al principal partido de la oposición y al sector, pero "que no se quede de brazos cruzados".
