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Controlado el incendio de Mequinenza tras quemar 458 hectáreas en Aragón y Cataluña

Casi el 71% de la superficie calcinada se encuentra en la provincia zaragozana.

Un bombero trabajando en las tareas de extinción.
Un bombero trabajando en las tareas de extinción.
@bomberscat/twitter

El incendio forestal declarado el sábado en Mequinenza, en el límite entre Aragón y Cataluña, quedó estabilizado a primera hora de la mañana de este domingo. Y controlado a última hora de la tarde. Las llamas calcinaron 458 hectáreas entre las dos regiones, 325 en la comunidad aragonesa, según informaron desde la DGA. El fuerte viento que sopló en un principio complicó las tareas de extinción, pero la situación metereológica evolucionó de manera favorable y permitió que finalmente ningún núcleo urbano se viera afectado.

Los bomberos de las dos comunidades trabajaron de manera conjunta durante la jornada de ayer para contener las llamas y seguir avanzando en su extinción. El Operativo de Prevención de Incendios de Aragón se encargó del flanco derecho, en la comarca zaragozana del Bajo Cinca, mientras que el equipo catalán se ocupó del flanco izquierdo, el que presentó una mayor actividad. Todos los efectivos se emplearon de manera conjunta en la consolidación del perímetro y en la vigilancia y extinción de las pequeñas reproducciones y humos que se originaron, para lo que puntualmente se incorporó la cuadrilla helitransportada de Peñalba.

Por parte de la DGA se utilizaron durante la madrugada cinco cuadrillas terrestres, tres autobombas, cinco agentes de protección de la naturaleza y un técnico director de extinción, y se fueron escalonando las tres cuadrillas helitransportadas según las necesidades. Una vez que el fuego ya había quedado estabilizado, lo que se logró poco después de las 8.30, se mantuvieron dos cuadrillas terrestres, dos autobombas y un técnico director de extinción. A primera hora de la mañana, también se pudo reabrir la carretera A-2414, que tuvo que ser cortada a media tarde del sábado ante el avance de las llamas.

Parte de la superficie calcinada en Aragón.
Parte de la superficie calcinada en Aragón.
DGA

Mientras, el Cuerpo de Bomberos de Cataluña empleó un dispositivo de 120 personas adscritas a 40 dotaciones terrestres. También se utilizaron durante las primeras tras la declaración del fuego dos aviones procedentes de Reus y se incorporaron al operativo bomberos de la Diputación Provincial de Zaragoza del parque de Caspe con un camión todoterreno, un vehículo de mando y un camión nodriza.

Ha afectado a alrededor de 400 hectáreas y ha obligado a cortar la carretera A-2414.

Rachas de hasta 65 km/h

Las llamas se originaron a unos cuatro kilómetros del casco urbano de Mequinenza, pero las rachas de viento, que llegaron a superar los 65 kilómetros por hora, lo empujaron hacia la cercana localidad de La Granja d’Escarp, en Lérida. Al parecer, el fuego se inició cerca de unas torres eléctricas, según indicó el alcalde de la localidad, Antonio Sanjuán, que dijo desconocer no obstante cuál fue la causa.

Afortunadamente, no hubo que desalojar ningún municipio, únicamente a unas 40 personas que se encontraban participando en una fiesta ‘rave’ en las inmediaciones del incendio, en la parte catalana, y que tuvieron que pasar la noche en una cantera próxima, fuera del perímetro de riesgo, según indicaron los Mossos d’Esquadra, a la espera de poder regresar al lugar para recoger los objetos que tuvieron que dejar allí, entre ellos varios equipos de música. Los agentes policiales permanecieron durante la noche vigilando el acceso al punto donde se celebraba la fiesta para impedir la entrada de más personas, sin que se produjeran incidentes.

No ha comenzado siquiera el verano y este ya es el segundo incendio forestal que se produce en la Comunidad, en un año que está siendo especialmente trágico en toda España. Afortunadamente, el incendio de Mequinenza ha afectado a una superficie mucho menor que el que se produjo hace apenas tres semanas en Teruel, que obligó a desalojar las localidades de Olba y San Agustín, con 250 vecinos, y que arrasó, entre esta provincia y Castellón, más de 4.600 hectáreas.

De hecho, el cambio climático y la sequía que ha traído consigo está obligando a los expertos a modificar su forma de trabajar, como los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que este año han adelantado tres meses los preparativos para luchar contra los incendios, cuando lo más habitual en estas fechas es que estén atendiendo inundaciones. En 2022 ardieron en Aragón más de 20.000 hectáreas, en el verano más devastador del siglo.

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